Ni un solo postor compareció en la puja para subastar a un precio sobrevalorado el predio conocido como “La Ocho”, situación que ahora faculta al gobierno de Carlos Bustamante a lanzar una segunda convocatoria, pero a un precio menor, en un 75 por ciento de acuerdo al avalúo original. De acuerdo a la Ley de Bienes y Servicios, no existe una disposición expresa para proceder cuando no hay postores; sin embargo, anota el tesorero Luis Javier Covarrubias Hays, “en estos casos se aplica supletoriamente la Ley de Hacienda, que nos permite una segunda convocatoria en donde la postura legal se puede disminuir hasta un 75 por ciento, de acuerdo al avalúo original”. Esto es, que si se hace una segunda convocatoria el precio de La Ocho, valuada supuestamente en 26 millones 722 mil pesos, podría bajarse hasta un mínimo de seis millones 680 mil 500 pesos. “No necesariamente significa que la vayamos a convocar, tenemos la facultad de llamar a una segunda almoneda o proceder de otra manera”, pero no abundó sobre esta segunda opción, toda vez que “se harán las valoraciones para saber en qué sentido se va a proceder”, evadió. La adjudicación directa a una asociación es una opción sobre el posible uso del predio, pero ésta tendría que ser consultada al Cabildo de Tijuana, refirió el tesorero municipal, quien atribuyó la ausencia de compradores a la difícil situación económica. Para el funcionario, los amparos que se promueven por diversos activistas en contra de la venta del discutido predio, de ningún modo ahuyentó a los compradores, y minimizó esas acciones legales por el hecho de que ningún juez municipal notificó al municipio de una posible suspensión de la subasta. Sin compradores, la fallida subasta se cerró en menos de un minuto de haberse abierto a las 11:00 horas del 31 de octubre de 2012, solo algunos integrantes de la Asociación Civil Pro Defensa del Parque Benito Juárez que lidera Eliseo Sandoval Cabrera, hicieron acto de presencia. Y si la ausencia de postores no causó sorpresa alguna en las autoridades municipales, mucho menos asombró a quienes se oponen a la enajenación del terreno en el cual se asentó la antigua cárcel municipal y la primera estación de Bomberos. “El predio lo tiene comprometido Bustamante desde que andaba en campaña y la sobrevaloración que de él hizo fue para ahuyentar a cualquier interesado”, consideró Sandoval Cabrera. “Con el pretexto de que no hay postores el terreno será entregado a quien ya lo tiene negociado con Bustamante, pero a un precio casi regalado, mucho menor al avalúo real que nosotros hicimos y que fue de 12 millones de pesos, cuando aún tenía las construcciones”, remató Maurilio García González, abogado que promueve dos amparos para evitar la venta de La Ocho. Con esa suspicacia la subasta de la primera convocatoria no se ejecutó, y a no presentarse nadie que ofreciera los 26 millones 722 mil pesos que el municipio demandaba por los 3, 036.62 metros cuadrados que comprende el inmueble ubicado sobre Avenida Constitución y calle Ocho, éste continuará tal como está ahora, baldío, en tanto el gobierno local decida otra cosa. Por su parte, los oponentes a la enajenación de La Ocho dan continuidad a los juicios de amparo que se promueven en el Juzgado Sexto de Distrito y en el Tribunal Colegiado de Circuito. “El trasfondo está claro, no es que no haya habido postores, sino que los interesados están de acuerdo con el alcalde para que pasara esto (se declarara desierta la subasta) y así quedarse con el predio a un precio menor”, dilucidó Maurilio García, quien advirtió que ejercerá presión sobre el gobierno de Bustamante para que el terreno sea donado para erigir ahí el Museo del Policía. En tanto, Eliseo Sandoval se mostró confiado de ganar los amparos, siempre y cuando se haga valer la Ley, y recordó a las autoridades municipales presentes en la desairada subasta: “No hemos sido vencidos, ni (ustedes) han sido ganadores”. Isabel Mercado
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