Pregunta: Estimado psicólogo, tenemos una pregunta para usted. ¿Si fuimos padres sobreprotectores, podemos corregirlo ahora de adolescente? Nos preocupa que nuestro hijo se sienta “el único refresco del desierto”, y estamos conscientes que así lo criamos, le dimos a manos llenas por ser nuestro único hijo; tuvo de todo y de más, incluso aunque no tuviera la edad para tenerlo. Recuerdo que un día se le ocurrió vender algunas cosas para comprarse un videojuego y nos sorprendió la cantidad de juguetes “viejos” que ya no usaba y que iba a vender. Ahora no quiere ni levantar su plato después de comer, claro que no tiende su cama, y si no tiene la toalla a la mano al salir de bañarse, pega unos gritos espantosos. ¿Qué podemos hacer para que comience a participar en los quehaceres de casa? Respuesta: Nunca es tarde para hacer cambios en el estilo de ser padres, pero antes de iniciar deben replantearse esta cuestión, ¿por qué deben cambiar?, si no es tan fuerte esta razón, caerán en el típico error de abandonar su intento de cambio a la primer resistencia que presente su hijo. Los padres sobreprotectores tienen que lidiar con su principal debilidad: tolerar la frustración del hijo sobreprotegido, estos padres son altamente vulnerables a la manipulación, y pronto se rinden en su intento de querer ser diferentes. Después de superado esto, permítanme darles cuatro recomendaciones. a).- Asígnenle un quehacer doméstico para cumplirlo diariamente, déjenle saber a detalle cómo debe realizarlo, quizá requiera entrenamiento previo. b).- Háganle pagar una consecuencia por no cumplirlo, pero que ésta no sea retirarle un privilegio dado que es lo que más le sobra, así que la consecuencia debe ser otro quehacer doméstico. c).- Reconózcanle su logro aunque éste no haya sido perfecto. d).- Sean firmes y no abandonen la tarea de enseñarle a su hijo de 13 años a cumplir reglas, cuesta mucho trabajo en un inicio pero vale la pena. Sugiero que al principio sólo sea una regla que cumplir, y que ésta no sea muy complicada en su realización, lo que se busca es que su hijo sobreprotegido experimente la satisfacción de darse cuenta de su propia capacidad de realizar quehaceres domésticos. Pregunta: Tenemos sólo un niño de 15 años y como hemos oído tanto de no ser sobreprotectores, quisiéramos saber si lo somos. Nos preocupa todo lo que le pasa y tratamos de aconsejarlo en lo que creemos necesario, él ya nos ha dicho “denme mi espacio”. Así que estamos abiertos a cambios. Respuesta: Estimados padres, con tan poca información es difícil determinar si son padres sobreprotectores, entonces me permito dar una descripción muy general de cómo son los padres sobreprotectores: Creen que a mayor cantidad de cuidados mayor es el afecto que tienen a sus hijos, lo tratan como si tuviese menos edad, tienen la necesidad de prevenirle en todo momento de los peligros que pudiera enfrentar al cruzar la calle, y de evitarle situaciones que pueden resultarle difíciles de resolver. Los padres sobreprotectores le dan el cambio exacto para sus compras, y algo de más por si lo necesita, se aseguran de enfriarle la sopa, de rebanarle la carne, de levantar su plato y de echarle a la mochila un suéter por si le da frío a pesar de hacer calor. Los padres sobreprotectores se preocupan en extremo de que algo le pueda ocurrir a su hijo, por eso no lo dejan ir solo al cine teniendo 15 años, acostumbran a darle una “vueltecita” cuando duermen sólo para asegurarse de que no se destapó y vaya a pasar frío, viven pendientes minuto a minuto de las necesidades del hijo, adelantándose a resolverlas. Los hijos sobreprotegidos después de un buen berrinche, consiguen lo que querían a pesar de habérseles negado. Los padres sobreprotectores tienen la tendencia a empequeñecerlo con un apodo o con actitudes infantiloides, no lo dejan tener responsabilidades que otros jovencitos ya tienen, porque les parece que aún está muy pequeño, para este tipo de padres es “mi niño” aunque ya haya entrado a la preparatoria, claro que lo levanta por las mañanas para que no llegue tarde al colegio, le permiten no comer verduras o alimentos necesarios sólo porque saben feo, le cocinan un platillo diferente al resto de la familia “porque él no come eso”. Los padres sobreprotectores le compran o permiten todo porque “pobrecito, su amigo ya lo tiene”, por ejemplo tener Facebook a los 10 años, y por supuesto, no le hace pagar consecuencias al incumplir reglas si es que las llega haber en casa. Pregunta: Cómo saber si mi hijo está siendo sobreprotegido por nosotros, es difícil darnos cuenta porque sólo tenemos uno, ya cumplió los 12 y está por entrar a la escuela secundaria, nos preocupa que sea contestón, que no le gusta seguir indicaciones, y que le aburra todo lo que no sea videojuegos. Nos hemos dado cuenta mi esposo y yo que le toleramos casi todo, y muy poco lo castigamos. ¿Qué podemos hacer para no afectarlo? Respuesta: Estimados padres, los hijos sobreprotegidos desarrollan comportamientos inadecuados que en la mayoría de los casos, sus padres fomentan sin darse cuenta. No sé si su hijo esté siendo sobreprotegido ahora mismo, pero sí sé cómo son los hijos sobreprotegidos, así que les daré una breve descripción de las conductas que desarrolla un hijo al crecer en un ambiente protector en exceso: a).- No desarrollan las capacidades básicas para ser socialmente funcionales como son compartir, trabajar en equipo, y respetar figuras de autoridad. Por eso las relaciones con amigos se vuelven conflictivas, y llegan a tener muchos problemas con los maestros demandantes. b).- No creen importante participar en labores domésticas porque siempre hay quien las haga por ellos. Por eso debemos hacer que tengan un quehacer doméstico diario, aunque en casa tengamos personal de limpieza. c).- No saben someter sus impulsos por eso no respetan reglas ni límites. Aquí es importante que ustedes los padres al establecer límites o reglas de comportamiento, sean firmes en que las cumpla, y sancionarlo cuando no lo haga. d).- No saben valorar posesiones de la familia, simplemente porque las de ellos no les costó nada tenerlas. Padres de familia, no les den a sus hijos todo lo que les pidan, denles lo que necesitan, y anímense a tolerar el berrinche que les harán. También muchos adolescentes que en su niñez fueron sobreprotegidos, ahora son egocéntricos, egoístas, groseros, insensibles a las necesidades de los demás, e intolerantes a la frustración. Estas son algunas de las muchas razones por las que no debemos ser padres sobreprotectores. Lic. Gabriel Bello M./Psicólogo clínico especialista en adolescentes. Autor de Padres con Sentido Común. Tel. 664.608.0095 – gabriel@gabrielbello.com – www.gabrielbello.com