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miércoles, octubre 2, 2024
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Dinero de “El Chapo"

Producto del narcomenudeo en los Estados Unidos del Cártel de Sinaloa No era un laboratorio de drogas; el domicilio donde una explosión develó la billetiza del narcotráfico en una casa de El Lago, era a lo mucho una casa de seguridad para resguardar el dinero producto de la venta de droga. Para las autoridades de Baja California, el recipiente del millón 553 mil 300 dólares localizados por la Policía Municipal, es Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, vía la célula de Francisco Javier Mendoza Uriarte “El Chapito”. A esta hipótesis -la más sólida en las corporaciones locales- llegan por la genealogía de la mujer que junto a su pareja, resguardaba el dinero. Se trata de Miriam Elena Uriarte Delgado, a quien identifican como familia de Mendoza Uriarte, sobrino a su vez de Raydel López Uriarte “El Muletas”, quien antes de ser aprehendido en 2010, servía al Cártel de Sinaloa al lado de Teodoro García Simental “El Teo”, detenido en el mismo año. Además, los paquetes de dinero -por cierto, enteipados a la usanza de los bloques de marihuana- estaban dirigidos a “El Patas”, apodo con el que miembros del Consejo Estatal de Seguridad identifican a un miembro de la célula de “El Chapito”. Otra teoría: “En nuestros archivos encontramos que ‘El Patas’ activo, es ‘El Patas Cortas’, y éste es otro de los apodos de ‘El Chapito’; además, la cantidad encontrada y la relación con la mujer, una sinoalense que radicaba en Mexicali hasta que uno de sus familiares fue asesinado, y ella se viene a vivir a Tijuana y paga la casa en efectivo, un millón de pesos”. Fundamentaron el cambio de domicilio: “El hermano de Miriam Elena, Luis Alberto Uriarte Delgado, fue asesinado con arma de fuego en 2010, probablemente relacionado con delincuencia organizada, el hecho fue cerca del Canal Pacífico, atrás de la colonia Televisora en Mexicali”. Otro indicio al análisis de los hechos, es que el dinero llegó a Tijuana proveniente de los Estados Unidos. Habría cruzado la Garita de El Chaparral hasta llegar a El Lago, producto de la distribución de droga en la Unión Americana. La baja denominación de los billetes encontrados sostiene tal hipótesis. Del millón 553 mil 300 dólares localizados, únicamente unos 80 mil venían en papel moneda de 100 dólares. El resto eran pacas de 5, 10 y 20 dólares en su gran mayoría, de 50 muy pocos, indicio de que se trata del dinero no de una sola operación, sino de la distribución al menudeo de la droga. Para los investigadores locales, las zonas de El Lago y Cerro Colorado es territorio criminal de Francisco Mendoza Uriarte, lo que refuerza la hipótesis de que el dinero es de la organización criminal de Sinaloa. Pero “Patas” no es un apodo que solo se utilice en el Cártel de Sinaloa. En la organización criminal de los Arellano Félix también ha habido criminales con esa denominación. José Gerardo Malagón Maciel “El Patas”, hombre del CAF desde inicios de los noventa, y partícipe del crimen más atroz que se tenga cuenta en Baja California: la matanza del Rodeo en Ensenada, en septiembre de 1998. “El Patas” Malagón fue detenido en marzo de 2010 por elementos del Ejército Mexicano en el Cañón del Padre en La Presa -lo acompañaba Harry Alberto Llamas-, cuando en dos vehículos le fueron localizados 52 paquetes de marihuana con un peso de 507 kilos, y 11 mil 210 dólares en efectivo. José Gerardo Malagón Maciel confesó a los militares ser miembro del Cártel Arellano Félix desde inicios de la década de los noventa. Que primero laboró con Ismael Higuera Guerrero “El Mayel”, y posteriormente bajo las órdenes de Efraín Pérez Pasuengo “El Efra”; que cuando detuvieron a éste, se integró al equipo de Francisco Javier Arellano Félix “El Tigrillo”, y después de 2006, bajo órdenes de Fernando Sánchez Arellano “El Ingeniero”. Una revisión en los datos de seguridad nacional, da cuenta que Malagón Maciel fue liberado el 25 de agosto de 2010. Solamente estuvo preso cinco meses en la Penitenciaría de Tijuana. De él, las autoridades no han vuelto a saber; también desconocen los motivos por los cuales fue liberado cuando lo detuvieron con media tonelada de droga. La explosión y la revelación Alberto Capella Ibarra andaba de turno con su operativo Cero Tolerancia. Una centena de agentes municipales, entre tácticos y especiales para barrer zonas conflictivas, cuando le avisaron de la explosión en una casa del fraccionamiento El Lago. Por la cercanía en que se encontraba, fue el primero en llegar después de los Bomberos. En la casa de dos pisos, la explosión sucedió en el sótano, donde se encontraba el cuarto de lavar. Suponen -aún no hay peritaje- que una acumulación de gases en los