Si ya nada te resulta favorable en tu afán de provocar el cambio no te rindas ante ningún adversario, sé piedra en su zapato siempre. Lograrás que reduzca el paso firme, tambaleante seguirá más lento hasta que decida quitarse el zapato, entonces tu astucia lo sorprende. Si le quitas el zapato por sorpresa no te seguirá descalzo con destreza, aprovecharás entonces la ventaja para llegar antes que él a la meta. No pactes nunca con tu adversario si él pretende frenar tu trabajo, sigue al frente de todo tu equipo sin dudar de tu fuerza un minuto. La perseverancia de un equipo es como la piedra en un zapato, sigue firme y fiel a tus principios y tendrás el apoyo de los tuyos. Vicente Martínez Méndez Tijuana, B. C.