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miércoles, octubre 2, 2024
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Crítica situación de lecheros en BC

Durante décadas, los bajacalifornianos fueron consumidores de sus artículos regionales. La distancia con el Centro de la República, las indiscutibles ventajas de una economía dolarizada en la frontera y una limitada infraestructura carretera para trasladar bienes de otras partes de México a precios accesibles, fueron las principales razones por las que la gente de aquí solo compraba productos hechos en casa. Leche, huevo, carne, toda una amplia gama de hortalizas y hasta botanas de la extinta marca Lourdes, se encontraban en los hogares del estado. Ahora las cosas han cambiado y van de mal en peor para productores y consumidores por igual en la entidad. Tan solo en el sexenio de José Guadalupe Osuna al frente del Gobierno del Estado de Baja California, han cerrado 29 establos tecnificados, la producción de leche bajó al 50 por ciento, y se ha ponderado la venta de fórmulas lácteas (anualmente en el país la industria importa 45 mil toneladas de preparaciones lácteas). En consecuencia, el sector lechero en Baja California está a punto de desaparecer, los apoyos gubernamentales han sido insuficientes y, además, se ha registrado un continuo y significativo encarecimiento de los insumos. Cabe mencionar que ante la insuficiencia de ingresos, en 2011 los lecheros bajacalifornianos adquirieron una deuda de 150 millones de pesos con la banca para comprar forrajes y alimentos, créditos que no pudieron pagar, por lo que se dio el embargo de algunos establos.   Mientras el costo de la producción se eleva cada vez más, el precio por litro de leche en Baja California sigue siendo de 7.30 pesos. Aunque en repetidas ocasiones se ha expuesto el problema al gobierno y los lecheros han solicitado aumentar el precio de sus productos, nada se ha logrado concretar, comentó un productor a ZETA. Por otro lado, la constante pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, los ha llevado a buscar un sustituto en los alimentos que dan a su familia. En el caso que nos ocupa, la fórmula láctea, las familias ahorran entre 2 y 3 pesos en comparación con el litro de leche. De acuerdo al economista Alejandro Díaz Bautista, cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) en el Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP), reportan que Baja California tuvo un incremento de 15.6% a tasa anual durante el tercer trimestre de 2012 respecto al mismo lapso, pero en 2011. Al igual, se ubicó como la entidad federativa que más vio crecer la pobreza salarial en julio-septiembre de 2012. El aumento en dicho índice significa que más personas no pueden adquirir la canasta alimentaria. Aumenta compra de fórmula Para agravar el problema, la gente “compra fórmulas más por conveniencia, no por nutrición, sino por más barato. No podemos competir con un producto que no viene del origen animal, viene de los subproductos. De la leche se hace queso, de lo que sobra, a su vez se forma el suero y todavía de ello hacen el producto. Hay otros productos que no llegan ni a fórmula láctea, que tampoco se les debería llamar leche”, expresó un productor entrevistado por ZETA respecto a la creciente demanda de fórmulas lácteas. De acuerdo al estudio de calidad “Leche y Fórmulas… ¿Lácteas?” (2006) de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), abundan los ejemplos de mercancías que timan al consumidor, al incluir en su marca el vocablo “leche” o imágenes que sugieren, se trata de un producto lácteo. “Muchos de ellos no contienen ni siquiera el mínimo de proteína que requieren para ser fórmula láctea, esto es particularmente importante cuando el producto es usado como alimento para los niños”, cita el texto. Asimismo, el documento refiere que las fórmulas lácteas o productos lácteos combinados (también llamados “alimentos lácteos”) no son leche. Están elaborados a partir de componentes de la leche que contienen menos proteínas, y por lo tanto, son menos nutritivos pero resultan más baratos para el fabricante. Un testimonio de tantos Miguel Aldrete Reynoso es ganadero, mantener sus 550 cabezas de ganado le cuesta entre 35 mil y 40 mil pesos al día. Diariamente produce 8 mil litros de leche, mientras que la recuperación oscila entre los 28 mil y 30 mil pesos. En simples números, ésta es la situación que relata a ZETA el propietario del establo “El Amigo”, ubicado en el Kilómetro 32 de la entrada a Valle de Las Palmas. “Aquí trabajamos toda la familia, hemos tenido que dietar a los animales para poder sacar gastos, además de una serie de acciones internas para salir adelante, mucho trabajo lo hacemos nosotros para hacer que animal coma”, externó. Agregó que en el establo “El Oro Blanco”, que ya cerró, el dueño perdía 50 mil pesos diarios, lo que lo descapitalizó hasta que llegó el banco