Día con día llega una persona a la llamada edad, de la tercera. Son miles y miles de mexicanos que arriban a tal edad y buscan mejoras en centros de salud, IMSS, ISSSTE, Issstecali, Hospital General y otros lugares donde admiten el tan sonado y poco redituable seguro popular. Cuando he acudido, he visto que dan prioridad y deben pasar las personas mayores, los de la tercera edad. Pero hay algo, México está cumpliendo años y van aumentando a diario los números de pacientes de la tercera edad. Cada vez hay más mexicanos de esa edad y ya ser de ésa no ayudará mucho, pues hay muchísimos pacientes de la misma similitud y se aglomeran ya. Ya no es garantía ser de tal edad y menos si vas en un camión público, posos ceden el lugar al sesentón y los jóvenes fuertes ni se inmutan. Todos queremos entrar pronto al centro de salud y que nos atienda el galeno, pero eso ya no es. Son muchos pacientes de la tercera y ya deben hacer fila y esperar su turno y… tiempo. Llevar algo para leer, tejer, etcétera. También el médico particular: se hace fila y espera, haces cita y te toca, la hora, el día y va uno y ya hay pacientes, mínimo unos diez. Esto irá acrecentándose a diario y no hay quien lo detenga. México pronto será un país de ancianos, será más difícil otorgar servicio médico a tanto adulto mayor y se verá pura tercera edad. Ya no habrá ‘que pase el viejito’, o prioridad a la tercera edad. Se llega el tiempo y no hay más que esperar el turno, si es consultorio, IMSS, ISSSTE, Seguro Popular, etcétera. Así pues, con el México de adultos mayores, que pronto seremos muchos y sin vuelta a atrás; y quien tiene esa edad, a cuidar su salud, ejercicio si puede, comida casera sin grasa y harto cuidada para no enfermarse; y hacer fila entre puro paciente de la tercera edad. Ya no habrá chance al viejecito, todos seremos iguales. Y con tanto desempleo en el país, son millones sin un trabajo formal, y si llegan a viejos, sin Afore, otro problema nacional y de salud, aun peor. Así se ve la actualidad con la era de la vejez, que vamos a ser un montón. Y, otra cosa, no hay medicinas, por fuera las hay, pero son caras, un enorme problema de salud que debe afrontar el Ejecutivo federal, así como afrontó a la ex dirigente del SNTE, así queremos democracia y justicia según su índole. Salud, pueblo de la tercera edad, Dios los bendiga; y cascadas de salud. Leopoldo Durán Ramírez Tijuana, B. C.