Deficiencias y excesos en el ISSSTE

Derechohabientes y personal del hospital denuncian El plafón del techo se desprendió al momento que el piso en que fue aislado Rodolfo Linares Medina, de oficio cartero, se inundó por una fuga y en el ambiente se propagó el fétido olor del agua sucia estancada. El servicio de agua se suspendió en el nosocomio. Familiarizado ya con ese tipo de contingencias, personal de la clínica-hospital Fray Junípero Serra del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) ni se inmutó. Internado ahí desde el jueves 1 de noviembre de 2012, Don Rodolfo estaba a la espera del resultado del análisis de unas muestras que le habían sido tomadas apenas el martes 6 de noviembre; su cuadro clínico indicaba influenza. Aun así no fue trasladado del tercer piso, donde había más pacientes. Sin la presencia de especialistas como un cardiólogo o gastroenterólogo, ni del médico general ni los aspirantes a doctores en turno, atinaron a diagnosticar la causa del dolor de tórax que llevó a Linares Medina a la sala de urgencias del ISSSTE. El día de su ingreso, por su antecedente médico, se le trató del colon, pero al agravar su estado de salud durante los cuatro días subsecuentes tuvo que ser atendido por neumonía. Para el infortunio del trabajador del Servicio Postal Mexicano, su ingreso al nosocomio coincidió con el puente del Día de Muertos que gozaron los burócratas del Sector Salud. El hospital Fray Junípero Serra quedó prácticamente desolado en cuanto a personal. “No había ningún doctor, solo estudiantes que el sábado corrían con una señora, alarmados por no saber que hacer porque se les puso grave; ella murió el lunes, por lo que tengo miedo de lo que le pudiera pasar a mi marido”, dice a ZETA Isabel Torres, esposa de Don Rodolfo. “Ya estamos desesperados, pues ya han pasado seis días desde que lo internamos y no nos dicen que es lo que tiene, no le atinan, ahora que llegaron los doctores nos dijeron que podía ser influenza, lo aislaron, le tomaron muestras que enviaron a México y nos dijeron que teníamos que esperar los resultados”, agregó. Para colmo, hasta el propio personal médico del Fray Junípero Serra se queja de las deficiencias ya cotidianas que deben sortear en su centro de trabajo. A la falta de personal, sobre todo enfermeras que asistan en quirófanos y que atiendan a los pacientes infectocontagiosos, se suma la carencia de material de diagnóstico. Vaya, ni botes suficientes para separar desechos son colocados en áreas estratégicas del hospital. “No hay un solo equipo de sutura que nos permita atender la más mínima herida porque se los roban, y en Urgencias estamos peor, sin aspiradores, bombas de inducción, monitores que sirvan y con solo cuatro camas, un total caos que nadie arregla”, compartieron a ZETA distintos doctores. El relajamiento se acentúa en los cambios de turno, como no se pasa visita, no hay quién controle ni a las enfermeras, por lo que es prácticamente imposible realizar una operación en ese inter, señalaron los denunciantes. Los médicos se dicen hartos de la negligencia en que incurren varios de sus compañeros ante el relajamiento que, acusan, es propiciado por el mismo director Juan Ricardo Flores Soto. “El (el director) solo se preocupa por aplicar terapias de ozono y plasma, aunque no estén permitidas, lo hace dentro del hospital, generalmente en la mañana, interrumpiendo incluso cirugías previamente programadas”, acusaron. De dos oncólogos clínicos que cobran en la nómina de este nosocomio, uno sí realiza operaciones, el otro solo consulta de vez en cuando; unos más se escudan en el sindicato para fungir como aviadores, pues cobran sin trabajar, compartieron los testigos de tan lamentables hechos que ponen en riesgo la vida de los derechohabientes. Experimenta en medio de desidia y relajamiento “El que no evoluciona no abre su mente, queda atrasado”, fue la respuesta del director del ISSSTE, Ricardo Flores Soto, al ser cuestionado sobre la aplicación de ozono y plasma rico en plaquetas que realiza en la clínica Fray Junípero Serra, sin que estos tratamientos estén autorizados en el programa médico del Instituto. — ¿Está dentro de las facultades del ISSSTE realizar este tipo de tratamientos?, se le cuestionó. La respuesta del directivo fue inmediata pero evasiva: “Usted me está hablando para vender, y yo no estoy dispuesto a darle ninguna información; Usted haga lo que quiera o diga lo que quiera, es libre de hacerlo, tiene los medios, yo qué le puedo decir”. Flores Soto ponderó los cursos y diplomas que lo respaldan para aplicar ozono y plasma rico en plaquetas, tratamientos que utiliza de lleno en su consultorio particular y que, desde hace dos años, practica en el hospital que dirige. Aunque aclaró: “Solo en ciertos