Con el objetivo de integrar a niños y jóvenes que padecen Síndrome de Down a la sociedad, cada año Club Gaviotas de Tijuana lleva a cabo un festival deportivo en las instalaciones del CREA. La asociación civil intenta facilitar el desarrollo de niños y jóvenes con capacidades diferentes, por lo que a la par, organiza una carrera para recaudar fondos, en la cual se recorren cinco kilómetros. “La intención es hacer un convivio con los niños y jóvenes con capacidades diferentes y sus familiares, con una carrera y otras actividades deportivas. Algunos tienen Síndrome de Down, y otros, parálisis cerebral. Tenemos comida, baile y regalos para todos, incluso nos acompaña un padre para que platique con los papás de estos niños. Todo lo hacemos sin fines de lucro, ya que los fondos los sacamos entre nosotros de varios patrocinadores que nos hacen el favor de ayudar”, explicó Manuel Ávila, uno de los dirigentes de Club Gaviotas. “Lo que deseamos con todo esto, es que los papás acepten a sus hijos que padecen de capacidades diferentes, ya que algunos tienen el problema más ellos que los propios hijos, los relegan o excluyen porque les da vergüenza; esto no debe suceder, al contrario, deben incorporarlos a la sociedad para que puedan valerse por ellos mismos. Deben darles confianza porque ellos pueden hacer muchas cosas, como practicar algún deporte, y los papás no lo piensan así”, apuntó el entrevistado, además de resaltar que el deporte sirve para facilitar el desarrollo de personas con Síndrome de Down, para así integrarlas a la sociedad. “Los ayuda en varias cosas, en la reacción porque comprenden las cosas por medio del deporte, además de que ejercitan sus extremidades, ya que algunos tienen problemas de obesidad y esto les atrae otros problemas de salud, como padecimientos cardiacos. De esta manera, corriendo o nadando toman condición. Incluso tenemos niños y jóvenes que han ido a participar a eventos tanto a nivel nacional e internacional, y han ganado medallas”, señaló Manuel, quien lleva varios años trabajando en pro de estos niños y jóvenes. Precisamente, Carlos Alfredo Martínez es uno de los integrantes de Club Gaviotas que ha competido en la Paralimpiada Nacional, logrando muy buenos resultados en las pruebas de los 100 y 200 Metros Libres, así como en Salto de Longitud. “Carlitos”, como se le conoce, padece de Síndrome de Down, lo cual no ha sido obstáculo para lograr éxito en el deporte. Y no solo eso: ha logrado integrarse a la sociedad satisfactoriamente. Tiene 22 años de edad y su última participación fue dentro del certamen nacional celebrado en Guanajuato en junio de 2012, donde se despidió con medalla de bronce en Salto de Longitud. “Desde los cuatro años corre, a partir de ese momento que vimos que le gustaba y tenía condiciones, comenzamos a entrenar más seriamente. Sus logros empezaron en 2003 en Durango, ganando un bronce, a partir de ahí ha seguido obteniendo medallas de oro. La verdad que ha sido mucho trabajo tanto de nosotros, como de sus papás y sus entrenadores; todos hemos tenido que trabajar para sacarlos adelante”, comentó Rosa González, madre de Carlitos, quien también ha obtenido medallas en pruebas de eventos internacionales en Brasil, Colombia y Venezuela. Doña Rosa confesó que nada ha sido sencillo para su hijo, pues requiere de un gran esfuerzo: “El deporte le ha ayudado a integrarse a la sociedad, para mí es muy satisfactorio verlo participando y ganando en eventos nacionales y fuera de México. Ver sus logros es algo muy bonito”. Para Horacio Almaguer Hernández, quien se desempeña como entrenador de Atletismo de los niños especiales, Carlitos es un joven talentoso de gran nivel. “Cuando me lo trajeron no sabía ni cómo empezar a trabajar con él, ya que nunca había estado entrenando a niños especiales, así que le enseñé lo que sé a su modo. Para mí ha sido una gran satisfacción, todos pueden lograr lo que ha conseguido, el único problema son los papás, que no les nace traer a los niños a entrenar, no creen en ellos. De hecho no creen lo que Carlitos ha logrado, lo ven imposible, la mayoría ignora la capacidad que tienen sus hijos”. — A diferencia de un atleta normal, ¿cómo se debe entrenar a los atletas especiales? “Pues normal, lo único es que no los puedes regañar porque se les baja la moral, otros no quieren hacer las cosas, o no pueden y lloran. Hay que darles su tiempo, no hay que obligarlos. Simplemente hay que entenderlos”, respondió el entrenador, quien exhortó a los padres de niños especiales, a no aislarlos y por el contrario: integrarlos a la sociedad. Atletas con garra De manera paralela, un grupo hermano a Gaviotas, el Club Tigres, realiza trabajo deportivo los lunes y sábados en la Unidad Deportiva CREA. Club Tigres fue formado hace 28 años por interés de padres de familia para activar físicamente a quienes padecen Síndrome de Down, autismo y deficiencia intelectual. Pasaron las administraciones y el club permaneció como usuario habitual de la unidad; ahora cuenta con