Arbolitos El Gallo, Del Río y Ticuan, tres de los más grandes establecimientos de venta de pinos navideños en la ciudad, registraron grandes pérdidas en la comercialización de ornatos. 2012 fue un mal año para los negocios, pese a que los comerciantes mantuvieron los mismos precios que el año pasado y los remates realizados aproximándose la Nochebuena. De nada sirvieron, porque decenas de pinos no pudieron venderse. En el establecimiento que ha mantenido por más de 40 años la venta de pinitos, denominado Arbolitos El Gallo en Zona Río, aún pueden apreciarse más de 30 pinos abandonados, entre nevados y tradicionales. Mientras que en Arbolitos Del Río, ubicado contra esquina de Mercado Hidalgo, resultó fácil cuantificar las pérdidas. Una camioneta cargada de pinos y otra cifra similar “tirados” en lote, son resultado de las malas ventas. Por si fuera poco, en otro de los negocios que tienen años instalándose en el terreno localizado frente a Mercado Hidalgo, Arbolitos Ticuan, las escasas ventas se tradujeron en pérdidas. En la mayoría de los negocios, los pinos fueron importados desde Canadá desde los primero días de noviembre, y aunque en años anteriores las ventas fueron mayores, en 2012 los comerciantes ya cuantifican las pocas ganancias. La situación económica por la que atraviesan miles de familias tijuanenses, se vio reflejada en la escasa venta de pinos navideños naturales; y aunque el augurio de los comerciantes era que acercándose la Navidad las ventas repuntarían, todo fue en balde. Los escasos pinos que se vendieron fueron los tradicionales, aunque aquellos de colores tuvieron auge. Las familias podían adquirir pintos naturales desde 250 pesos los más pequeños, hasta 2 mil o 3 mil 500 pesos los de mayor altura; sin embargo, días antes del 24 de diciembre, los ornatos se remataban hasta en 200 y 300 pesos, sin importar el tamaño.
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