casos (los aplica), y soy el único (especialista del ISSSTE) que los hace, como médico ortopedista”. La ozonoterapia consiste en la aplicación de ozono, por distintas vías del cuerpo, para fines terapéuticos en diversos padecimientos, mientras que el plasma rico en plaquetas es un procedimiento en el que se extrae la sangre del enfermo y se le hace una centrifugación para obtener el compuesto del plasma que es rico en plaquetas. De éstas se sacan factores que, a su vez, son ricos en crecimiento, por lo que pueden producir o propiciar la formación de cartílagos, otros huesos, etcétera, explicó. Si bien es cierto que ambos tratamientos experimentan actualmente un auge en clínicas particulares, su eficacia aún no ha quedado del todo demostrada, de ahí que no se encuentren autorizadas para practicarse dentro de los servicios de salud pública que se brindan en México. “En ocasiones se dan autorizaciones a nivel de experimentación, pero si no se cuenta con ese permiso especial se incurre en un acto ilegal”, fijó Luz Galindo, coordinadora de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios. Pero ello no es impedimento para que el director los practique en el propio ISSSTE, pues no descarta que “son campos que van a tener mucha repercusión en la medicina a corto plazo”. “Existen terapéuticas que incursionan en la medicina tradicional, a las que tarde o tempranos se les tendrá que dar crédito y reconocer como medicina integrativa”, confió. Como director del ISSSTE, Flores Soto cuenta con una oficina en la que puede realizar su labor administrativa, pero carece de un consultorio para atender como médico; además, se le señala de disponer a su antojo de alguno de los dos quirófanos para aplicar sus tratamientos, difiriendo operaciones ya programadas, causando la molestia de pacientes y médicos. No obstante, el aludido negó trastocar la actividad del hospital por su incursión a la ozonoterapia, y afirma que sus tratamientos los realiza en horarios que las salas están desocupadas. “Si se suspenden es por eventualidades como la falta del médico, que no es el caso común, o porque el derechohabiente dice que no”, anotó. ISSSTE,  fiel reflejo “Como está el Gobierno Federal, así está el ISSSTE, somos su reflejo”, esgrimió Ricardo Flores Soto. Las carencias de la clínica-hospital Fray Junípero Serra son constantemente denunciadas por pacientes y personal que ahí labora, situación que los directivos del ISSSTE niegan rotundamente, por lo que ZETA requirió un recorrido por sus instalaciones para corroborar una u otra versión, acción que fue negada.  “Es un hospital viejo, no vas a encontrar cosas bonitas”, advirtió Guadalupe de la Cerda, vocera de ISSSTE en Baja California, para luego evadir la petición. El director fue más contundente: “Si vinieran con un ánimo de ver las cosas bien, no con el de vender algo y volver a poner que el ISSSTE es un cochinero, así no, disculpe”. Reconoció que ahí no hay nada que presumir, al menos en infraestructura, ya que el Fray Junípero Serra cuenta con una infraestructura que data de 40 años. “Y aunque estamos en periodo de transición de gobierno, le puedo decir que tenemos un surtido de medicamentos que rebasa el 90 por ciento del abasto. ¿Aviadores?, no tengo ninguno”, subrayó, para luego explicar que, de acuerdo a las normas del Sector Salud, personal sindicalizado goza de ciertos derechos, como el ausentarse  por dos horas, pero con permiso. De los médicos, dijo, “hay algunos buenos, otros malos y otros grilleros, pero en casos de incumplimiento se aplican sanciones”. Para ello está el Órgano Interno de Control que se encarga de castigar ese tipo de conductas y “todas las quejas de los derechohabientes se canalizan ahí”, garantizó, pero no compartió el promedio de quejas atendidas al mes y el número y tipo de sanciones aplicadas. Subrogaciones lo apuntalan A decir del director en el ISSSTE de Tijuana, anualmente se realizan de 150 a 160 procedimientos de cirugía cardiovascular y cerca de 2 mil de cateterismo, “a ver ¿cuál hospitalito de aquí lo hace?”, retó el médico. Efectivamente, en el Fray Junípero Serra se realiza un amplio número de estas intervenciones quirúrgicas, pero la mayor parte de las operaciones se adjudican a médicos particulares vía subrogación, mientras que los especialistas adscritos son relegados. De hecho, el cien por ciento de las cirugías del corazón y el 80 por ciento de los cateterismos se subrogan. “Tan solo en cateterismo el hospital deroga más de un millón de pesos al mes”, refirieron doctores del ISSSTE. Ricardo Flores Soto omitió esto datos, pero destacó que gracias a esas intervenciones, “México (la Dirección General) nos tiene reconocidos como punta de lanza en el Noroeste del país, ya que ocupamos el tercer