El miércoles 30 de enero por la mañana, en la Ciudad de México, la cúpula del PRD junto con representantes de diversas corrientes políticas que lo integran, negociaban la alianza de ese partido con el PAN para las elecciones de julio de 2013 en Baja California. Del lado de los albiazules estaban presentes Juan Manuel Oliva, Sócrates Bastida, Cuauhtémoc Cardona y, en pleno día y horario laboral, Francisco García Burgos, secretario de Gobierno del Estado. No llegaron a acuerdo alguno sino hasta el día siguiente, pero aquella mañana un borregazo salió de la agencia Notimex. Que Armando Contreras Luna, del Partido de la Revolución Democrática, había declarado que no tenían a un candidato a gobernador, pero que una de las propuestas era Fernando Castro Trenti. Como es sabido, el diputado es aspirante, pero del PRI al Gobierno del Estado. Los politólogos dan una de dos explicaciones a tremenda pifia: una, que el ex reo Jorge Hank Rhon, uno de siete que quieren en el PRI la candidatura, así lo filtró en un intento por desacreditar ante el Revolucionario Institucional, al diputado Castro Trenti. La otra, que fue este último para presionar al PRI con lo que podría suceder en caso de no ser él el elegido. ¿Cuál selecciona Usted? El susto fue que con la noticia como verdadera, a Francisco Vega de Lamadrid, aspirante a la candidatura de la alianza PAN-PRD, por poco y le da un infarto.
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