una bodega en el propio CREA. Con afiliación a Olimpiadas Especiales, se trabaja en diversos deportes, como Softbol, Tenis, Futbol, Basquetbol, Atletismo, Hockey sobre Piso, Natación, Boliche y Bochas. Los deportistas son bienvenidos sin importar su nivel de habilidad, mínima, media o alta, según la clasificación de Olimpiadas Especiales. Así como puede haber un niño de siete años con capacidad mínima, puede tener un compañero de 30 años en el mismo nivel. Club Tigres opera sin fines de lucro, solo es necesario presentarse y tener la disposición de trabajar en conjunto, según explicó la directora técnica, María Guadalupe Flores: “Este club no tiene finalidades de lucro, no se registró como institución o escuela, sigue siendo un club afiliado a Olimpiadas Especiales, no hay cuotas ni interés monetario, es una fraternidad. También es la desventaja de ese club, las personas que vienen a laborar no hacen lucro”. Ahí se inculca respeto de unos con otros, armonía y colaboración. Su energía y alegría llaman la atención en el CREA, los atletas son platicadores y hasta invitan a jugar a quienes platiquen con ellos en las inmediaciones de la cancha o la pista. “Sentirse parte de un grupo da fortaleza, valoración personal, los hace sentir bien, integrado a una sociedad que lo valora y lo respeta. Favorece el sentimiento de los muchachos y de los padres de atletas especiales. Mi máxima satisfacción es recibir a un muchacho, y en un plazo de un mes, verlo transformado en alguien diferente, integrado y feliz dentro de las actividades, eso lo hace crecer como ser humano”, resaltó Flores. No se trata de jugar para convivir, los deportistas especiales pasan por eliminatorias estatales cada dos años para Olimpiadas Especiales y se ajustan al calendario por temporadas de S4EA (Sports For Exceptional Athletes) de San Diego, California. La preparación es para competir y ganar, como lo han hecho a lo largo de su existencia en varios deportes, como Softbol. Integrantes de Club Tigres y Club Gaviotas conforman la selección de Baja California que representará a México en Hockey sobre Piso de los Juegos Mundiales de Invierno de Olimpiadas Especiales, en Corea del Sur 2013. Las visitas a los eventos de S4EA empezaron con una desilusión para la directora técnica. Sus anfitriones llegaron uniformados, en autobuses y con entrenadores profesionales, mientras los felinos arribaron con equipo modesto y sin nada de lujo. Tigres arrasa en las competencias gracias a algo que no se puede comprar ni donar: corazón. “La sociedad debería aprender de ellos, sentir la calidez de persona, aprender del esfuerzo tan grande para lograr las cosas y no se rinden, no se frustran, no se odian, no se agreden, no chocan; se integran, aprenden a ser respetuosos, a amarse y no hay un sentimiento negativo como existe entre los ‘regulares’. Si la sociedad los reconociera más, debería aprender que a pesar de sus deficiencias y disfunciones, tienen corazón y no se doblan. Son lecciones más reales que la sociedad no está entendiendo”, destacó “Lupita”. Club Tigres no cuenta con un grupo especializado de promotores o entrenadores. Los padres de familia se han integrado a parte del entrenamiento, recibieron clases de Tenis gratuitas de manera temporal en la nueva cancha del CREA, sin embargo, el programa de Mini Tenis llegó a su fin. El Instituto Municipal del Deporte de Tijuana (IMDET) respetó el horario del lunes, de 4:00 a 6:00 de la tarde para Tigres. Los sábados a las 8:00 de la mañana utilizan dos carriles en alberca del CREA para las clases de Natación. El club ha podido negociar tiempo y espacio para cumplir con las necesidades de sus atletas especiales. Adrián Patiño trabajó con ellos en la cancha de Tenis, siendo su primera experiencia con deportistas especiales. “Me sorprendió la dedicación y ganas de trabajar que tienen. Prestan más atención que la ‘gente normal’”, recalcó. Uno de los principales errores, es el desconocimiento por parte de la sociedad. No es difícil trabajar con ellos ni se requieren aparatos o metodologías muy sofisticadas. Basta comprender y aprender. “Si promoviéramos cómo se hace y en qué condiciones, porque en el estrato superior quizá tengan más comodidad, pero donde existe más necesidad encuentras un amor y felicidad más grande, y ellos valoran sus compañeros, maestro y comunidad. Eso los hace diferentes cuando van a competencias. Si ellos lo logran, ¿por qué nosotros no?”, planteó el entrenador. Por último, reiteró la invitación para integrarse al Club Tigres y no aislar a aquellos con capacidades intelectuales diferentes: “Quisiéramos que todos los chicos que están en sus hogares y sus papás no están haciendo nada por ellos, los trajeran aquí. Nuestro propósito es que no haya ningún muchacho enclaustrado en una silla, cuando existe una oportunidad para integrarse y desarrollarse en armonía. También necesitamos personas de buen corazón que tengan tiempo y el deseo de ofrecer su apoyo, pero que no vengan buscando retribución monetaria”.