Jorge Astiazarán Orcí recibirá un Ayuntamiento de Tijuana muy menoscabado, tanto en términos financieros como en transparencia, lo mismo en la prestación de servicios públicos. Los polémicos convenios que celebró el alcalde Carlos Bustamante en perjuicio del erario, como lo son el de las luminarias, los pagos por refinanciamiento, las obras a las constructoras de sus amigos y compadres, y hasta las comisiones de recursos federales como el SUBSEMUN también para amigos y compadres, son temas que Astiazarán ignorará. El presidente municipal electo se amarró las manos solito. En lo corto y en lo privado ha dicho a propios y extraños: “No me voy a meter con Don Carlos (Bustamante), no lo voy a investigar porque él está bien parado en México”. En esa circunstancia el novel alcalde mirará hacia otro lado cuando de irregularidades se trate en lo que para él será la administración anterior. Pero eso sí, también asegura que no dará trabajo a Rufo Ibarra (su suplente por obra y gracia del “bien parado”), porque es -y así lo dice- “un corrupto”. De hecho, hace unos días se supo que Astiazarán conminó a quien será su síndico procurador, el verde ecologista Arturo Ledesma, que sea él quien investigue a Bustamante, aprovechando que son de otro partido y otra ideología. Ahora sí que aún no entra, y el doctor Astiazarán ya tira la piedra y esconde la mano. Qué cosas.
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