Un señor odia al gato de su mujer y decide hacerlo desaparecer, entonces lo mete en una bolsa y lo lleva en el coche a 20 kilómetros de su casa. Cuando vuelve, el gato está sentado en el portón de la casa. Nervioso, el tipo repite la operación, pero ahora lo abandona a 40 kilómetros de su casa. Cuando vuelve, el gato otra vez está esperándolo en el portón. Ahora el hombre estaba furioso, agarra el gato, lo pone en el carro y anda 10 kilómetros a la derecha, 20 a la izquierda, 30 hacia el norte, y 25 hacia el sur. Ahí suelta el gato y emprende el regreso a casa. Al cabo de un rato, llama a su mujer por el celular y le dice: – Querida, ¿el gato está por ahí? – Acaba de llegar, ¿por qué, querido? – Pon a ese hijo de la chilindrina al teléfono, ¡ya me perdí! Autor: ¡Miiiiiaaaaaauuuuuu!
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