En la recta final, antes de la realización del primer plebiscito en este siglo de Baja California, el 28 de octubre, grupos a favor y en contra de la municipalización de San Quintín anclaron sus posturas e intensificaron sus campañas en territorio ensenadense. El escenario para los promotores de la municipalización enfrenta dos serios problemas. El primero, la limitada cantidad de casillas de votación en su zona, 18 de las 121 que se van colocar en todo el municipio y cuya ubicación fue designada por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Baja California (IEPCBC). Los argumentos del Congreso del Estado fueron que la decisión de municipalización deben tomarla todos los ciudadanos ensenadenses, y al tener la mayor concentración de población en la zona urbana, las casillas se distribuyeron más en la parte norte. El segundo problema para los que buscan la autonomía es la campaña, con una marcada diferencia de recursos invertidos, iniciada por el sector empresarial de Ensenada en contra de la municipalización. Los más activos en el proceso, son el Comité Pro Municipalización de San Quintín (CPMSQ), por el “sí”; y en contraparte, el Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada (CCEE), por el “no”. Empresarios y funcionarios en ambos bandos han desestimado los argumentos de unos y otros, y las preguntas se siembran en todo tipo de temas. Son puestas en duda la capacidad económica de San Quintín, la poca infraestructura, la distribución de participaciones incompletas para la zona sur, la mala aplicación de recursos, etcétera. Asuntos que se han debatido a lo largo de años y que con el desgaste en la propia habilidad financiera del Ayuntamiento de Ensenada, deja con pocos argumentos a los detractores de la creación del sexto municipio, que puedan convencer al sector inconforme en San Quintín, que se siente completamente abandonado. Fue el propio Poder Legislativo del Estado el que respaldó el plebiscito y ha avalado la viabilidad de un nuevo municipio a petición de los sanquintinenses. Y fue el mismo Congreso local el que echó a andar, por primera vez, aun con facultades de tomar la decisión por su cuenta, un plebiscito para que la ciudadanía ensenadense votara. Las finanzas Recientemente el regidor del Partido Acción Nacional (PAN), Aníbal Santana Chaires, realizó una presentación con datos duros obtenidos del propio gobierno municipal, titulada Factores Económicos de la Municipalización de San Quintín, el único estudio concienzudo por parte de un funcionario de primer nivel sobre el tema. De entrada, el regidor planteó las generalidades del municipio de Ensenada, con 466 mil 814 habitantes, en un territorio de 52 mil 646.51 kilómetros cuadrados, representando el 74.84 por ciento de la superficie, con un 80 por ciento de la población en la zona urbana. Las generalidades del futuro municipio de San Quintín: una población estimada de 67 mil 646 habitantes, 93 por ciento de ellos distribuidos en tres delegaciones -San Quintín, Vicente Guerrero y Camalú- de un total de ocho (El Rosario, Villa Jesús María, Bahía de los Ángeles, Punta Prieta y El Mármol). Luego estima la recaudación en las delegaciones con datos a 2009, y considerando las ocho delegaciones que corresponderían a San Quintín: Entre Impuesto Predial y Fomento Deportivo y Educación, 3 millones 272 mil 268 pesos; en Derechos y Aprovechamientos (servicio registro civil, desarrollo urbano, comercio municipal, expedición de certificados y multas de tránsito), 5 millones 158 mil 924 pesos; un total de 8 millones 431 mil 192 pesos. A ello le suma los impuestos que se recaudan en Ensenada, provenientes de las ocho delegaciones: Impuesto al Alumbrado Público, 4 millones 277 mil 520; Mantenimiento de Vías Públicas, 1 millón 495 mil 420; Revalidación de Permisos de Alcoholes, 810 mil pesos; para un total de 6 millones 582 mil 940 pesos. En general y según cálculos del regidor, la recaudación que obtiene actualmente la zona es de 9 millones 045 mil 208 pesos en impuestos, y 5 millones 968 mil 924 en derechos y aprovechamientos. Un gran total de 15 millones 14 