Además de contar con buenas playas para surfear, Baja California tiene talento en las tablas, pero hasta hace poco, la participación de menores en competencias era prácticamente nula. De la Escuela de Surf Locales.Mx, nace la idea del proyecto comunitario Surf para Todos, destinado a impartir clases gratuitas de Surfing a niños de 7 a 14 años de edad. Este fin de semana, 13 y 14 de abril, se abrirá la oportunidad de 8:00 a 11:00 de la mañana a un costado del muelle de Rosarito. La escuela prestará tablas y trajes, y ofrecerá atención personalizada, pues Locales.Mx contará con el apoyo de surfos experimentados, expertos médicos, psicólogos y maestros de Educación Física. “Es para fomentar que haya más niños competitivos, que puedan ir a competir a California, llevarlos donde están las grandes marcas y los niños que surfean desde los cinco o seis años. En el nacional infantil en Acapulco, Guerrero, tuvimos tres participantes el año pasado, nos hemos trazado como meta enviar a seis en 2013”, apuntó Carlos Luna, presidente de la Asociación de Surfing de Baja California. Como instructor, Luna refiere que el Surfing desarrolla tanto en lo físico como en lo espiritual, requiere conocer los propios límites y usar prácticamente todo el cuerpo. “Genera a los niños un sentido de alerta, siempre cuidándose de la ola que viene enfrente y estar al pendiente de lo que sucede atrás. Afuera (del agua) no sufren de ‘bullying’, aunque estén chiquitos, y agarran buena condición física”, indicó. Si muestra avances, al menor se le invita a formar parte del equipo y practicar de tres a cuatro días por semana, también de manera gratuita. Si están muy grandes las olas, no se le permite entrar al mar. Para los padres preocupados por la seguridad de sus hijos, Luna garantiza que los pequeños no corren peligro ni tomarán el camino equivocado. “Tengo siete años como instructor, muestro mi currículum. Fui salvavidas siete años, tengo certificados de primeros auxilios, ven a los demás niños y se motivan. No es nada más enseñarles a surfear, sino también las corrientes, que identifiquen cuáles son las peligrosas; a los niños que no nadan mucho, les ayudamos con su técnica de nado. Los involucramos tanto en la práctica como en su seguridad, les damos un pequeño curso de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) para que ellos sepan qué hacer en una situación de emergencia, no solamente en la playa, también en casa. Vagos sí hay, los invitamos a las escuelas para que no se junten con ellos”, detalló. Para conformar la selección estatal, el circuito cuenta con tres fechas de competencia, los cuatro con mejores puntajes por categoría avanzan a la justa nacional. Uno de los líderes en puntos es Joshua Estrada, competidor más joven en el certamen nacional de 2012, ganador de un torneo en Ensenada para ir competir en La Jolla, California, donde obtuvo tercer lugar. Comenzó en un programa llamado Mi Granito de Arena, de fomento a la limpieza de la playa, a cambio colorear y repartir bolsas de basura, recibían clases de Surf. “A mi mamá le gusta mucho la playa, me llevó y me gustó. Ya llevo un año surfeando”, comentó Joshua. “Se le dio muy fácilmente, a los tres o cuatro meses lo metíamos a olas de cuatro pies, agarraba la ola y no lloraba, ni se agitaba cuando se caía de la tabla. Ya hay compañías que se han fijado en él y tiene sus patrocinadores”, complementó el instructor. En los últimos eventos de la Asociación, se abrieron categorías de exhibición para principiantes con año y medio o menos de experiencia, “para motivar a la demás gente que está en la playa que cualquier persona lo puede hacer, y genera un ambiente más familiar. Desde niños de siete años, hasta personas de treinta o cuarenta años”, señaló Luna. Apoyo a medias Por ser un deporte que requiere de equipo costoso, este tipo de proyectos necesita la participación de autoridades deportivas. Una tabla llega a tener un costo de 300 dólares, y el precio de un traje oscila alrededor de 80 dólares. El Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Social, aportó cinco tablas, equivalentes aproximadamente a 15 mil pesos. El Instituto Municipal del Deporte de Rosarito (IMDER), colaboró con mil pesos al proyecto de 100 mil pesos de costo total (veinte tablas y veinte trajes de neopreno). “El gobierno muchas veces te apoya con el diez por ciento porque no es deporte popular. Nos facilitaron las instalaciones, íbamos a nadar en el Centro Acuático de Rosarito, nos cerraron las puertas porque no hay nado libre para niños. Son niños que nadan en el mar, entre olas, pagamos ingreso para usar un carril en el horario de nado libre”, manifestó el presidente de la Asociación Estatal. Luna indicó que empresarios le han abierto las puertas y prestado albercas después de ver a quince niños dominando las olas en tiempo de frío, aunque el traje de neopreno evita que sientan la baja temperatura del agua.