Héctor Magaña Mosqueda era el síndico municipal de Tijuana, y Jorge Ramos, presidente municipal. En diciembre de 2009 resolvieron, después de una investigación en la fiscalía municipal, inhabilitar por dos años a Jorge Astiazarán para el desempeño de cargo público. Aquello fue el resultado del expediente 016/2009, pero no fue el único. Alfonso Padrés también fue inhabilitado; José Eduardo Solís, suspendido por 25 días; Gustavo Reynoso y David Navarro, amonestados. Todos habían sido investigados por actos irregulares que cometieron siendo funcionarios del Ayuntamiento de Tijuana, encabezado por Jorge Hank Rhon. En el caso del hoy candidato a la alcaldía por el PRI, ordenó a uno de sus colaboradores el envío de despensas a Chiapas con fines electorales. El trabajador hasta la cárcel pisó, y de la responsabilidad de Astiazarán poco se supo. Ahora aparece la inhabilitación de dos años, pero el doctor no la pagó. Sucede que el personero de Jorge Hank Rhon, Carlos Barbosa Castillo, negoció a saber qué asunto con la administración de Jorge Ramos y vía Magaña, para que la sentencia fuese reducida a “una amonestación privada”. Impune el que con esos antecedentes, el doctor quiere gobernar Tijuana, recibió trato preferencial y le fue perdonada la resolución de Sindicatura. Un simple y privado jalón de orejas bastó.
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