Buscaglia: “Pemex infiltrada por la delincuencia organizada” La larga cadena de anomalías, “ordeña”, accidentes o atentados contra ductos e instalaciones de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en los últimos años, incluida la negligencia e inseguridad de la paraestatal, abren las puertas al narcoterrorismo. Las anomalías en la explosión del edificio B-2 de la infraestructura de Petróleos Mexicanos el 31 de enero, que arrojó 37 muertos y más de cien heridos, continúan a la vista de todos, como la que expresa el representante de Conservación Pilotes Control, Sociedad Anónima (COPICOSA), encargada del mantenimiento del edificio de PEMEX donde trabajaban tres empleados suyos muy experimentados: “Nosotros no tuvimos acceso al lugar del siniestro, ya no pudimos acceder al sitio, no vimos a nuestros trabajadores en el momento de sacarlos… Nosotros no estuvimos en el sitio, no tuvimos acceso a la zona. Lamentablemente no tuvimos acceso al sitio”. La versión de la Procuraduría General de la República (PGR), a cargo de Jesús Murillo Karam, es que “la explosión fue causada por una acumulación de gas”, y hasta el jueves 7 de febrero, no ha habido un peritaje. “Lo único que estamos haciendo es, pues, esperar las conclusiones que tengan las autoridades… Tenemos que esperar a que se den las conclusiones, que se nos explique por dónde vino el gas, qué fue exactamente lo que ocurrió; digo, de que fue una chispa lo que provocó la explosión, obviamente fue una chispa, ¿provocada en dónde? Pues puede ser en cualquier parte”, expresó a ZETA el ingeniero César Falcón, representante de COPICOSA. El ingeniero especialista deslindó a su empresa porque sus tres trabajadores de mantenimiento del edificio que murieron en la explosión, “son los únicos que tienen acceso, ellos (sus trabajadores) y los periciales de PEMEX”. Por su parte, Fernando Álvarez Bravo, oficial de enlace de Brigada de Rescate Topos Tlatelolco, A.C, mismo que participó en el grupo de rescate en el edificio B-2 de PEMEX, expresó a ZETA: “No sabemos si fue gas u otro artefacto”. En cuanto se le pregunta si percibió algún olor de gas causante de la explosión presente, tal como el procurador Murillo Karam indica que había en el lugar, contesta contundente: “Nada, nada de olor. Cuando llegamos nosotros no percibimos nada; entramos a la hora de que había sucedido, pero llevaba una hora ventilándose eso”. El brigadista refiere cómo encontró el lugar y los cuerpos, pero no había señas de combustión: “Sacamos archiveros, cosas y todos los papeles; copiadora, impresora, y no estaba quemado. Al nivel que nosotros trabajamos no había documentación quemada, ni ninguna de las personas que ayudamos a sacar estaba quemada”. La cuestionada voz oficial <p>Aunque el peritaje de la PGR sobre la explosión del edificio B-2 de PEMEX no había sido dado a conocer hasta el jueves 7 de febrero, la versión oficial del gobierno de Enrique Peña Nieto es que la explosión fue un accidente: “Hemos podido determinar que la explosión fue causada por una acumulación de gas en los sótanos del edificio B-2”, expresó el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam. Agregó que “las quemaduras (sufridas por las víctimas) son producto de una explosión de gas. Si hubiera sido por un artefacto explosivo, habríamos encontrado residuos de carbón, lo que no sucede en este caso. Esta explosión propició un efecto en la estructura de los pisos del edificio, que generó primero un impulso hacia arriba, después la caída. “Los cuerpos de las víctimas no presentan desmembramiento, y únicamente los cuerpos que estuvieron en la zona de explosión de gas presentan quemaduras. No hay rastro de explosivos en la zona afectada”, sostuvo descartando un atentado. Lo cierto es que en los últimos años, PEMEX ha sido blanco de muchos “accidentes”. Antecedentes inmediatos de crimen organizado en PEMEX Tanto el Cártel del Golfo, Los Zetas como el Cártel de Sinaloa, tienen la economía y logística para delinquir contra PEMEX. La tragedia más reciente ocurrió en San Martín Texmelucan, Puebla, cuando el domingo 19 de diciembre de 2010, una explosión provocada por el robo de combustible por parte de Los Zetas dejó como saldo 29 personas fallecidas y 52 hospitalizadas. Apenas en junio de 2009, la PGR comunicaba a través de su boletín 736/09 el auto de formal prisión a 12 “ordeñadores” de Los Zetas, debido al tráfico de “condensado de campo”: “Los ahora