mil 132 anuales. Sus gastos, con cifras de 2011, considerando los 162 empleados, 116 policías y 46 personas en área administrativa, sumando servicios personales, materiales y suministros, servicios generales y obra pública, arrojan un estimado anual de 56 millones 374 mil 825 pesos. Una diferencia de 41 millones 360 mil 693 pesos. Hasta este punto, la disparada diferencia plantearía un escenario inviable, sin embargo, el escenario financiero cambia radicalmente si la zona es considerada municipio, al menos así lo plasman los cálculos de Aníbal Santana. De acuerdo al regidor, de municipalizarse San Quintín, se tendrían ingresos propios estimados en 17 millones 284 mil 947 pesos, y 95 millones 321 mil 774 por participaciones, que se basan en los índices de población del municipio. Un total de 112 millones 606 mil 721 pesos. Sus gastos como municipio ascenderían a 106 millones 334 mil 825 pesos. Tendría entonces, un superávit de 6 millones 271 mil 896 pesos. San Quintín sobreviviría debido a su porcentaje poblacional, pero se vería en aprietos si no logra regular tanto la tenencia de la tierra como el servicio de agua y drenaje, dos de los principales ingresos propios que tienen los municipios. Por otro lado, la afectación para Ensenada en cifras, plantea Santana, sería de 53 millones 961 mil 87 pesos. Los cálculos hechos por el regidor muestran entonces que hablando en números, plantear la viabilidad financiera de San Quintín, de las ocho delegaciones, tiene dos enfoques: el primero y bajo el que se encuentra actualmente, bajo la administración municipal de Ensenada; y el segundo, bajo una administración propia. La proporción del dinero del Gobierno Federal que llega al Estado y de ahí baja a los municipios, beneficiaría a San Quintín, que absorbería recursos no solo de Ensenada, sino del resto de los municipios, aunque en menor medida si se considera lo que dejará de recibir la ciudad-puerto. La tesorera municipal María de Guadalupe Beltrán Rocha ejemplificó el caso San Quintín como hacerle “un hoyo más” a una bolsa de dinero que sigue recibiendo la misma cantidad anual. Las casillas Las dudas respecto a la ubicación de las urnas para la consulta quedaron aclaradas, tras la publicación a poco más de una semana del plebiscito, de las direcciones e integrantes de las 121 mesas directivas de casilla para la jornada. Listado difundido por el IEPCBC y la XX Legislatura. Versiones impresas, electrónicas y lonas informativas en los sitios donde se colocarán las casillas que si bien “no fueron los mejores tiempos” de difusión, de acuerdo a los propios integrantes del CPMSQ, las listas se publicaron y al menos ellos quedaron conformes, lo que no fue el caso del CCEE. En un oficio enviado al Congreso del Estado, los empresarios ensenadenses habían solicitado se llevara a cabo una campaña mínima de seis meses previo al plebiscito, que pudiera establecerse con el IEPCBC. Aunado a esa petición, los empresarios demandaron otros dos puntos que consideraron condiciones para que se pueda llevar a cabo el plebiscito: Análisis de Viabilidad Técnica-Económica de la Zona a Municipalizar con las Variables Actuales; y Promoción e Información a la Población, en General de las Acciones que se Pretenden. En general, la logística del plebiscito no ha tenido contratiempos, aseguran los representantes del IEPCBC en Ensenada y del Poder Legislativo, quienes monitorean los trabajos. Para el lunes 22 de octubre, los presidentes de casilla asignados desfilaban por las oficinas del IEPCBC, ubicadas en Avenida Pedro Loyola y Plinta, en la ciudad Ensenada, donde se les estaban entregando los paquetes y papelería necesaria para la consulta, en un procedimiento muy similar al de las elecciones estatales y/o federales; de ahí que el Congreso haya optado por brindarle facultades operativas al IEPCBC, pues conocen el proceso. Ese mismo día se enviaron los paquetes a Isla de Cedros y a las zonas más retiradas del municipio. El objetivo del IEPBCB era que entre el lunes 22 y el martes 23 de octubre, se entregaran todos los materiales electorales a los presidentes, con