“Prepárense porque yo también voy a vivir 101 años”, sentenció con humor, en referencia a la edad que cumplió su madre en octubre, José Luis Venegas. La mañana del 24 de septiembre estaba programada para dejarse querer y recibir un reconocimiento por parte de Fotógrafos y Videógrafos de BC, organismo que preside por cuarta ocasión desde que, en 1973, lo fundara junto a otros dieciséis colegas como una asociación sin precedente en el estado. Sin embargo, pese a que hace más de treinta años se certificó como fotógrafo por parte de El Camino College en Torrance, California, dice seguir en el recorrido por su profesionalización. “Estoy muy agradecido y les doy infinitas gracias por hacerme el homenaje en vida y no después. Es algo grato, pero absolutamente no soy un completo profesional. Yo soy un aprendiz de la fotografía, más ahora con la fotografía digital. Nunca dejamos de aprender algo, más en mi opinión, porque de ninguna manera me siento que sé nada, ni que sé todo”, declaró el fotógrafo en entrevista con ZETA. Reconocido por introducir en Baja California la iluminación con flash y sombrilla, el empleo de películas de color y fondos pintados a mano, Venegas es la tercera figura homenajeada por sus aportaciones en el campo. Solo le anteceden Don Rogelio Ramírez Abundis y Ernesto de la Torre, socios fundadores del proyecto que rompió la actitud de celos que caracterizaba el gremio de fotógrafos hace algunas décadas. Alegría y nostalgia Bromista con todo el que se topaba, a José Luis Venegas se le acabó el carisma cuando, ante un salón abarrotado de amigos, colegas y familia, agradeció el homenaje en su honor. En lugar de risas y sarcasmos, con él llegó la voz quebrada e interrupciones para sollozar levemente. Frente al pódium desde el que hablaba, sus hijas Julieta e Yvonne le hacían compañía a su madre, Julia Edith Percevault, a quien el fotógrafo dedicó que el 25 Seminario de Fotografía de la asociación, lleve su nombre. “Quisiera dedicarle este homenaje al amor de mi vida, a mi esposa, la señora Julia Edith, de quien desde el primer día que nos conocimos, cuando me hice fotógrafo, he recibido solamente su apoyo, dedicación y esfuerzo. Cuando la conocí a sus 17 años de edad, me encantó su belleza, sentido del humor e inteligencia. Era el complemento perfecto porque tenía todas las cualidades que a mí me faltaban”, expresó el artista antes de que las pausas se hicieran más prolongadas y los suspiros homogéneos se escucharan entre el llanto de sus nietos. Con biberones y una botella de agua a la mano, la también fotógrafa Yvonne Venegas mantenía en calma a su hijo Oliver, mientras que su pequeña sobrina Simona descansaba en la carreola frente a su tía y su madre, la cantante Julieta Venegas. “Julia se encargaba de los bebés, de los quehaceres del hogar y los quehaceres del amor…”, proseguía con un nuevo aire de humor, Don José Luis: “Les digo, hay que tomarse tiempo para todo”, complementaba con risas de fondo, pero el resto de lo dicho aquella mañana del lunes 24 de septiembre, no podría ser escuchado por la creadora de los discos “Limón y Sal” y “Otra Cosa”. “Perdón, papito, quería estar contigo pero Simona tenía un ataque de llanto”, le diría más tarde la intérprete a su padre, sellando la disculpa con un abrazo previo a la convivencia familiar. Música nueva Tras el acto protocolario del corte del listón en el evento, los discursos y la atención que le demandaba su hija Simona, ZETA tuvo oportunidad de platicar con Julieta Venegas sobre su padre y el papel de su apoyo en la carrera que eligió: “Él nos enseñó a todos la importancia de la perseverancia, de trabajar y de tomarte las cosas con calma. Mi manera de ser y mis valores, él me los enseñó. La verdad éste es el mundo de mi papá, toda la vida ha estado con eso y a mí me encanta el poder estar aquí y poder homenajearlo; para él era muy importante que estuviéramos, porque su vida también es la familia y nos lo ha heredado a todos”. Con cinco álbumes de estudio, un recopilatorio y un trabajo en vivo, la cantante que recientemente terminó la mezcla de un siguiente álbum, adelantó un poco del proyecto en puerta: “Va a salir hasta el año que viene. De hecho el video me lo hará mi hermana y cuñado. Todavía no tengo título y me estoy traumando, porque ya tengo que clavarme con eso. Supongo que podría ser el nombre de una canción, pero no siempre debería ser así. Nunca sé cómo ponerle, es lo que más se me complica”. “Tuve para Dar” será el sencillo que visualmente tendrá a su cargo Gregory Allen, director del último trabajo de Café Tacvba. Comprendido por once temas, se espera que el material esté a la venta en marzo de 2013, con colaboraciones en arreglos de cuerda y posiblemente voz, aunque eso es algo que aún no define la