Impera apatía

Ensenada, Baja California. Cuarenta y seis proyectos entre comparsas y carros alegóricos desfilaron la tarde de sábado, domingo y martes del tradicional Carnaval celebrado en el puerto de Ensenada, cuya edición 96 fue dedicada a la República Mexicana y sus prácticas, misma que quedó muy lejos de ser aquella fiesta para la que llegaron a convocarse 700 mil personas en seis días. Bajo el concepto “Festejemos México”, miles de familias invadieron las inmediaciones del bulevar Costero para unirse a la alegría de las danzas, el desfile de los ensambles móviles y las escuelas de danza, lluvia de confeti por doquier, música en vivo y extraída de los CD’s, y un sinfín de actividades de la carnestolenda. El Carnaval de “La Bella Cenicienta del Pacífico” es el tercero en importancia en el país, apenas por debajo de Veracruz y Mazatlán, sin embargo, el repunte de otros, y la decadencia de la edición bajacaliforniana podría sacarlo del podio virtual: “Cada vez es más difícil organizar esta fiesta que representa la única ocasión que la clase baja ensenadense puede ver gratuitamente a un artista reconocido. Es un proyecto muy grande en el que participa mucha gente, pero el verdadero problema es la economía. México está en crisis, sumado a que la gente no quiere cooperar, no le interesa participar”, señaló Ramón ‘El Guaymas’ Inzunza, quien ha organizado las últimas tres ediciones del Carnaval de Ensenada. Al cuestionarle a Inzunza sobre la decadencia del Carnaval, luego de que en su intervención durante 2011 éste brillara como una de las mejores ediciones, acusó al gobierno de la ciudad de retirarle el apoyo con que la Cervecería Tecate contribuye a dicha festividad. “Este año la cervecería entregó su aportación a la administración de Enrique Pelayo Torres, pero ellos dispusieron de esa entrada cuando es a ellos a los que les corresponde organizar la fiesta. Es muy duro que te quiten el 50% del presupuesto; aunado a eso, a las empresas grandes o cadenas no les interesa el Carnaval. Hay una tremenda apatía en la ciudad, y así qué fiesta vas a organizar. Hay mucha gente que vive de los ensenadenses pero no le aporta nada a Ensenada. Somos muy apáticos”, enfatizó Inzunza, quien mencionó que gobierno del Estado apoyó con 100 mil pesos. “Quien hace el Carnaval son los colonos de la periferia, ellos son los que lo hacen con su participación, pero siento que podríamos estar a la par de Mazatlán y Veracruz si hubiera interés por los gobernantes en turno por brindar una fiesta que los bajacalifornianos merecemos, y aprovechar que es el evento masivo más grande del Noroeste de México”, apuntó el organizador que dice dejará infraestructura para los próximos encargados. Sobre las constantes quejas del comercio organizado referente a la afectación económica por la ubicación del Carnaval, Inzunza señaló que los que se quejan son menos, y nunca cooperan; luego argumentó que la mayoría de la ciudadanía asiste a celebrar la tradición. Durante los desfiles se pudo apreciar comparsas y carros alegóricos acomodados cronológicamente, desde las raíces prehispánicas, el descubrimiento de América, los tiempos de Maximiliano y Carlota, hasta la Revolución Mexicana y Emiliano Zapata, además de las dedicadas a los juegos mexicanos, las catrinas, el ferrocarril, entre otros. “La idea con esto fue promocionar a nuestro país, pero sobre todo rescatar nuestra identidad. No sabemos ni quiénes somos”, subrayó la cabeza del Carnaval, para el cual se distribuyeron 400 elementos de seguridad, se delimitaron áreas para niños, y se logró promover diferente música, desde la cubana, hasta el mariachi, banda, rock y norteño. Con seis cuadras de música, baile, comida, y artesanías, Ensenada logró sobrevivir por mera tradición: “Vale mucho el entusiasmo de algunos. Sabemos que en la comunidad no hay dinero, y eso lo vimos en la convocatoria de los reyes, pero tenemos el Carnaval que merecemos, sin estructura, ni posterío como el Desfile de las Rosas, pero siempre habrá gente involucrándose como las universidades, son la juventud empujando”. Para Inzunza, el nuevo malecón y continuación del bulevar costero debe ser la nueva zona de Carnaval, junto al mar como en Mazatlán y Veracruz; pero para rescatar la festividad dice, falta apoyo político y voluntad de la Secretaría de Turismo para involucrarse. MANTIENE ROSARITO VIVO SU CARNAVAL “Estuvimos a punto de cancelar el desfile de Carnaval, pero había mucha participación y entusiasmo entre los grupos sociales que decidimos empujar y apostar por mantener la tradición. Llevamos tres años consecutivos. Estamos en pañales, pero hay entusiasmo, y eso se refleja en los 20 proyectos entre comparsas y carros alegóricos que participaron”, indicó Javier Orantes, organizador del Carnaval Rosarito, dedicado este año al Cine Internacional, quien aseguró convocar 8 mil personas durante el fin de semana. El Rey León, Titanic, Star Wars, Nemo, y Aladino, entre otros carros alegóricos, conformaron el desfile en Playas de Rosarito, mismo que unas 800 personas presenciaron la tarde del martes a lo largo del centro de la ciudad, donde estudiantes, transeúntes y trabajadores aglomeraron las aceras del bulevar. “No nos sentimos satisfechos. Cumplimos a medias con el evento en la medida de que la gente no respondió por el frío, pero quisimos darle continuidad. No queremos que desaparezca la tradición. Vamos a seguir invitando a compartir lo que es el Carnaval, pero es necesario formar un comité con las autoridades para poder seguir organizarlo, y necesitamos más participación de la ciudadanía”, agregó. Lo cierto es que mucha o poca convocatoria, Rosarito reflejó un logro que corresponde al esfuerzo de una ciudad que en tradición de Carnavales prácticamente está en pañales, pero que en el rostro de las familias, niños, y jóvenes denotó alegría y diversión de la mano de la música de banda, y norteña. “Lo más importante para nosotros fue mantener la tradición, y unir esfuerzos en conjunto con los grupos sociales que trabajaron parte del año en sus coreografías, vestuarios, y comparsas para no perder la historia”, puntualizó.   “El misterio de los mares” En La Paz, Baja California Sur el malecón costero se pintó de colores en una fiesta de alegría, música, baile y diversión para los habitantes y visitantes con la llegada del carnaval que este año llevó por nombre “El misterio de los mares”, en donde las  comparsas mostraron lo representativo de la costa. Desde el jueves 7 al martes 12 de febrero, la algarabía, emoción, desfile, y participación de los lugareños se vivió a lo largo de los 6 kilómetros del paseo costero donde más de 30 carros alegóricos representaron cada una de las tradiciones porteñas. En la procesión participaron alrededor de mil 500 personas ante los trabajos de los artistas que hicieron lucir cada carro que vistieron con las características propias del año en cuestión. Además, la parte artística le dio un toque especial a la fiesta que representa la cultura popular, predominando las actuaciones de Gloria Trevi, Grupo Cañaveral, María José, Motel, entre otros, dando como resultado la afluencia de 120 asistentes por día en el lugar. Lejos de disturbios, problemas e incidentes de gravedad, los días de Carnaval en La Paz transcurrieron con saldo blanco remitiéndose solamente a 85 personas por delitos menores como: estado de ebriedad, satisfacer sus necesidades fisiológicas en la vía pública y riñas menores. (Alejandro Acuña/ZETA).