Pasó volando la muerte por el ZETA y ella habla con la neta ponte trucha, señora directora, y señor director desde ahora. La muerte ve que al ZETA le está ganando la revista “Faceta” pues ZETA no vale una peseta leerlo algo, algo cuesta. Les dijo la parca “El Informador” mucho abarca lo encuentra en tiendas de prestigio sale los jueves sin tanto bullicio. ¡Hey! Adela y René -les habló y gritó la muerte recuerden, no está Blancornelas hoy en día y con él, ZETA más se vendía. Tienen que redoblar su trabajo si no ZETA se va al carajo y se quedan sin su trabajo a destajo del de arriba, al de abajo. Grita Rosario Mosso Castro “¡no, me daría un infarto”! y Sergio Haro “yo aquí me muero” Gabriela Olivares fallece de pesares. La chirriona les dice a los de ZETA: “Hay otros semanarios con otra treta y muchos personajes y políticos leen lo allí escrito”. A activarse como antes Leticia Garza Álvarez, Ramírez Toriz, y González Martínez. La huesos con lamento dijo y a todo el personal sentenció ánimo, ganas, alguien le susurró y así ZETA, no mejoró y no carburó. La dientona gritó “hay otra revista se llama ‘Info Baja’ mensual y muy local a grandes personajes entrevista”. Los del ZETA no la tomaron en cuenta ni las pilas se pusieron, bajó la ventana y así todos murieron y de los cuatro finados, el camino siguieron. La huesos trajo un camión</p> pa’llevarlos a todos al panteón no hubo ni sermón, ni plegaria mucho menos velo en funeraria. Leopoldo Durán Ramírez.