cantante. Tradición fotográfica Inmiscuida en la fotografía desde chica, Yvonne es la figura reconocida de los veintidós miembros de la familia Venegas, por seguir los pasos de su padre. Esa razón fue por la que tuvo un espacio en la ceremonia, para leer un texto en el que resaltó las propuestas novedosas y el talento indudable de su padre. Características que a lo largo de dieciséis años ha incorporado en su trayectoria y que hoy se reflejan en su exposición Nunca Serás Más Joven que Este Día. Exhibida en el Museo de Arte Carrilo Gil desde finales de septiembre y hasta mediados de enero de 2013, la muestra sintetiza la especialidad de la fotógrafa, el retrato. “Esta selección tiene que ver con mi trabajo sobre el retrato, algo que he hecho desde que inicié en la foto y que busca romper o hacer un paralelo que va a la par del retrato oficial. He definido mi lenguaje y estilo sobre los momentos que quedan suspendidos entre el acierto y el error”, describió Yvonne. “Retratos desde Tijuana”, “María Elvia de Hank y Gestus”, “Las Novias Más Hermosas de Baja California”, “Inédito” y “El Tiempo que Pasamos Juntas”, son los seis segmentos en los que la fotógrafa divide el trabajo cuyo nombre lleva críptico el legado de su padre, pues el título es una frase que hace años José Luis Venegas leyó en las calles de Los Ángeles, California, y retomó en español para su estudio. “En esta exposición la gente podrá por primera vez mi trabajo en un solo lugar y entender lo que he hecho por años, por eso es tan emocionante. No es que tomando fotos haya sufrido incomprensión, pero tienes que mantener una fe ciega por lo que haces. Llega el momento en que reúnes todo para que ese lenguaje se haga claro, es lo más comercial que me he sentido, y ponerlo ahí es para que la gente lo entienda. Es parte de mi etapa de crecimiento, reúno a dos hijos, tengo familia, trabajo. Es mi etapa más plena y feliz, y la verdad, creo que coincide bien con que quiero que me entiendan”, concluyó Yvonne Venegas. Hecho en México Dirigido irónicamente por el inglés Duncan Bridgeman, el documental que incluye en su producción el involucramiento de las figuras de Televisa Emilio Azcárraga y Bernardo Ruiz, llegó a Tijuana hace unas semanas para mostrar en la pantalla grande un poco de la región y su música. Entre escenas de la Banda Aguacaliente en el ex Multikulti e inserciones de Los Tucanes de Tijuana, con vientre amplio y en pleno ultrasonido, la cantante Julieta Venegas cumplió con su colaboración: “Se dio de esa manera porque Duncan se acerca a los personajes y los temas dependiendo con lo que se identifiquen, yo estaba embarazada cuando me invitó, por eso quedé en el tema de la vida y la muerte, luego de la pregunta ‘¿dónde está el alma?’, de ahí surgió la canción que empezamos a hacer, y Gregory, mi cuñado que también trabajó en la película, es el que estuvo conmigo en el ultrasonido que se ve”, declaró la intérprete. Comenzando en 2009 con invitaciones para aparecer y ser parte del equipo del documental, durante 2010 y 2011 “Hecho en México” visitó locaciones como Oaxaca, Michoacán, Zacatecas, Chiapas, Mérida, Veracruz, Tijuana, Los Ángeles, Hermosillo y Cuernavaca, recopilando un total de 450 horas de trabajo para editar. “Yo le fui dando sugerencias a Duncan de todo tipo de músicos y de personalidades, y él fue decidiendo con quiénes quería trabajar. Con cada uno, tanto con los artistas como con la gente que entrevistamos, lo que hicimos fue tener varias reuniones para ver cuál tema era importante o interesante a la persona en cuestión. Fue un proceso entre Duncan y la persona o yo”, declaró en entrevista con ZETA la productora Lynn Fainchtein. Recurriendo a figuras como Juan Villoro, Chavela Vargas, Natalia Lafourcade, Elena Poniatowska y Diego Luna, por mencionar algunos, el trabajo emprende un trayecto por tópicos como la resistencia, el rol de la mujer en la sociedad, la religión y las fronteras, donde Los Tucanes de Tijuana tuvieron espacio: “A nosotros nos tocó el tema de migración. Tenemos una canción que se llama ‘Los Ilegales’, el cual el productor musical, Duncan, lo fusionó con un tema de su inspiración mezclado con el de nosotros. Quedó muy bonito. Como personas y mexicanos debemos resaltar las cosas positivas y no ser malinchistas al resaltar lo negativo siempre. Esta película va a concientizar a mucha gente, van a valorar más todas las cosas bellas que tenemos en nuestro país”, externó el vocalista Mario Quintero. Pese al uso excesivo de apariciones musicales, que hacen del documental una versión de video sonoro de larga duración, en el que se quiere abarcar de todo sin aterrizar nada, Julieta Venegas concluyó que “Hecho en México”, “es una celebración para subir los ánimos de un país que ahorita está muy apachurrado”.