En agosto de 2011 entró como recomendado a trabajar en la Secretaría de Relaciones Exteriores. Fue asignado a la Oficina de Enlace Plaza Oasis, pero debido a su nulo desempeño, mala actitud, prepotencia y falta de conocimiento de la operatividad y funcionalidad de la dependencia, Ernesto Zavala Franco fue removido del puesto los primeros días de junio. La orden de despido salió de la Delegada de la SRE, Carmen Josephine Espinosa Rafful, luego que Zavala reprobó en dos ocasiones los exámenes de conocimiento sobre los servicios que ofrece la delegación federal; además llegaron a oídos de la titular, quejas de usuarios por la manera en que fueron tratados por el novel funcionario. Pero el chamaco no se quedó sin trabajo. Su papá, Catalino Zavala, secretario de Gobierno de Playas de Rosarito, logró que su vástago fuera rescatado por su homólogo Obed Silva, quien le ofreció el puesto de “Asesor Honorario” con un sueldo de 9 mil pesos mensuales. La satisfacción de tener chamba nuevamente, el joven la compartió en una red social que más o menos decía así: “a veces se está abajo, otras arriba; pero ahora me tocó ganar”. Así cómo, pues.
Publicidad
