Los invitados llegan con familia y amigos, pero solo un regalito de 100 pesos por rebaño. El pastel dice: Happy Birthday Yiyo… en lugar del nombre verdadero del festejado. Es una piñata pero hay más adultos que niños. El bebé está cumpliendo su primer añito y el menú es tostadas ceviche y tacos de asada y de tripa. Ah, lo más importante, 10 cajas de cerveza y varias botellas de tequila. Los invitados comienzan a llegar y anfitriones apenas se han ido a la casa a bañar y cambiar. La fiesta es el sábado pero invitan a todo mundo el día antes por la noche, y para colmo bajo amenaza: “No me vayas a fallar”. Siempre parece que hay más familia que amigos en la fiesta. Haces la fiesta en la casa de tu tía, a la que no ves hace años, porque se acaba de comprar una casa con piscina o de perdida con patio. Siempre se acaba el hielo a la mitad de la fiesta. A la hora de romper la piñata hay que advertirle a los papás que no se metan porque van a lastimar a los niños. Los papás igual se meten y taclean a cuanto chamaco se les atraviese en el camino de ese delicioso Pelón Pelo Rico. El pastel lo hizo la amiga de la comadre de tu tía que hace unos pastelazos de poca. Son las 10 de la noche, los niños están llenos de tierra, con la cara llena de betún, dormidos como calcomanías en los sillones, sobre cojines y en el tapete del porche, pero la “piñata” apenas empieza a ponerse buena.