Clima casi perfecto para una carrera de largo kilometraje en pleno verano y una respuesta inédita por parte de la comunidad corredora. Tres mil corredores se dieron cita en la Glorieta de Lincoln en el Paseo de los Héroes para participar en el evento representativo de la ciudad. Y, como todos los años, el contingente de keniatas se llevó los primeros lugares absolutos. Christopher Kipyego ganó el Medio Maratón, tal como lo hizo en 2008. Formó parte del grupo puntero de cinco atletas élite y finalizó primero porque el líder tomó un camino equivocado. El keniata cruzó la meta en una hora con cinco minutos y quince segundos. A diferencia de hace cinco años, cuando Kipyego no hablaba ni una sola palabra en español y se quejaba del calor de julio por la hora de inicio tardía, su observación fue distinta. “Mucha humedad y el cemento no es bueno para maratones. No es mi mejor tiempo, fue de 1:02 en Los Mochis”, dijo en español, que aprendió por vivir en Zacatecas, donde entrena con Ramón Díaz. Ha corrido nueve años en México y cuatro veces en Tijuana, aunque desconocía a sus rivales. Terminó un segundo antes que Gesabwa Rodgers. “Íbamos juntos hasta el último kilómetro, no había corrido con ellos antes”, acotó. En la rama femenil, la etíope Belandesh Gebre fue la primera en cruzar la meta, lo hizo en una hora, catorce minutos y 16 segundos; 39 segundos por delante de la keniata Gladys Mokobi. Entre los locales, Raymundo “Rayo” Torres fue el primer residente de Tijuana en cruzar la meta a pesar de un malestar físico. “Estuve a punto de abandonar la prueba en el kilómetro tres por un problema en la pierna, en septiembre del año pasado tuve una lesión en la rodilla, pude salir adelante aun así”, comentó. El maratón fue para otro conocido de la ciudad, Hillary Kimaiyo, ganador del Medio Maratón de hace dos años. “Vine a correr como preparación para el Maratón de la Ciudad de México el 25 de agosto, ése da premio de 450 mil pesos (al ganador). Estoy contento porque me gusta venir a correr a Tijuana, fue muy fácil porque puedo ganar con tiempo de dos horas y ocho o nueve minutos, es como caminar y no correr. Vine de vacaciones, a divertirme y conocer amigos”, indicó el ganador, que detuvo el cronómetro en dos horas con 17 minutos y 26 segundos, más de dos minutos sobre su competidor más cercano y diez minutos respecto al tercer lugar. “Tenía que correr unos 35 kilómetros como preparación al Maratón, mejor corrí 42 aquí. No dejo de competir porque así me llevo algo al bolsillo”, bromeó. La rama femenil fue para Ruth Kimutai, con tiempo de 2:49:05. Cándida Gachuz le siguió con registro de 3:13:40. David Ruiz y María Luisa Madueño fueron los primeros nativos en cruzar la meta en ambas ramas. Xóchitl Miguel y Luis Torres, los primeros residentes en completar el recorrido de 42 kilómetros. Error humano Parece que ningún evento grande puede estar libre de fallas, la más recurrente fue al momento de la inscripción. El portal de Atletismo asdeporte.com se encargó del registro para la versión 2012 del evento, no así en 2013, pero dicho sitio decidió publicar una ficha de inscripción electrónica. Para la sorpresa de quienes utilizaron esa vía para inscribirse, no estaban disponibles sus números en el IMDET porque no estaban registrados. Tuvieron que esperar el cierre definitivo a las cuatro de la tarde del sábado para tomar el lugar de quienes no acudieron por sus chips. Otra constante fue la inscripción errónea, sobre todo de quienes depositaron su confianza en otra persona para hacer el registro. Tal fue el caso de Terry Dowie, una estadounidense que no habla español y se inscribió a través de un grupo de Atletismo que no se percató de haberla registrado como hombre. La residente de La Jolla fue la primera de su categoría en cruzar la meta, pero el error la dejó descalificada y con las manos vacías. “Creo que no hay duda de que soy mujer, pero reglas son reglas. Yo confié en alguien más y apenas me había animado para venir a correr. Tendré que pensar dos veces antes de regresar a correr aquí”, relató. Así se presentaron varios casos a lo largo de la tarde, la mayoría por género o por inscribirse en el Medio Maratón y correr la ruta completa o viceversa. Los corredores no verificaron si los datos eran correctos al momento de recibir sus números. La premiación dejó mucho que desear. El personal del Ayuntamiento solo hizo acto de presencia para la premiación de algunas categorías del Medio Maratón, sin conocimiento de los corredores, sin anunciar tiempos y ante la rechifla de los presentes. Cuando se fueron las autoridades, continuó una ceremonia larga e improvisada. La mayoría de los ciudadanos respondió de manera calurosa al paso de los corredores, excepto sobre el Bulevar Agua Caliente. Automovilistas desesperados, sobre todo transportistas, estuvieron a punto de atropellar corredores y provocar choques, hicieron caso omiso de los señalamientos e indicaciones de los patrulleros. Indicio de una ciudad no preparada para eventos grandes.