una revisión a detalle de su contenido y la seguridad del resguardo; y en caso de que un presidente de casilla, el domingo 28 de octubre, no esté en condiciones de dirigir la mesa que le corresponde, tendrá su suplente, todo muy similar a los procesos electorales habituales. Las boletas, explicó Humberto Herrera Ibarra, enlace del Congreso ante el IEPCBC, tienen de 4 a 5 candados distintos o medidas de seguridad que ayudarán a evitar la falsificación. A diferencia de las votaciones para funcionarios públicos, el plebiscito de San Quintín no tendrá observadores de partidos políticos en cada mesa, pero sí podrá contar con observadores ciudadanos que con autorización del presidente, pueden vigilar el proceso sin intervenir. Al ser menos casillas, cada mesa tendrá de 4 a 5 mil personas enlistadas, abarcando hasta cinco secciones en una, de acuerdo a listados preliminares. Por ejemplo, la casilla 24B, que estará ubicada en la Clínica 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social, en la Zona Centro de Ensenada, y abarcará las secciones 49, 50, 51, 52, y 67, que aparecen en las credenciales del Instituto Federal Electoral (IFE). En San Quintín, la casilla 53B, ubicada en la Escuela Primaria Rural Estatal “Dr. Gustavo Baz”, comprendida por tres secciones: la 155, 156, y 157. Y así en otros puntos como en la Biblioteca Pública Municipal del Valle de la Trinidad, donde estarán cinco secciones (143, 144, 179, 183, y 184), en la casilla 71B o en San Vicente, donde se compactarán cuatro secciones en la casilla 72B, en el Centro ISESALUD de esa delegación, la 145, 146, 147 y 182. Las búsquedas de las casillas por internet, se pueden realizar en la página plebiscitobc.com o en el portal del CCEE, www.ccee.mx. Las casillas estarán abiertas de 8:00 a 18:00 horas, bajo la misma dinámica de las elecciones, cita de los funcionarios a las 7:00 horas, armado y apertura a las 8:00 horas y, al llegar las 18:00 horas, la última persona en la fila será quien podrá emitir su voto, quien llegue después no. Campañas con estilo La información en torno a los temas administrativos y operativos del posible nuevo municipio, ha permeado con mayor fuerza entre los residentes del Valle de San Quintín. Con pocos medios informativos y recursos a su alcance, el CPMSQ se ha mantenido en actividad intensa durante los últimos cuatro años, y aseguran saber cómo podría operar exitosamente el nuevo gobierno. El presidente del CPMSQ, Fernando Figueroa Calderón, explicó que tienen calculados en qué y cómo se ahorrarían recursos, manteniendo una nómina delgada y trabajando en austeridad. “Administración más eficiente porque sí tenemos capacidad”, dice Figueroa. Los acercamientos del CPMSQ con el gobierno local dejaron de darse hace meses. Figueroa terminó cansándose, dijo, de que el presidente municipal lo dejara por horas esperando una cita, “lo he ido a buscar”, refiere, pero lo dejan afuera de la oficina del alcalde y no le atienden, o le atienden horas después. Una agenda a la que no está dispuesto apegarse. “Lo hemos invitado a San Quintín, no ha venido”, agrega. En San Quintín no olvidaron las palabras y promesas de Pelayo Torres en campaña, quien les aseguró que al llegar a la presidencia municipal les haría tantas obras, que hasta se iban a olvidar de la municipalización. Ahora, con una oficina de difícil acceso en el cuarto piso de la Casa Municipal, desatendidos y sin que les cumplieran las promesas, al menos en el caso del CPMSQ la única vía que encuentran es la municipalización. El CPMSQ tiene respuestas para cada argumento. Llevan años tratando de explicar la viabilidad de su propuesta, “si no, no lo estaríamos haciendo”, explica Figueroa. Sus campañas de propaganda por el “sí”, se extienden principalmente en San Quintín, con engomados y algunas bardas pintadas haciendo alusión a la municipalización. En Ensenada existen pocos lugares donde se puede ver esta campaña, más allá de engomados. A final de cuentas, a los residentes de un municipio que demanda recursos, les resulta costoso financiar campañas que requieren recursos. Algo que no ocurre