electrodomésticos fue la causa de la combustión. En el mismo lugar, de hecho frente a la secadora de ropa, se encontraba un pequeño subterráneo donde fueron localizados varios paquetes de dinero. El resto del efectivo se encontró en otro mueble del sótano, en una de las recámaras en el segundo piso y en un automóvil de la pareja que ahí habitaba. Cuando los municipales y Capella arribaron, Miriam Elena Uriarte Delgado y César Mariano González Castro ya habían sido trasladados a la Cruz Roja para ser atendidos de las quemaduras. Sus hijos, cinco niños -cuatro mujeres y un varón- de edades 14, 10, 9, 8 y 5, fueron llevados al albergue temporal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF). Las quemaduras fueron de gravedad. La mujer en el 50 por ciento de su cuerpo, el hombre en el 30 por ciento, en ambos de segundo grado. Su estado es grave y fueron trasladados al Hospital General a la Unidad de Cuidados Intensivos para Adultos. Tanto ella como él están en calidad de detenidos por la Procuraduría General de la República, debido a los acontecimientos revelados tras la explosión. A las siete de la noche llegó la alerta por el Centro de Control sobre la explosión. La escena del accidente el sótano. Cuando los Municipales entraron, observaron el sitio y divisaron la pileta bajo la secadora y ahí los paquetes. A simple vista parecía que se trataba de bloques de droga, pero cuando dieron una segunda inspección y divisaron otros bultos boca abajo, descubrieron billetes. Dólares. Algunos mojados. Con el conocimiento del dinero, buscaron en el resto de la casa, fue así como localizaron otro lote de dólares en el segundo piso. Los fueron reuniendo uno a uno, y en la inspección encontraron sangre. Un vecino alertó que había acompañado al herido a mover un carro. La historia es increíble: El hombre con el 30 por ciento de su cuerpo quemado, básicamente tórax, brazos, manos y cara, recuperó el conocimiento luego de la explosión. Tomó una cobija y en ella recolectó paquetes de dólares, los subió a su auto -un Ford- y él mismo lo trasladó lejos de su hogar a una cuadra de distancia. La Policía Municipal lo encontró. Carro, volante y paquetes ensangrentados. Suponen que después regresó, no saben si a rescatar a su mujer o en un intento por llevarse más dinero, pero en eso llegaron los Bomberos y lo trasladaron a la Cruz Roja para darle atención. De entrada en la Municipal calcularon se trataba de casi 2 millones de dólares, en base al número de paquetes y denominaciones que tenían, así como los totales inscritos. En cada bulto se veían pacas de billetes de 20 dólares, y afuera se leía el total: 20 mil dólares, 40 mil, etcétera. Una vez reunidos los paquetes de dinero, de la Municipal se comunicaron a la Procuraduría General de la República para que el Ministerio Público Federal diera fe de los hechos. El propio delegado atendió la llamada y colaboró. En la Policía de Tijuana no tienen máquinas para contar billetes, lo que sí existe en la PGR, por lo que el conteo se realizó en las instalaciones federales en la Zona del Río, con la presencia de contadores y policías municipales. El hecho -dicen- quedó grabado. Al final fueron reportados un millón 553 mil 300 dólares. La explicación que dieron para manejar una menor cantidad a la que suponían, es que muchos de los fajos no tenían la cantidad exacta señalada, es decir, alguien les había sacado billetes de en medio. En otros casos revelaron que pacas que suponían eran de billetes de 20 dólares, solo tenían papel en esa denominación en los costados visibles. El resto era relleno con billetes de un dólar y de cinco. El vehículo en que suponen, trasladaron el dinero hasta El Lago, es un pick-up con doble fondo en la caja, Ford Ranger modelo 2002 con placas de circulación AN38468 de Baja California. En la cajuela del carro que el hombre movió, y en el cual se encontraban 30 bloques de dinero, con un total de 931 mil 978 dólares en denominaciones de 5, 10, 20, 50 y 100 dólares. Al interior de la casa se localizaron 12 teléfonos celulares y dos radios Nextel. El resto del dinero se localizó así: 10 bloques con un total de 465 mil 992 dólares en el sótano; cuatro bloques con 155 mil 330 en la recámara. El total, un millón 553 mil 300 dólares que de acuerdo a la autoridad local, eran para el Cártel de Sinaloa, producto de la distribución de droga en los Estados Unidos y de la célula de Francisco Mendoza Uriarte “El Chapito”. Droga incautada en la semana Más de 7 toneladas de marihuana y 1.4 kilogramos de heroína, así como dos armas largas y dos embarcaciones sin documentación, fueron decomisadas el lunes 5 de noviembre por el Ejército Mexicano en distintos puntos de Baja California.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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