Vaya semana que ha vivido la zona euro. Primero, el miércoles 14 de noviembre se realizó una huelga generalizada en España como una manifestación contundente de la sociedad a las medidas de austeridad impuestas por el gobierno del Presidente Mariano Rajoy. Para el jueves 15, el viejo continente despertó con dos noticias que ya se veían venir: la economía española se contrajo por quinto trimestre consecutivo y la zona euro volvió a caer en recesión entre julio y septiembre. Según información de Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea, la producción económica de la región que está integrada por 17 países, se desplomó un 0.1 por ciento en el tercer trimestre de 2012. Para sumar más presión, pese a que tanto Francia como Alemania tuvieron un crecimiento del 0.2 por ciento durante el mismo período antes mencionado, esto no bastó para sacar adelante las finanzas europeas. Una de las razones es que, al unísono, Holanda, España e Italia se contrajeron y el desarrollo de Bélgica no registró progreso alguno. De acuerdo con los pronósticos de la Comisión Europea, se espera una reducción de la economía del 0.4 por ciento para todo el 2012, y un crecimiento de apenas el 0.1 por ciento durante el 2013, con lo cual la salida a lo que viene siendo la segunda recesión en dicho continente desde 2009 no se dará el año próximo. Ahora habrá que estar atentos a las repercusiones que este desplome del bloque europeo pueden generar en Estados Unidos y de ahí hacia México. Por lo pronto, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados advirtió en un comunicado que “a fin de mantener la estabilidad el Banco de México sugirió que en el corto plazo se asegure la disponibilidad de recursos financieros y humanos para el reforzamiento de los sistemas de regulación y supervisión”. Esto luego de advertir riesgos como el incremento del crédito al consumo en el país, además de “el agravamiento de la crisis europea y la falta de certidumbre en el proceso de consolidación fiscal en Estados Unidos, en caso de que su Congreso no alcance un acuerdo, a finales de este año y principios del próximo, sobre los recortes al gasto público y los límites de endeudamiento”.