23.4 C
Tijuana
viernes, octubre 4, 2024
Publicidad

Proliferan casas abandonadas

En BC hay 11 mil viviendas sin dueño La falta de empleo, aunado a los desarrollos de interés social alejados de la mancha urbana, así como la mala planeación en las rutas de transporte público, carencia de infraestructura educativa, médica, y de seguridad son factores que han generado el abandono de inmuebles –sobre todo en Tijuana– que a su vez se convierten en basureros o, bien, en espacios habitados por malvivientes.   De acuerdo a cifras de la Cámara Nacional de Vivienda (CANADEVI) en el periodo de 2006-2011 en Baja California se construyeron 212 mil 707 casas; el 90 por ciento fueron de interés social. En la actualidad el INFONAVIT ha detectado en el estado 18 mil 87 viviendas que tenían un crédito y fueron abandonadas por los propietarios.    Vale la pena decir que, en su mayoría, los pobladores de estos espacios no cuentan con un auto para trasladarse a su lugar de trabajo, por lo que deben usar el transporte público, lo que les genera un gasto promedio semanal de 250 pesos (30 por ciento de sus ingresos), en detrimento de su economía. Los desplazamientos tardan en promedio hora y hora y media. De acuerdo al estudio “Situación Inmobiliaria México. Enero 2013” el equilibrio entre vivienda de bajo costo y ubicación céntrica ha sido difícil de encontrar. “La vivienda ha avanzado por delante de la provisión de servicios, lo cual ha generado fuertes rezagos en infraestructura social y económica. Se han abierto oportunidades para la inversión en infraestructura y servicios, aunque debe partirse de una visión integral y de largo plazo”, establece el documento. Testimonios Alicia y su esposo Arturo rentan una casa en la colonia Camino Verde y quieren adquirir un espacio propio uniendo sus créditos de INFONAVIT. Con el monto que tienen les alcanza para un inmueble con un valor promedio de 300 mil pesos. En el mercado hay unidades nuevas de 2 recámaras, cocina, sala y medio baño, las cuales se ubican en dicho rango de precio, aunque también hay moradas usadas con un valor 20 por ciento menos.  “Las opciones para comprar que vimos están lejos. Nos va a salir caro el traslado por la gasolina o el transporte público, con el riesgo de no llegar a tiempo al trabajo. Algunos desarrollos tienen escuela primaria y no hay secundaria y tengo dos hijos en ese nivel, por lo que no habría espacio para ellos. Además tengo una niña de 3 meses y si se llega a enfermar de urgencia tendría que trasladarme hasta Tijuana a una clínica”. La otra opción que tienen, dijo, es construir un cuartito en la casa de su mamá, quien vive en la colonia Camino Verde cerca del crucero de la 5 y 10, sitio donde podrán acomodar sus pertenencias. Por otro lado, Graciela es empleada de limpieza, vive en el fraccionamiento Villas de Baja California y quiere adquirir un hogar. “Vi una casita, está ocupada por una señora que apareció de repente. No es la dueña, pero al parecer la va a recoger el INFONAVIT, quiero comprar cerca de aquí porque gano mil pesos a la semana y mi trabajo está cerca, de otra forma en un lugar lejos el dinero se me iría en taxis”, finalizó. El reportero recorrió espacios como Hacienda Los Venados, Las Delicias, Palmillas y Villas el Campo. En todos estos casos el acceso vial es de dos carriles con sendos hoyancos, lo que genera tráfico vehicular para entrar o salir de la remota y descuidada zona.  Incluso la calle que lleva a Villas del Campo parece más un camino vecinal; zanjas a los costados y baches hacen de la calle un lugar peligroso, pues hay tramos donde los conductores tienen que invadir el carril contrario; de hecho ya ha habido varios accidentes, según comentó uno de los habitantes del lugar.  En el recorrido invariablemente pueden encontrarse domicilios nuevos que no han sido vendidos y también los hay abandonados, “grafiteados” y desmantelados.  Respecto a la seguridad, Mary Ramírez, quien habita en el Fraccionamiento Palmillas, afirmó que los robos a casa habitación son constantes, por lo que los vecinos han tenido que apoyarse entre ellos para vigilar, ya que la policía raramente acude a su llamado.  