Verbalmente, por escrito, en hoja membretada, varios gobiernos considerando el estatal y algunos municipales de Baja California, e incluso instituciones privadas, han solicitado al General Gabriel García Rincón, Comandante de la II Zona Militar, que restituya los retenes militares en Popotla, la Miguel Alemán y el Testerazo. Los tres puntos de revisión fueron desmantelados a la llegada de García en sustitución del General Gilberto Landeros Briseño, quien en esas revisiones logró importantes decomisos y aprehensiones. Ante la erradicación de los retenes el resultado fue un crecimiento en el tráfico de drogas, de armas y de personas. Por eso insisten alcaldes, funcionarios y empresarios en la reinstalación, pero poco han sido escuchados. El general García tiene otra estrategia –aún desconocida y sin resultados evidentes– y no contempla la reapertura de los retenes. En la semana que termina, tímidamente reabrieron el puesto de revisión en Popotla, Rosarito, pero no de manera permanente sino aleatoria. Se suaviza la persecución del trasiego de droga en las carreteras del estado. Ni hablar, total, ni escuchan.