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martes, octubre 1, 2024
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La diferencia

… entre renunciar y ser removido, son varios cientos de miles de pesos. Si tienen duda, preguntarle al desubicado Ariel Lizárraga Montero, quien incluso mandó boletín anunciando su renuncia a la dirección de comunicación del Congreso del Estado para integrarse a la campaña del priista Fernando Castro Trenti, pero quien hasta la fecha no lo ha ubicado en cargo alguno –al menos no público. Resulta que hace unos días se le tomó la posesión del cargo a Víctor Alarcón Requejo, pero se anotó oficialmente en documento del Congreso: “Acuerdo de la Comisión de Comunicación y Relaciones Públicas por el que se remueve del cargo de director de comunicación social el (sic) C. Ariel Alejandro Lizárraga Montero y se somete a consideración de esta honorable asamblea la propuesta para designar sucesor”. Bien, la diferencia entre aceptar renuncia y remover, son aproximadamente 400 mil pesos. A pesar que los diputados no son transparentes en eso de informar sus cuentas, ahí van las estimaciones. Considerando que el “removido” gana –según el portal de transparencia– 87 mil 619 pesos con 65 centavos. Si basamos las cuentas en la ley federal del trabajo, sucede que en el caso de la renuncia solo correspondería a Lizárraga cobrar un cheque de 16 mil 582.52 pesos entre vacaciones correspondientes al último ejercicio, prima vacacional y proporcional de aguinaldo. Pero si fue “removido”, le corresponderían tres meses de sueldo, 259 mil 398 pesos; 132 mil 321 pesos por 20 días de sueldo por cada año de servicio y por prima de antigüedad poco más de 3 mil 500 pesos hasta llegar al total de 411 mil 870 pesos con 60 centavos. Ahora falta ver que tan generosos son los diputados priistas con éste ex servidor.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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