Más de 200 maestros sindicalizados se manifestaron el 11 de junio de 2013 frente a las oficinas del Sistema Educativo estatal en Tijuana. Exigían el pago de ingresos que el gobierno les ha retenido durante meses, y en algunos casos, más de un año. A la sombra de los árboles que adornan las instalaciones de la dependencia (ubicada entre los dos palacios) y valiéndose de sillas para soportar las horas de plantón, los manifestantes estaban a la espera de que representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Sección 37 llegaran a una resolución con autoridades estatales. “Esperamos que haya un acuerdo y se agilicen los pagos”, externó Camerina Gutiérrez, quien al igual que los demás congregados, ese día tuvo que dejar a sus alumnos sin clases, a efecto de sumarse a la manifestación. “Tienes que venir a exigir lo que ya trabajaste”, argumentó por su parte la profesora Alejandra Plascencia. Mientras los inconformes ponían su empeño en hacerse escuchar por la autoridad, aproximadamente cinco mil alumnos de primaria (de los turnos matutino y vespertino) perdieron clases en Tijuana. Había maestros con más de medio año privados de ingreso, a juzgar por un pancarta que decía: “8 meses sin sueldo”; otros a quienes se les ha retenido por un año, según dijeron; personas en su mayoría dependientes únicamente de su trabajo magisterial, quienes mientras no reciben remuneración, en algunos casos, recurren a familiares para salir al paso con su apoyo, o de plano tramitan préstamos, a decir de Eligio Quirino. Sobre las negociaciones con el gobierno estatal, el coordinador a nivel local de la Sección 37 del SNTE, Juan Guillermo Aguilar Alonso, mencionó a ZETA que el diálogo se estaba llevando a cabo en Mexicali; el representante sindical en la capital del Estado, José Alberto Martínez Carrillo, para entonces se encontraba tratando el asunto con los secretarios de Educación y de Finanzas, Javier Santillán y Manuel Aguilar, respectivamente. — Entonces, ¿por qué están aquí? “Nos están dando la instrucción de que mantengamos el paro aquí”, respondió Aguilar Alonso. Medida, más que de soporte, de presión; en vista de la atención que de la autoridad estatal lograron obtener cuando por la mañana, dos delegaciones de maestros interinos engrosaron el contingente, de acuerdo a lo que expuso una manifestante. “Todos ellos… a las 9:30 (horas) presionaron para hacer las demandas”. Sobre su derecho al reclamo, el dirigente local del Sindicato adujo: “Toda esta gente está documentada, estamos hablando de un faltante de 260 pagos de primarias, entre ellos altas en base y otros de interinatos”. A pesar de las condiciones en contra que los maestros suelen padecer para ser remunerados, como el hecho de que para realizar cierto tipo de trámite ahora les piden documentación original, cuando hasta hace quince días -a decir de Aguilar Alonso- era suficiente con entregar copia, el líder magisterial se muestra optimista en torno a la posibilidad de resolver el embrollo salarial: “Solo tenemos vocación de servicio, queremos regresar a las aulas con la garantía de que se nos va a pagar esta quincena”. Eduardo Andrade Uribe
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