lugar, al cumplir con el 90 por ciento del programa mensual”. Además, ello le permite cumplir con los estándares para ser recategorizado a Hospital General, escalafón que espera desde hace 10 años, y que “para 2013 será un hecho”, anunció. Las manos que mueven al hospital público La evidente decadencia del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado no es privativa del hospital Fray Junípero Serra, ni de la delegación de Baja California. Es una problemática que en los últimos años se ha agudizado a nivel nacional. Para quienes laboran en el instituto y algunos de sus representantes sindicales, el mal proviene a partir de que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que lidera Elba Esther Gordillo, extendió sus dominios hacia el ISSSTE. “Desde entonces el instituto se ha dejado prácticamente en el abandono, la muestra más evidente ha sido el desabasto de medicamento”, expone Valdemar Siqueiros, Secretario General del Sindicato de SEMARNAT en Baja California Sur. Llama la atención que de los 31 delegados del ISSSTE en México, la mayoría o son maestros, o tienen ligas directas con el SNTE. Solo seis (de Coahuila, San Luis Potosí, Sinaloa, Campeche, y Zacatecas) cuentan con cédula de doctor. Al menos cinco de ellos, metidos en política, incluso han contendido como candidatos del PRI o PAN. Aquí mismo, en Baja California, la llegada del profesor Efraín Monreal Gastélum a la delegación del ISSSTE, es ejemplo claro del dominio del sindicato sobre el instituto. Monreal Gastélum ocupó anteriormente la delegación de Baja California Sur, en donde dejó una estela de inconformidad entre los derechohabientes por su desempeño, lo cual hasta una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos le valió. Al parecer, el único mérito del profesor para ocupar por segunda ocasión una delegación del ISSSTE es haber sido Secretario General de la Sección 2 del SNTE. En la trayectoria de Luis Moreno Bustamante, delegado en Aguascalientes, destacan sus nexos con el SNTE, al fungir como mediador entre la organización de Elba Esther Gordillo y el gobierno federal. Otra muestra se localiza al otro extremo del país, en Chiapas, en donde el profesor Félix Mendoza Acuña despacha desde enero de 2012 como delegado del ISSSTE, los tres años anteriores, anteriormente fue dirigente de la Sección 28 del SNTE. Un caso particular que llama la atención fue la designación de Enrique Pérez Rodríguez como titular del ISSSTE en Veracruz en 2007, ya que su antecedente como director que fue del penal de Puente Grande en el tiempo en el que se fugó Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, propició que los diputados federales veracruzanos repudiaran públicamente su nombramiento al frente del instituto de salud y plantearan un extrañamiento al Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Pérez Rodríguez permanece en el cargo, el cual solo dejó en forma temporal en 2010 para ser parte del equipo de campaña de Miguel Ángel Yunes Linares al gobierno de Veracruz.  Sindicato favorece ausentismo Durante más de 20 años el doctor Benjamín Medina ha ocupado cargos sindicales, ya sea en la Sección local o en alguna representación del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE. Este hecho no tendría mayor relevancia si su plaza en el Fray Junípero Serra no la retuviera sin ejercer para lo que está adscrito: Control de consulta externa. “Acapara una plaza en la que no labora, solo cobra, bajo el cobijo del sindicato”, acusan sus compañeros del hospital Fray Junípero Serra. Si bien es cierto, los cargos sindicales permiten esa prerrogativa, llama la atención el hecho que el doctor Medina se haya dedicado por más de dos décadas a “servir al sindicato”, ejerciendo solo eventualmente su profesión de doctor, exponen los quejosos. No obstante, Benjamín Medina justifica su ausentismo como médico y que nadie pueda sustituirlo en la plaza, en las reglas administrativas que rigen al sindicato y que el instituto debe respetar. “Estoy comisionado al Comité Ejecutivo Nacional del sindicato, si no me llevo la plaza ésta simplemente desaparece, así son la reglas”, dijo. Como comisionado ejerce tareas de representación y labores diversas que le son encomendadas por los directivos del CEN del Sindicato Nacional de Burócratas, cargo al que “fui llamado porque nadie quiere ser representante”, explicó. De sus innumerables cargos dentro del sindicalismo, justifica que la mayoría los ha asumido para entrar al quite, en puestos que han quedado acéfalos “porque nadie quiere ocuparlos, no se quieren capacitar”. Sobre el hecho que sus compañeros lo cataloguen un aviador solo opinó: “Se adelantó la grilla”, haciendo referencia al proceso de renovación del sindicato que iniciará en diciembre próximo.