Manuel Valadez tiene su morada en Villas del Campo y abundó: “Trabajo en Otay, gano mil pesos. Salgo entre cinco y cinco y media de la mañana para estar antes de las siete de la mañana que abren. Vivo en casa propia la compré hace dos años pero me sale muy caro el traslado, de hecho unos vecinos se han ido a vivir con familiares que están más cerca de sus trabajos, por eso se ven muchas casas abandonadas”. No hay muchos desarrollos nuevos Aunque desconoce el número real de casas abandonadas, el agente inmobiliario Jorge Zúñiga dijo que la cifra entre los inmuebles dejados, no vendidos y comprados de nuevo para posterior venta, sí llama la atención.  “Algunas a lo mejor no están abandonadas, pero no están vendidas, o el desarrollador no pudo continuar con el proyecto. Ese fenómeno es de tiempo atrás y el resultado ahorita. Mucha de la gente que compró una casa con INFONAVIT y cambiaron las condiciones laborales, pierden el trabajo, no vivían aquí, entonces no encontraban sentido de pertenencia y se fueron. La venta de casas nuevas ha estado muy tranquilo”. El entrevistado expuso que los espacios en cuestión empezaron a adjudicarse por los bancos o bien los desarrollos de forma legal, para volverlos a ofertar. “Las venden bajo un esquema adjudicado a un inversionista, quien las compra, las renueva y las vuelve a colocar. Ellos compraron a precios más económicos y las venden en un 20 por ciento menos”.   El error urbano Por su parte el asesor de Presidencia de la Secretaría de Desarrollo Urbano, David Navarro, justificó que el fenómeno en cuestión se ha dado no solo en Tijuana, sino también debido a una política nacional donde ponderó la generación de complejos residenciales sin adecuada supervisión del gobierno en sus tres niveles, lo que en estos momentos genera estragos. “Es un error urbano que han cometido en toda la república. Los desarrolladores compran tierra muy barata en lugares muy lejos y luego construyen. La gente hace el esfuerzo y tiene la ilusión de comprar su casa y están dos o tres meses y se dan cuenta que está alejado del entorno urbano, que no tiene todos los servicios, ni lo necesario y les sale más barato dejar la casa y regresarse con la suegra o la tía o rentar”. “Ahorita lo que les sobra es producto, y andan viendo cómo colocarla, tienen sobre stock y no tiene caso estar edificando”, subrayó.  Por su parte, Roberto Díaz García, titular de DAU, indicó que de 1983 a la fecha el ayuntamiento ha recibido 131 fraccionamientos y que esperan 18 más para este 2013. En relación a la lejanía de los mismos con respecto a la mancha urbana y la falta de infraestructura responsabilizó a los fraccionadores, pues son ellos quienes deben brindar los servicios en tanto que los espacios no sean recepcionados por el municipio.   El crecimiento de Tijuana Con más de 900 colonias en Tijuana, los desarrolladores han dejado de lado la zona centro, donde no hay espacio para edificar, concentrándose en la zona este de la ciudad para dar pie a conceptos como Villa del Campo, Palmillas y Hacienda Los Venados, cuyo fracaso es latente por lo complejo que resulta residir ahí. En el caso concreto de Villa del Campo se trata de un complejo habitacional cercano a Tecate y perteneciente a la Presa Rural. Ahí se contempla la edificación de cerca de 10 mil viviendas. Asimismo, Valle de las Palmas se extiende en una superficie de 13 mil 454 metros cuadrados. En una primera etapa del proyecto considera una superficie de 435 hectáreas, lo equivalente a 10 mil viviendas. Hacienda Los Venados está ubicado en el kilómetro 21 del Corredor 2000 Tijuana- Rosarito. Está compuesto por 4 mil 500 inmuebles respectivamente. Para atraer a los compradores a este punto de la ciudad se edificaron grandes bulevares y puentes, dotando a la zona de infraestructuras viales. Sin trabajo cae venta de casas Para el economista José Luis Contreras Valenzuela, ante la pérdida de empleo que se generó entre 2007-2010, hubo trabajadores que dejaron sus hogares. “De hecho lo que se está dando es que se incrementó la venta de casas usadas porque los propietarios tuvieron problemas e intervino el banco. Eso pasó sobre todo en la población en las casas de interés social, ante la pérdida del puesto dejaron de pagar al INFONAVIT”.   