Bueno, aún no se sabe dónde quedó Ariel Lizárraga en el organigrama de precampaña de Fernando Castro Trenti, pero ya se activó en eso de conseguir recursos para la campaña del priista en caso que le sostengan eso de ser el beneficiario del dedo presidencial. Hace unos días, fuera de todo protocolo político, los dueños y representantes de bares en la zona norte de Tijuana, recibieron la llamada de Lizárraga. Uno de los destinatarios parafraseó a DICHOZ el tenor de la llamada del incondicional de Castro: “Nos dijo, ‘ya saben para qué les llamo, ¿verdad? Me imagino que ya están enterados por los periódicos sobre lo de mi jefe… como se las canté hace meses es el bueno para la grande, así que les explicaré cómo va a estar la machaca entre nosotros’”. Después de lo cual pidió cientos de miles de dólares para su “jefe”. Los antreros lo escucharon y bueno, no han recibido confirmación del “bueno” pero ya preparan la inversión que saldrá de los bares, tables y desnudistas de la zona centro. Política fina pues la de los priistas con Lizárraga.
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