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sábado, octubre 5, 2024
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La Virgen y Eva en el pincel de Marianela de la Hoz

Interesada desde pequeña en el lado oscuro del ser humano y su contraste con el aspecto luminoso, la pintora mexicana Marianela de la Hoz dedicó un año a crear un diálogo entre la Virgen María y Eva, que desde octubre se expone en el Museo de Arte de San Diego. Bajo el título El Cielo y la Tierra: La Libertad Predeterminada de una Vida Determinada, la artista, oriunda de la Ciudad de México y residente de San Diego, California desde hace una década, explica a ZETA la génesis de este ambicioso retablo que permanecerá en la sala sandieguina hasta el 24 de febrero de 2013. Todo comenzó con una invitación que hizo el SDMART a De la Hoz, a través del puente que estableció el Consulado de México en San Diego entre la institución y la artista que ya había participado en la exhibición colectiva de ArtWalk. El acercamiento trajo consigo una propuesta novedosa. La autora tendría que escoger una obra de la colección permanente del Museo y a partir de ahí, armar un proyecto. Para Marianela de la Hoz, la fuente de inspiración fue el cuadro renacentista de Carlo Crivelli, La Madonna y el Niño, con sus peculiares manzanas que despertaron  curiosidad. El siguiente paso fue estudiar el significado del símbolo de lo que comúnmente se asocia con la tentación del fruto prohibido de Adán y Eva. Sin embargo, como explica la creadora, al investigar a fondo comprendió que las manzanas en tiempos renacentistas, al aparecer junto a una virgen, representaban redención y esperanza. El siguiente paso fue la elaboración de un anteproyecto que el Museo aceptó, y de ahí inició el elaborado proceso para producir un retablo -usando la técnica de temple de huevo- integrado por 11 detalladas escenas que narran las distintas etapas de Eva, incluyendo su evolución desde los siete pecados capitales y tomando como punto de partida la manzana, que también representa la sed de conocimiento. “Me interesa mucho el papel de la mujer en nuestra sociedad”, enfatiza Marianela para dejar en claro otro de los temas recurrentes en su quehacer artístico, por más de 20 años. “Mi proyecto fue provocar un diálogo entre dos mujeres icónicas que son la Virgen María y Eva. La Virgen María, con la Madonna de Carlo Crivelli, y Eva hablando sobre por qué después de ella las mujeres fuimos las que supuestamente trajimos la caída y todo el mal a los seres humanos y hemos sido juzgadas por eso”. Un elemento más que se observa es la fortuna como elemento común que tienen los distintos hijos de Eva que habitan esta pieza. Al respecto la artista afirma: “Mi teoría es que todos los que nacemos no tenemos la capacidad de elegir padres, genes, lugar ni nivel socioeconómico ni cultural, nada. Llegamos a la Tierra con esta libertad predeterminada para empezar nuestras vidas, y pues habrá quien aproveche lo que yo llamo este paquete inicial y otros que ni siquiera lo pueden aprovechar, por ejemplo, un bebé que nace en África y se muere de hambre no es el mismo que nace en la Casa Real de Inglaterra con la cuchara de plata en la boca”. A la vez, vale la pena disfrutar el trabajo de museografía que permite la convivencia permanente de la Madonna de Crivelli, frente a la Eva de Marianela de la Hoz, en un espacio con baja iluminación que recrea el ambiente de capilla. Este nivel de intimidad entre las dos protagonistas de las obras se enriquece con un tercer instrumento: dos iPads que están disponibles para que los visitantes lean tanto en inglés como en español acerca de los autores, las épocas y el desarrollo de El Cielo y la Tierra…, desde el estudio que De la Hoz tiene en su casa. “Las obras están colgadas frente a frente para que se platiquen”, enfatiza la creadora plástica que ha invertido buena parte de su labor en el arte de las miniaturas con esa exageración, por el aspecto más mínimo que tanto la caracteriza. “Ésta es la miniatura más grande que he pintado”, dice en referencia a María y Eva. “Las hice con la misma intención de las miniaturas, con el mismo pincel de tres pelos, el mismo detalle, por eso me tardé mucho, pero también fue muy interesante porque cambié hasta la postura para pintar, fue una experiencia increíble, un reto enorme el resolver esto de pintar más grande, pero con el mismo nivel de detalle que a mí me gusta”. El resultado es un contraste que se aprecia desde la Madonna de Crivelli con la mirada hacia abajo, en perfecta sumisión, mientras que Eva ve de frente, desafiante, fuerte y segura de sí misma, en el centro del