Abundó que ante tal situación, la institución ha tenido que posesionarse de las unidades porque muchas de las veces han sido “vandalizadas” o se han convertido en picaderos. “Creo que aquí debería privar el criterio más social y tratar de proteger con un seguro de desempleo, que mientras no consigas empleos no se exija el pago del crédito. Y eso no se está aplicando, sino que priva la situación financiera. Si no pagan las mensualidades los desalojan. Falta entender que estamos en un problema social de crisis que no se ha terminado y no se ha superado”. Agregó que hay muchos bajacalifornianos que pasaron de la  formalidad a la informalidad, quienes no van a tener la determinación de pagar su hogar, cuando apenas tienen para llevar el sustento familiar. “Aun así, tiene un costo para INFONAVIT porque nadie le va a estar pagando y necesita invertir para la reconstrucción de las mismas. Es la inconsistencia que se dado, la ausencia de una política que permita proteger a la población que se está quedando sin empleos”. Respecto a los espacios dejados el Delegado de INFONAVIT en Baja California, Víctor Ruiz Gessenius, dijo que en el presente año esperan recuperar en Tijuana 5 mil de ellos mismos que fueron adquiridos con un crédito del organismo, para posteriormente volverlas a vender. En 2013 otorgarán 36 mil créditos, bien pueden ser destinados en la adquisición de un inmueble nuevo, la remodelación de una casa, o bien adquirir una vivienda usada.  “En 2012 se ejercieron 33 mil 150 créditos (13 mil 783 para comprar casas nuevas), eso generó una derrama económica de 6 mil 24 millones de pesos. Para abatir el problema de la falta de infraestructura estamos trabajando en conjunto con el ayuntamiento y los desarrolladores para que se vayan cubriendo las necesidades paulatinamente”, acotó. El rezago de la vivienda De acuerdo a datos presentados por la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) en 2011, la demanda de vivienda anual para Baja California fue de 51 mil 745 unidades, lo equivalente al 7 por ciento de la demanda a nivel nacional. Mientras que rezago en casas habitación era de 42 mil 418 viviendas al año 2000, que representan el 2.3 por ciento del total nacional. Cabe mencionar que la población en el estado equivale al 3 por ciento del total a nivel nacional. Tijuana es el municipio más poblado en el estado, con el 50 por ciento del total de habitantes; en Mexicali reside el 30 por ciento de los bajacalifornianos, en Ensenada el 15 por ciento y en Tecate y Rosarito el 3 por ciento. Tijuana representa el mayor generador de crecimiento y atracción de personas. El crecimiento anual aproximado llega a mil 200 hectáreas. Con esa tasa para el presente año se requerirán alrededor de 17 mil 350 hectáreas para soportar el crecimiento. Pero sin planeación adecuada lo cierto es que en materia de vivienda de poco sirven desarrollos residenciales que cada vez resultan más difíciles de habitar. Canadevi atiende su problemática El Presidente de la Cámara Nacional de Vivienda (CANADEVI), Roberto Anda, señaló que en los fraccionamientos de los asociados de Tijuana tienen un inventario de 3 mil inmuebles en proceso de construcción y comercialización. Mientras que desocupados tienen un registro de 5 mil 200. “El municipio va a ejercer el crédito fiscal a la vivienda desocupada y el INFONAVIT las va a poder adjudicar, para volverlas a poner en venta. Por lo que respecta a la parte de los servicios públicos, éstos van por cuenta del mismo desarrollador, alumbrado público, vigilancia recolección de basura estamos obligados por ley. “Lo que respecta al equipamiento en comercio, salud, educación, agua potable, no estamos facultados de manera directa para construir. Nosotros se las pagamos a la autoridad, son ellos quienes tienen que instalarlo, lo que nos genera un retraso en el servicio”. Añadió que para subsanar dicha parte han generado reuniones con la autoridad para negociar la oferta de servicios básicos. “La gente que da el servicio médico a la gente de obra de nosotros, ese mismo doctor brinda servicios mientras no se instale una clínica, de esa manera tratamos de compensar un poco. Lo mismo pasa con medicamentos de primeros auxilios, ahí mismo les damos receta para que vayan a una farmacia”, finalizó.  

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas