Ayuntamiento reconoce irregularidades; no llama a rendición de cuentas

Ha sido un largo camino el emprendido por Fortunato González para denunciar las irregularidades del administrador del fraccionamiento Hacienda Agua Caliente. Primero hizo del conocimiento de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) el drenaje a cielo abierto que contamina la calle San Carlos. Luego, se acercó al XX Ayuntamiento para exigir información sobre el otorgamiento de permisos para construir una toma de agua en un predio, del cual es apoderado legal. Tras meses de espera, recibió la respuesta que ya conocía: no hay registros de su emisión. En una carta enviada a la Secretaría de Desarrollo Urbano, el afectado cuestiona la entrega de permisos de urbanización “para la introducción de instalaciones de agua y drenaje, instalación de transformador y líneas de energía eléctrica subterráneas, así como caja de válvulas”. El predio donde fueron colocadas tales adecuaciones por parte de la CESPT -como consta en un video entregado a ZETA-, es el lote 102 manzana 56 del fraccionamiento Hacienda Agua Caliente, así como la pavimentación de parte de la calle San Carlos, a través del terreno e instalación de la barda perimetral. El lote invadido está identificado con la clave catastral MT-056-102, y pertenece a María Consuelo Cota de González, madre del denunciante. En la respuesta emitida por el Departamento de Acciones de Urbanización, los funcionarios municipales reconocen la inexistencia de antecedentes de las licencias necesarias para construir tanto la tomas de agua y el sistema hidráulico, como la barda ya edificada. Sin embargo, el administrador del fraccionamiento Hacienda Agua Caliente, Rafael Carrillo, continúa sin presentarse ante las autoridades municipales requeridas para resolver el problema, y reparar los daños causados al predio de la familia González Cota. El XX Ayuntamiento tampoco ha emitido respuesta sobre el permiso de construcción de una casa, localizada sobre la misma calle. González detectó que la construcción real rebasa por alrededor de 200 metros cuadrados la superficie considerada en los registros catastrales del Municipio.