altar, dando a luz a sus hijos que son los cimientos de la humanidad. “Soy una gente muy obsesiva, entonces creo que la catarsis que logro a través de un trabajo muy detallado a mí me ayuda para sacar todo lo que yo veo, sueño, leo, es una manera de entender el mundo exterior y el mundo interno a través de las imágenes”. Objetivo que De la Hoz no podría alcanzar si no fuera por la complejidad de las técnicas que suele manejar. En referencia a ello comenta: “Lo que me gusta es que me permiten hacer un trabajo súper detallado, pintarle el pelo, la ceja, la pestaña. Es la búsqueda imposible de la perfección, porque la perfección no existe, pero qué importa, yo la busco. Además, a mí, en estas épocas de arte contemporáneo me interesa muchísimo la técnica. Es decir, sí, estoy de acuerdo que hoy el arte es muy conceptual, pero para mí un artista tiene que ser más completo, tener ideas, mundo propio, pero buscar la originalidad más bien hacia adentro y tener los medios para poder expresarlo. “Hay muchos artistas contemporáneos que digo, bueno, me estarán tomando el pelo porque yo no siento ni pienso, sino que tengo que leer para poder entender qué quiso decir y no me llega nada. A lo mejor por eso también soy muy dada a la técnica para poder expresarme, no tengo otra manera, sería como traicionarme a mí misma, para mí es muy importante como artista ser honesta”. Por último, se asoma un factor más a este diálogo visual entre María y Eva: la riqueza narrativa del retablo que permite al público entender los 11 pasajes que lo integran como una gran historia. “Siempre he estado muy cerca de la literatura, casi a todas mis obras las acompaña una frase. Para mí es muy importante la palabra escrita aunque evidentemente yo soy pintora,  sí es importante la presencia de la palabra”, confiesa Marianela de la Hoz, quien cuenta a  Dostoievski como uno de sus escritores de cabecera. Y así es como, conjuntando esta riqueza de contenidos, De la Hoz se mantiene, en estos momentos, a la expectativa de lo que su público encontrará cuando visite la sala donde María y Eva conversan, en el SDMART. “Me considero afortunadísima de poderme dedicar a lo que más me apasiona en la vida, yo creo que es un regalo de la vida enorme, no lo cambio por nada. Que me muera yo con el pincel, eso es lo que quisiera, poder pintar hasta el fin de mis días”, asevera la artista colocada justo en medio de su poderoso retablo. SDMART: Destino turístico cultural “La idea es estrechar los vínculos con la región, y México, por cuestión geopolítica, es un factor determinante. Entonces existe este interés de presentar la obra de una artista mexicana que, además, es arraigada en San Diego. Finalmente es una artista local”, argumenta Reyna Aguilar, Directora de Asuntos Internacionales del SDMART, en torno al retablo El Cielo y la Tierra…, de Marianela de la Hoz. Aguilar enfatiza el interés que la institución cultural californiana tiene de estrechar relaciones con el público que reside en Baja California: “Nuestro interés es acercar a la comunidad de esta lado de la frontera al Museo que tiene una colección de más de 17 mil obras, es enciclopédico, tienes oportunidad de realmente aprender de la historia del arte, acercar al público a las manifestaciones artísticas”. Aunado a la oferta permanente, que incluye piezas de los grandes maestros de la plástica, ahora el organismo presume “tener estos artistas locales, pero de origen mexicano, que están enriqueciendo nuestro acervo”, recalca Aguilar. “Eso ha permitido que empecemos a transformar la postura del Museo de Arte de San Diego como un destino turístico cultural”. Vale la pena señalar que además del retablo creado por De la Hoz, también se encuentra abierta al público la muestra Behold America, que resume 300 años de arte estadounidense, gracias un esfuerzo de colaboración con el Museo de Arte Contemporáneo, Museo Timken y el SDMART. Uno de los aspectos novedosos, es que todas las explicaciones y materiales complementarios se proporcionan en distintos idiomas, incluyendo, por supuesto, el español.   Por último, el SDMART se ubica en el 1450 de la calle El Prado, dentro del Parque Balboa de San Diego. El horario es de 10:00 am a 5:00 pm los lunes, martes, jueves y domingos; 12:00 pm a 5:00 pm los sábados, y de 10:00 am a 7:00 pm los viernes. Los miércoles está cerrado. Los precios de los boletos varían de acuerdo a la exposición, sin embargo, los días martes la entrada general es gratuita. Para más información, consultar la página http://www.sdmart.org/

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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