en el caso opuesto, en las campañas por el “no” a la municipalización, que promueve el sector empresarial en la ciudad. La capacidad económica de grupos como el Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada (CCEE), la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) de Ensenada, el Consejo de Desarrollo Económico de Ensenada (CODEEN), la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y de Alimentos Condimentados (CANIRAC), la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), entre otros, se ha hecho evidente en una serie de anuncios en contra de la municipalización de la zona sur del municipio. Lonas, inserciones pagadas en diarios, mensajes a los usuarios de la red de telefonía Nextel y anuncios en distintos medios electrónicos, incluyendo radio y televisión. Todos haciendo alusión a una “pérdida” de más del 60 por ciento del territorio del municipio. La propaganda por el “no” es intensa en la ciudad, donde se encuentra el mayor número de posibles votantes para la consulta. Sin embargo, debido a una pobre difusión respecto a los detalles del proceso, los ciudadanos que acudirán a votar tendrán pocos elementos para tomar una decisión. Los documentos mostrados en la página que proporciona el Congreso del Estado (plebiscitobc.com) son cortos y con datos generales. Hay desconocimiento inclusive sobre las divisiones exactas del territorio. Los únicos datos sobre los límites territoriales son los de un polígono amplio: Al Norte: Ejido Rubén Jaramillo, Ejido Bramadero. Al Sur: Hasta los límites con el Estado de Baja California Sur (Paralelo 28). Al Este: Ejido Bramadero, Ejido Reforma Agraria Integral, Ejido Revolución, Territorios Nacionales y los límites con el Mar de Cortés. Al Oeste: Hasta los límites con el Océano Pacífico. Recordando también que Isla de Cedros quedaría fuera del municipio por crearse. Las posturas del CCEE y de los distintos organismos empresariales del municipio, han sido sobre la misma línea, de más tiempo para un plebiscito y más fortalecimiento a las delegaciones municipales. Aunque admiten que la respuesta de diputados y gobiernos estatal y local no han sido la que esperan. El miércoles 24 de octubre por la tarde, el Congreso del Estado adelantó información sobre el proceso, y ante la sorpresa de los empresarios locales en el puerto de Ensenada, adjuntaba una advertencia. El comunicado del Congreso refería: “La Comisión Especial para la Municipalización de San Quintín acordó prohibir cualquier forma de manifestación a favor o en contra de que se municipalice la zona sur del Estado, a partir de las cero horas del viernes 26 de este mes, así como declararse en sesión permanente el domingo 28 (a partir de las 7:30 horas), día en que se llevará a cabo el plebiscito”. “¡Es una auténtica ridiculez!”, aseguraría el presidente de COPARMEX en Ensenada, Armando León Ptanick, al conocer la prohibición advertida por el Congreso. El empresario aseguró que primero tendría que ser modificada la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para poder eliminar el artículo que garantiza la libertad de expresión en México, antes de prohibir manifestaciones a favor o en contra. El Congreso dio a conocer que dicha comisión especial, presidida por la diputada Nancy Sánchez Arredondo, convocó al presidente del IEPCBC, Enrique Blancas de la Cruz, a su director general, Víctor López Magallón, y al director de Procesos Electorales, Ernesto Corrado Campos, para que informaran sobre el avance hasta ese día. El reporte del IEPCBC al miércoles 24 de octubre, indicaba que 88 de las 121 casillas ya habían sido enviadas a su destino, 70 para Ensenada y 18 para San Quintín; 50 mil encartes entregados y 25 mil más para hacer un total de 75 folletos, en los que se indicará la ubicación de las casillas. El mismo día, los diputados acordaron pedir apoyo a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para que asigne agentes del Ministerio Público “que den fe de hechos, en caso de que se registrara alguna irregularidad, así como de las diferentes corporaciones policíacas para que mantengan el orden”.