a recoger su propiedad, pues tenía un crédito que no logró solventar, mientras que algunos productores lograron vender antes que se diera el procedimiento legal de embargo por falta de solvencia. “De esta crisis llevamos más de cuatro años, ya ve que el gobierno anuncia muchos apoyos, pero la realidad es que no llegan. Piden una serie de requisitos que no los puede uno cubrir. Está crítica la situación”, afirmó el empresario ganadero. “La autoridad tiene estudios donde el precio de la leche debe andar en 7.30 por litro, pero no hacen nada. El alimento se ha encarecido mucho y el gobierno no controla nada. El gobierno no sabe cuáles son las necesidades de su estado, no le interesa la economía, yo creo es lo que uno alcanza a mirar”, remató. Cabe mencionar que en la zona se encuentran instalaciones vacías de lo que fuera el establo “El Cachanilla”, el cual contaba con mil cabezas de ganado. Cerró la segunda quincena de enero de 2013. Otro espacio en las mismas condiciones, es el establo “Oro Blanco”.  Quedan muy pocos productores De acuerdo al titular del Consejo Estatal de Productores de Leche, Fernando Varona, en la presente semana se reactivó el Sistema Producto Leche, organismo del cual forman parte los agentes que se ven involucrados en procesos productivos agropecuarios que incluyen el abastecimiento de equipo técnico, servicios e insumos de la producción primaria; así como el acopio, distribución y comercialización. “Ya desapareció la mitad de la producción y una veintena de establos tecnificados. Creo que es tarde, pero es la última esperanza. El organismo no trabajó porque no hubo la suficiente voluntad política de ambas partes, también tenemos que asumir nuestra culpa. No hicimos lo prudente, pero la presión económica nos orilló a pagar la nómina, servicios y alimentación, por lo que difícilmente vas pensar en hacer compras consolidadas, agricultura por contrato o una integración de tu negocio cuando estás preocupado por sobrevivir”, explicó Varona a ZETA. A su vez, dijo que dadas las difíciles circunstancias por las que atraviesa el sector, el Sistema Producto Leche es su última esperanza. Con éste buscan articular la producción en los eslabones de las cadenas de productos primarios, donde habrá compras consolidadas y buscarán fortalecer con crédito gubernamental la Cooperativa Alimentos y Productos para Ganado Lechero que pertenece a dicho sector; además, habrán de bajar costos de producción. “Si dejamos de producir y no hay desabasto, entonces nuestro producto no tiene mayor demanda, ni va a bajar de precio. Somos sustituidos por las formulas lácteas. No hay conciencia en el consumidor de lo que están comprando, por lo que habremos de generar una campaña no satanizando este producto, sino concientizando al ama de casa de lo que está adquiriendo”, finalizó. Lecheros descapitalizados A decir del empresario lechero Jorge Hirales, la producción de leche en el estado ha bajado de 850 mil litros al año, a 430 mil. Actualmente tienen 25 mil vacas productoras (vientres). Según su experiencia, la Ley de Desarrollo Rural contempla la creación del Sistema Producto Leche, del que forman parte diversos organismos.   “En teoría está a todo dar, aunque la industria no está comprometida a nada. Eso y nada es igual a nada. Por otro lado, hay un nuevo delegado, aunque es bien intencionado, no trae aceptación general de los ganaderos; mientras que por otro lado, el  gobierno se está yendo, ésta es una coyuntura que se debe aprovechar para hacer presión”, agregó. Cuando se trata de comprar una vaca productora de leche, en el mercado ésta tiene un precio entre mil 400 y mil 600 dólares, pero si se desea venderla, difícilmente van a recibir 5 mil pesos por ella. “Si te analizan para solicitar un crédito en insumos para pasar otra temporada, te van a evaluar en base al patrimonio, no en base al valor que se tiene en el mercado, entonces están descapitalizados. No hay quien preste dinero, y si lo hacen, es caro”, relató Hirales, para concluir: “Las vacas comen todos los días y se ordeñan todos los días, el producto es perecedero, no es algo que puedas conservar. Para eso ocupas gente, alimento e insumos, tu trabajo es diario; antes los industriales te pagaban cada semana, ahora te están pagando al mes”. Industriales buscan nuevos productos “Como en todos los negocios, la situación es difícil porque se tiene que trabajar, hacer un esfuerzo mayor para ganar menos, pero esto es debido a la difícil situación económica que tenemos. Hemos tenido que recortar gastos innecesarios para poder seguir, además de hacer más eficientes nuestros procesos”, consideró, por su parte, Alejandro Lira, gerente de Ventas de la pasteurizadora Jersey. Aun cuando hay un excedente de 100 mil litros, sigue siendo recibido por los industriales. En el caso de Jersey, han tenido que diversificar su oferta, elaborando productos como mantequilla y yogures probióticos, en busca de otros mercados. Respecto al pago a los lecheros, dijo que éste se entrega cuando mucho a los 15 días. Lira enfatizó que como sector industrial, tienen buena comunicación con gobierno y productor.  “Cuando llegamos a participar en alguna reunión, ésta tiene que ver con el tema del aumento de precios en el producto. Se trata de negociar las cuestiones de dinero dependiendo como esté el sector, pues les ha pegado mucho el aumento en el precio del alimento y otras cosas. Nosotros no intervenimos en eso”. — ¿Qué tanto ha aumentado la venta de las fórmulas lácteas?, se le preguntó. “Claro que el precio quiere decir mucho. En general, la venta entre leche fresca y las fórmulas anda en un 30 por ciento. El mercado de Baja California está muy corto, no podemos entrar a Sonora y Baja California Sur porque está prohibido, debido a una regulación estatal; en cambio aquí nos entra todo lo que sea. Diario se recibe el producto se procesa y sale al público en 24 horas, tiene una vida de 14 días. La presentación que más se vende es el galón, y tiene un precio al público de 52 pesos. Hay que decir que con la entrada de Lala, no tenemos mucha competencia, el mercado que dominan es el de la fórmula, nosotros dominamos en la leche fresca”. De acuerdo al director de Ganadería de la Secretaría de Fomento Agropecuario (SEFOA), David Ibarra Ojeda, el cierre de las unidades de producción se relaciona con el aumento de precios en los insumos que se presentaron en 2011, por lo que la citada dependencia se enfocó en buscar apoyos económicos (15 millones de pesos para 48 establos) para la adquisición de alfalfa, además de que generaron encadenamientos con los productores de forraje para abaratar costos. “Los productores han hecho bastante esfuerzo. El 90 por ciento de ellos venden a las pasteurizadoras que les piden calidad en el producto, del costo total, 65 por ciento se lo lleva el alimento. El productor está acostumbrado a alimentar con alfalfa, y hay que recordar que los insumos para producir se fueron por las nubes. Los mercados de los granos son globalizados, rebasan lo que las plantas estuvieron pagando”. En relación al Sistema Producto Leche,  opinó que éste se retomó porque es necesario estar  apegados a la Ley de Desarrollo Autosustentable, aunque en años anteriores el tema no quedó de lado, pero los productores no mostraron suficiente interés. “Ahora se vuelven a acercar, ahorita ya se conformó el Consejo Estatal de Productores de Leche, falta el consejo de vigilancia, eso corresponderá a SAGARPA; además tendremos a los productores, y otros participantes como el FIRA (Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura) y el FIRCO (Fideicomiso de Riesgo Compartido), y que los representantes de plantas pasteurizadoras se involucren”. Para este año, la meta es lograr la rentabilidad del sector, las acciones que han generado hasta el momento van encaminadas a buscar créditos y alternativas de alimentación para el ganado con maíz. “Nada es suficiente, necesitaríamos un recurso increíble. Recursos federales, no hay recursos suficiente, lo que sí hay es ganas de hacer las cosas, se va a dejar un proyecto para una planta de elaboración de quesos. No vamos a permitir la caída de otro establo”, advirtió Ibarra. Empujarán productos locales Según datos de René Romandía Tamayo, titular de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA), en 1970 (sexenio de Luis Echeverría) toda inversión extranjera que se instalara en México, debía consumir el 20 por ciento de los insumos, ya fueran nacionales o locales, pero en la actualidad el Gobierno Federal apenas exige el 5% de producción local; por lo que como organismo habrá de hacer una propuesta al Congreso del Estado, para que ese monto se eleve por lo menos al 10%. “Tenemos como agremiado a la industria lechera y su margen de venta se ha reducido considerablemente, no somos tan competitivos por el tema del precio, además, se importa leche de otros países. En Estados Unidos, cuando una empresa como Costco se instala en un condado, se les pide que consuman el producto de la región, además de promoverlo. “Parte de las estrategias de CANACINTRA, es buscar el desarrollo de los proveedores regionales y trabajar un convenio en conjunto con las cadenas comerciales, como Costco, Walmart, Sam’s, para que en sus anaqueles tengan productos hechos en la localidad”, detalló Romandía. Solo así podría darse realmente una reactivación de la economía local hecha desde Baja California, como sucedía cuando el Distrito Federal  parecía estar muy lejos y las políticas centralistas no alcanzaban a quebrar a los productores regionales, ni a golpear el bolsillo y reducir la calidad de vida de los residentes de esta franja fronteriza.

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Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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