procesados se encuentran vinculados con el grupo delictivo denominado ‘Los Zetas’, brazo armado del Cártel del Golfo, teniendo como actividad principal la comercialización ilegal del hidrocarburo denominado ‘condensado de campo’ o ‘gas’, propiedad de la nación, toda vez que su explotación y distribución está concedida únicamente a Petróleos Mexicanos (PEMEX)”. La PGR documentó en 2010 el modus operandi del tráfico ilegal del hidrocarburo: “Los elementos probatorios permitieron acreditar que los recursos generados con la venta del hidrocarburo se depositaban y triangulaban en diversas cuentas para ocultar el origen ilícito de los mismos, así como intentar dar legalidad a su destino, actividad que es atribuida a Miguel Ángel Almaraz Maldonado, líder de la célula criminal consignada, apoyado por el resto de la organización en acciones de tráfico, transporte y extracción del hidrocarburo”. Buscaglia: “Pemex infiltrada por la delincuencia organizada” “PEMEX es un foco de inseguridad nacional, de inseguridad pública, y es un foco de inseguridad humana”, analiza en entrevista con ZETA el doctor Edgardo Buscaglia, investigador principal de la Universidad de Columbia en Nueva York y presidente del Instituto Acción Ciudadana. La advertencia responde “dada la larga cadena de no explicados accidentes y atentados en donde no se han asignado responsabilidades, ni se han procesado a los responsables”. El investigador en inseguridad internacional advierte el poder de Los Zetas, Cártel del Golfo y Cártel de Sinaloa para someter a Petróleos Mexicanos: “Dado ese contexto de anomalías, irregularidades e infiltración de la delincuencia organizada, sean Los Zetas (liderado por Miguel Ángel Treviño) vendiendo petróleo a Estados Unidos, o sea, Sinaloa (cártel que lidera Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán), vendiéndolo en Canadá infiltrando a PEMEX, no veo todavía que la administración Peña Nieto haya ni siquiera dado el primer paso para poder explicar cómo van a implementar mecanismos para frenar esta infiltración de la delincuencia organizada en una empresa de la envergadura de PEMEX”, expresa contundente a este Semanario el prestigiado investigador. Buscaglia analiza la vulnerabilidad de Petróleos Mexicanos desde un contexto integral e histórico: “Hay que estudiar y analizar el contexto integral: PEMEX es una empresa pública que ha estado infiltrada por la delincuencia organizada ya desde hace varios años, la documentación probatoria ya existe y ha sido documentada; han existido ataques en el pasado contra sus ductos, contra sus instalaciones en varias oportunidades, además del saqueo de los grupos criminales ligados a empresas norteamericanas, canadienses. Es un contexto de infiltración criminal masiva donde esta explosión que de acuerdo a los primeros indicios es gas, puede ser una explosión de gas causada por una acumulación fortuita ligada a negligencia; o puede ser una acumulación causada por sabotaje”. El investigador lamenta que no haya una investigación oficial independiente de Estados Unidos o algún estado europeo, más allá de los peritajes de la propia PGR del bromista Jesús Murillo Karam: “Todavía no existe una versión oficial, porque siguen diciendo en México que hay una versión oficial, pero una versión oficial existe solamente cuando hay un informe de peritos independientes, si bien son financiados por el Estado, tienen que ser independientes en su mayoría internacionales, no ligados al sector público mexicano”. Además de una investigación pericial que no dependa de gobierno de Enrique Peña Nieto a través de la PGR para auto-investigarse, el especialista aclara que es necesaria la intervención del Congreso, que hasta ahora permanece como espectador: “El gobierno no se puede investigar a sí mismo. El Poder Ejecutivo no se puede investigar a sí mismo, a veces hay conflictos de interés como en este caso; especialmente cuando una empresa está tan infiltrada por la delincuencia organizada.</p> “Paralela e independientemente al reporte de peritos firmado, indicando unánimemente una causa mediata de la explosión de gas, debería haber una investigación de una comisión del Congreso para asignar responsabilidades políticas y civiles para más adelante. Mientras esos elementos en la investigación seria no existan, no hay una versión oficial”, explica el especialista. “Hasta que esos mecanismos no estén en funcionamiento y generen un producto, no hay una versión oficial, hay simplemente conferencias de prensa impartidas de manera muy amateur por un procurador (Jesús Murillo Karam) que hasta creo que se mandó un chiste, pero no hay una versión oficial fundamentada y motivada. “Yo no veo todavía que esos tres mecanismos hayan generado un producto de primer mundo, y hasta en tanto eso no esté determinado, no podemos hablar de una versión oficial; yo tengo mis severas dudas de que esos dos de tres mecanismos generen un producto adecuado. Todavía no veo que ni el Congreso ni los peritos (de la PGR) estén actuando de manera independiente para generar este tipo de reportes que normalmente en países donde ocurren, los investigan; hay comisiones especiales en Francia, Alemania, en cualquier democracia desarrollada que generan comisiones con reportes que asignan responsabilidades políticas, y además brindan insumos que después se pueden judicializar para que los familiares de las víctimas puedan demandar a quien tengan que demandar y obtener una reparación del daño. Y además se pueda con esos insumos de la comisión del Congreso, judicializar el caso para aportar material probatorio, potencialmente una causa penal”. Sobre la información del gobierno de Enrique Peña Nieto en torno a PEMEX, “hay mucha improvisación, hay mucho show, pero pocos resultados”. — ¿Hay razones para creer de que se trató de un atentado terrorista o narcoterrorismo?, cuestionó ZETA. “Dada la enorme cantidad de casos, infiltración de la delincuencia organizada en una empresa como PEMEX, que están documentados en el pasado, y dada la cantidad de ataques a sus instalaciones que se han observado en los últimos diez años, yo no haría una conferencia de prensa improvisada haciendo chistes (haciendo alusión a Murillo Karam), diciendo que simplemente fue una explosión de gas; es un contexto en el cual uno tiene que realmente sentarse en la hipótesis de que si bien fue una explosión de gas, esa explosión de gas pudo haber estado premeditada e investigar. “Los países serios instalan los tres mecanismos para poder llegar a una respuesta preliminar de la cual México todavía no está llegando; sí es plausible que la delincuencia organizada pueda estar involucrada. Yo te diría que no podemos dar una respuesta, pero tampoco le creo a cualquier respuesta que dé en este momento la PGR sin haber hecho una adecuada investigación y sin los peritos operando no adjunto con la PGR, sino a través de un mecanismo monitoreado por la sociedad civil y el Poder Legislativo. No vemos todavía todo ese tipo de mecanismos en funcionamiento. “La gente, el ciudadano de a pie tiene razón en no creer, hay una actitud de descreimiento ante las versiones que se quieren pintar como oficiales, cuando ni siquiera están fundamentadas en reportes con un mínimo de fundamento técnico. “Entonces, tenemos una larga cadena de ‘accidentes’ entre comillas, donde inmediatamente sale secretarios de estado a decir que fue un accidente a los pocos minutos sin haber hecho una investigación. “Yo estaría cometiendo el mismo error que el gobierno si te dijese si fue la delincuencia organizada; pero hay fortísimos indicios de infiltración criminal, pruebas de que PEMEX ha estado operando parcialmente para la delincuencia organizada. La delincuencia organizada ya te ha privatizado PEMEX, parcialmente, sí, entre un 20 y un 30 por ciento de su producción está siendo robada y vendida al sector privado sin que deje ningún tipo de redito al sector público; o sea que ya de facto está siendo privatizada por la delincuencia organizada PEMEX. “A mí me gustaría escuchar del Estado mexicano qué medidas se están tomando para poder contrarrestar esa horrible, vastísima infiltración de grupos criminales en PEMEX, donde hay funcionarios públicos y del sector privado involucrados a través de subcontrataciones”, concluyó el investigador. Finalmente, en la larga cadena de tragedias sin investigar, quedan en la memoria los 72 migrantes sepultados en Tamaulipas, los 35 cadáveres abandonados en las calles veracruzanas en un camión de redilas, el asesinato de ex gobernadores, candidatos a gobernador, más de 30 alcaldes asesinados, la venta de petróleo de Los Zetas a Estados Unidos y el Cártel de Sinaloa. Tal como lo advierte Eduardo Buscaglia, la vulnerabilidad de Petróleos Mexicanos ante los “accidentes” o atentados, lleva a concluir inevitablemente su fragilidad y apertura a las puertas del narcoterrorismo.