Quisiera empezar diciendo que ésta es una respuesta a una carta enviada a este Semanario con título “La reforma educativa” escrita por el Profesor Francisco Heredia Guzmán. La verdad, no cabe duda que como dice el dicho “cada cabeza es un mundo” y, cada quien, vemos las cosas diferentes o como nos conviene, y a mi punto de vista como padre de familia con hijos en la educación básica, quisiera comentarles que estoy totalmente de acuerdo con la reforma que se menciona; no sé qué piensan Ustedes, o para que mejor me entienda no sé de qué privilegios creen que gozan (aunque sí son bastantes), porque se creen intocables y los que se desprestigian son Ustedes solos al querer verles la cara de neófitos a los padres de familia, ya que en varias escuelas hicieron juntas con los padres de familia para “lavarles el coco” para que firmaran un documento haciéndoles creer que a nuestros hijos les iba a perjudicar directamente la reforma, siendo que los del problema son Ustedes. Asimismo no sé por qué no quieren ser evaluados como todas las demás personas en los distintos trabajos, ya que si ponemos varios ejemplos, un licenciado si no funciona en un caso, lo cambian y tiene que prepararse porque cada día reforman o salen leyes nuevas; igualmente, para un doctor la situación es similar. Es más, hasta en una fábrica los trabajadores tienen que cumplir con estándares tanto de calidad como de cantidad y si no los dan son despedidos. En mi caso la situación es similar, ya que por mi trabajo los exámenes son semestrales y más estrictos. Y digo exámenes porque son varios a lo que voy. No sé por qué diablos Ustedes no quieren ser capacitados y evaluados como todos los demás. Y otra cosa que se me olvidaba: en todos los trabajos por lo regular se labora de ocho a diez o doce horas, y Ustedes solamente trabajan cuatro o máximo cinco, por eso algunos maestros tienen doble plaza que se traduce en doble cheque; asimismo en la mayoría de empleos si no trabajan no ganan y Ustedes son los que menos trabajan porque toman todos los días de descanso por ley y los que no lo son también, como por ejemplo el día del papá, de la mamá, día del profesor, día de santa no sé qué, día del perro, día del gato etcétera, etcétera, y cuando hacen festivales duran semanas ensayando sin dar clases completas y los días que según sí trabajan, salen temprano o se fueron a curso o miles de pretextos, sin olvidar los dos largos periodos vacacionales, todo pagadito y todavía no quieren que salgan mal en los exámenes Enlace, pues así cómo si haciendo cuentas en el transcurso del año cuánto es realmente lo que los niños tienen clases. Me gustaría que investigaran en los países desarrollados cuántas horas van los alumnos a clases, pero ya sé qué van a decir, “nosotros no somos un país de primer nivel”; pues cómo lo vamos a ser si personas como Ustedes frenan el desarrollo y las vías para llegar a ello, y así todavía se ponen rebeldes. La verdad, los padres de familia ya estamos hartos de sus desplantes de superioridad y de sus caprichitos, y no hablo solamente por mí sino por la mayoría de los padres de familia de la escuela donde asisten mis hijos. Atentamente. Lety Cortez Correo: leticortez65@hotmail.com