Lo perdonaré no siete veces, sino setenta veces siete, aquí el Maestro Jesús nos hace ver que el perdón lo debemos traer a flor del corazón y sin límite, así como yo le pido perdón a Dios sin límite, de esa misma forma tengo que perdonar al prójimo, es prueba dura en estos tiempos violentos; pero muy sano en sus resultados. El perdón nos hace invulnerables a los ataques, lo que deseemos que el Padre celestial haga por nosotros, nosotros tenemos que hacerlo por el prójimo, uno de los mensajes importantes que tiene el Evangelio es el perdón, el Evangelio nos viene a simplificar la disciplina en un único mandamiento; Amarás a Dios por sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. Este único mandamiento forma una trinidad entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, las tres personas iguales y distintas en el mismo ser. El Maestro Jesús vino a instituir el perdón, ya que anteriormente no existía, era una ley desconocida, recordemos que en el antiguo testamento era “ojo por ojo y diente por diente”, en la Ley del Talión, el perdón era desconocido, como era desconocido también el único mandamiento; Amarás a Dios y a tu prójimo como a ti mismo. Perdonar a mis enemigos es pedir perdón para mí mismo, perdonar a mis amigos es darles una prueba de amor, perdonar las ofensas es reconocer que uno se vuelve mejor. Desdichado aquel que dice: yo no perdonaré nunca, porque pronuncia su propia condenación. Hay dos modos muy diferentes de perdonar, hay el perdón de boca y el perdón de corazón. Una vez que se practica el perdón continúa la indulgencia. La ley del perdón es la puerta abierta para llegar al corazón de Dios, es la nota tonal, el eje del universo el que rehúsa perdonar no es cristiano, sin caridad no hay salvación y parte de la caridad es el perdón, el perdón es la hostia sin mancha ofrecida a Dios en el altar de nuestros corazones, hostia de agradable aroma cuyos perfumes suben a Él. Hay que recordar que se nos perdonará del mismo modo que nosotros perdonemos, entonces la palabra rencor ya no existirá en nuestro lenguaje, será como un lejano y vago recuerdo de un pasado que ya no existe, los hombres no conocerán entre ellos otro antagonismo que la noble rivalidad el bien. Prueba innegable de amor y fe del Padre Pro, porque después de muerto, fiel cumplidor del Evangelio y doctrina crística, da testimonio verídico del perdón haciendo el milagro de la conversión de su verdugo: Plutarco Elías Calles, en la historia de la vida ha habido una serie de personajes que han luchado contra algunos círculos religiosos, ha habido casos muy famosos de conversiones de los perseguidores, la misma Biblia habla de ellos, pero en este caso en particular, que se puede decir que es un hecho contemporáneo, no han pasado muchos años de ese primer milagro del Padre Pro, porque un hecho de esa índole, perdonar a mis verdugos, es enseñanza cristiana, así como Jesús perdonó a sus verdugos. El Padre Pro da testimonio fiel de su cumplimiento del Evangelio no solo al perdonar a su verdugo, sino también haciendo el milagro de su conversión y regreso al camino de Dios. O creo que este hecho debe considerarse como bíblico. Esta nota es motivada por el comentario del Señor Germán Orozco Mora de “¡Jesús was a Jesuit!”, publicado en el Semanario ZETA núm. 2035. Ha habido muchos personajes destacados en diferentes círculos que han sido jesuitas como lo menciona Don Germán. Esta era de acuario es la era de la verdad y del perdón, ya que Jesús fue muy claro en sus mensajes y vino a instituir una ley que no existía, el perdón. Hermanos, el perdón es una moneda muy valiosa y necesaria. Una forma en la que yo puedo incrementar mi fortuna celestial es perdonando de corazón. ¡Apoyo la beatificación del Padre Pro! Es así, queridos hermanas y hermanos, que los invito a lograr tesoros celestiales perdonando. Atentamente. Rafael Germán Elías Calles Guadalajara, Jalisco C.C.P. Su Santidad Francisco I; Roma, Italia Sr. Obispo José Francisco Robles Ortega; Guadalajara, Jal. Semanario ZETA; Tijuana, B. C. New York Times; Nueva York, Estados Unidos El País; Madrid, España