Era, o al menos se la ofrecieron, a René Mendívil Acosta. La Aduana de Tijuana era su premio de consolación cuando, por segunda ocasión consecutiva, lo sacrificaban en la interna por la alcaldía de la Ciudad. Pero dice el propio Mendívil que no aceptó el encargo federal porque su aspiración no tenía por objeto agarrar chamba federal sino, candidatura local. Por eso mejor se hizo a un lado y Fernando Castro Trenti lo nombró coordinador general de la campaña a Gobernador. En la Aduana fue ubicado Alejandro González Guilbot, un distritofederalense con experiencia en el Sistema de Administración Tributaria, al que llegó por petición del ex Jefe del SAT y hoy Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Primero al sureste mexicano y después a Baja California, González sirvió en el SAT antes de ser nombrado Administrador de la Aduana. El encargo le llegó porque pocos como él conocían los estragos, la corrupción y el sistema de operación de la delegación que estaba en manos del panista Luis Torres Torres. González había auditado la Aduana de Torres y sugerido cambios para acabar con los cotos de poder y la extorción a los ciudadanos. De hecho, llegando, llegando, González Guilbot realizó cambios en consecuencia. Ahí le empezaron a atizar. Primero en El Mexicano y después en otros medios. A las primeras de cambio el administrador de la Aduana informó de su privilegiado pasado. Su padre fundó entre otras empresas, la compañía de Té Lagg’s. La misma que encuentra en cualquier supermercado. Y desde Houston, Estados Unidos, se maneja la marca. Por lo menos desde hace 50 años, de eso vive la familia González Guilbot. A la muerte del padre, don Alejandro dejó el servicio público y se dedicó a los negocios familiares por más de un lustro. Hasta hace algunos años que fue llamado a servir. Por eso le sorprende el ataque mediático que en su contra ha surgido. Le endilgan los lujos con los que su familia vive en Estados Unidos al salario de servidor público, cuando los dineros provienen del té. Al menos eso dice él a quien se lo pregunta. Aunque parece ser que el origen de los recursos de la familia González Guilbot no es el punto de la campaña en su contra, sino sacarlo de la importante y delicada aduana, para meter a alguien más. Entre políticos te veas.
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