La noticia de la desaparición de Karina Vanessa en los primeros días de mayo del 2013 puso en alerta a la sociedad mexicalense, pues se trataba de una niña de 9 años edad que había sido supuestamente raptada cuando dormía en su humilde hogar en la colonia Solidaridad. Sin embargo la historia poco a poco se convirtió en un caso más de violencia intrafamiliar, ya que en las declaraciones ministeriales, Lorena “N” –abuela de la menor– afirmó que “alguien” colocó una sustancia en el “cooler” para mantenerlos dormidos mientras ocurría el plagio. Luego de reportar el lamentable incidente, elementos de las distintas corporaciones se abocaron a buscar a la menor y fue hasta el 4 de mayo cuando la misma abuela localizó el cuerpo sin vida de Karina Vanessa. Las sospechas recayeron en los familiares, por lo que agentes del ministerio público iniciaron los interrogatorios. Fue entonces que la madre de Karina reconoció que el abuelo golpeó y mató a la niña. Según el Servicio Médico Forense el cuerpo de Karina presentaba un alto grado de descomposición cuando fue localizado; la evidencia apuntaba hacia el abuelo, quien abusó sexualmente de la niña, posteriormente la cobijó y golpeó hasta matarla dejando su cadáver en una fosa a 300 metros del domicilio. Después de las confesiones de la madre y la abuela la PGJE realizó un operativo para detener al presunto responsable, el cual se encuentra vinculado a proceso y podría alcanzar una sentencia de 50 años de prisión. No pasó ni un mes para que la violencia hacia las mujeres dejara otra víctima. El 1 de junio fue encontrado el cuerpo sin vida de Antonieta Lara Gutiérrez en las inmediaciones de un canal en el ejido Irapuato, en el Valle de Mexicali. El cuerpo de la maestra, con 30 años de servicio, fue hallado con diversos golpes; de hecho la necropsia arrojó que tenía una herida cráneo-toráxica, la cual fue la causa principal de la defunción. La primera línea de investigación indicaba un accidente, ya que Antonieta pudo haber perdido el control del vehículo y precipitarse al canal, pero la evidencia arrojó más dudas cuando su carro no fue encontrado ni las joyas que acostumbraba presumir. Ante la protesta de familiares en el Congreso del Estado, la unidad de homicidios violentos inició otra línea de investigación en torno al robo como móvil del homicidio. El caso también se desechó, los investigadores de la PGJE descubrieron diversas evidencias que apuntaban hacia un posible homicidio pasional. A Lara Gutiérrez le gustaba apostar durante varias horas en casinos de la ciudad, adonde acudía con regularidad. Según las investigaciones, en una casa de juego la hoy occisa se relacionó sentimentalmente con una persona, la cual es la principal sospechosa de su muerte. La extrema violencia une, de una u otra manera, los homicidios hacia las mujeres que en fechas recientes han ocurrido en Mexicali; sus parejas sentimentales son las principales líneas de investigación. Apenas el 7 de marzo otra joven, de 21 años, Leticia Jaime Oliva, fue calcinada en un callejón entre las calles Michoacán y Morelia en la colonia Pueblo Nuevo. Sus familiares pedían por medio de redes sociales información para su localización, sin embargo su cuerpo había sido incinerado. Cerca de las 4 de la mañana los vecinos alertados por el humo intentaron apagar el fuego a 20 metros de una escuela primaria. “Vamos a ver qué se quemó, y, ¡ay cabrón!, vamos viendo eso, le echaron agua porque había lumbre todavía, mi hermano sale a sacar basura y vio y dijo, ‘vamos a echarle agua para que se apague’ pero no se miraba qué era”, afirmó un vecino del lugar. La intendente de la escuela fue testigo de la escena: “Nosotros llegamos aquí a la escuela y lo vimos, el cuerpo de la muchacha yo me imagino, ya se le miraban los huesitos y todo”. En este caso la línea de investigación es pasional, incluso un investigador de la PGJE aseguró que se tiene 95 por ciento del status de las indagaciones, por lo que en próximos días se judicializará este homicidio. Más casos Asimismo, el 10 de marzo se encontró el cuerpo de la joven de 24 años de edad, Cynthia Mireya Pérez Barrera, el presunto responsable es Omar “N”, cuñado de la mujer que al intentar cobrar una deuda por 3 mil 500 pesos perdió los estribos, por lo que luego de golpearla con un tubo, la acuchilló y decidió prenderle fuego al cuerpo sin vida, mismo que abandonó en la Colonia Santa Isabel. Otro de los crímenes ocurrió el 23 de marzo. Ese día Josefina Torres Prado fue encontrada en el canal Reforma en el Poblado de Los Algodones, su muerte causó una serie de manifestaciones en la localidad para exigir justicia ante el brutal homicidio de la joven de 26 años de edad. Nuevamente la investigación ministerial se orienta hacia la pareja sentimental, el proceso se encuentra en un 90 por ciento de judicialización, según informó la misma autoridad de procuración de justicia. Desaparecida el 20 de abril fue ubicada dentro de un tambo en las inmediaciones del ejido Distrito Federal, Francisca Araceli Núñez Rodríguez, de 41 años, la joven presentaba diversos golpes en el cuerpo, pero la causa de muerte fue por disparos de arma de fuego siendo pasional la principal línea de investigación. El 21 de junio se presentó otro hallazgo de un cuerpo que correspondió al de una cajera del bar El Gato Negro, en la colonia Santa Clara. La mujer identificada como Lucia Érika Lara Castillo, de 36 años de edad, fue arrojada a un lote baldío a escasos 50 metros de la línea internacional en la colonia Santa Clara. Según el Semefo, Lucía falleció por un traumatismo craneoencefálico y luego fue envuelta en una especie de colchoneta. Los datos periciales afirman que fue localizada de 24 a 36 horas después de su muerte. A la fecha, esta investigación ha generado muy pocos datos, por lo que no se ha podido consolidar un posible móvil. La violencia volvió el 25 de junio cuando fue asesinada Karina Margarita Arciga, de 29 años de edad, su cuerpo se descubrió a escasos metros de la línea internacional en la colonia Castro. La joven en vida sufría de violencia por parte de su pareja, quien en reiteradas ocasiones la había golpeado, según informaron los familiares ante la instancia ministerial. Su cuerpo presentaba al menos 50 puñaladas en diferentes partes, pero fue una herida en el cuello la que finalmente terminó con su vida. Pasional, la principal causa