Durante una revisión dentro de las instalaciones del Centro de Reinserción Social, la Comisión Estatal de Derechos Humanos evidenció que el penal ya había sido superado, que los custodios eran pocos y que esto podría ocasionar un conflicto grave dentro del centro. A pocas semanas de que se evidenciara esta situación desafortunadamente sucedió lo que para muchos era algo evidente; un conflicto entre internos del área de sentenciados y procesados. Ramón Meza Verdugo, Presidente de CEDH en Baja California Sur, dijo que el CERESO ya dio lo que tenía que dar. “En sus instalaciones el centro cumplió su función y que habrá que pensar ya en la construcción de un nuevo centro además de que ya podríamos ver la necesidad de que sea un centro primero fuera del núcleo poblacional, que ya quedó cubierto y que de alguna manera es un peligro también latente”. Ante el pasado conflicto el secretario de Seguridad Pública declaró que no fue catalogado como un motín sino como una simple riña entre reos que generó la movilización de alrededor de 300 elementos policiacos. A pesar de que la Comisión Estatal de Derechos Humanos hizo la observación de que ya es necesaria la creación de un nuevo centro penitencial, las autoridades estatales no cuentan con los recursos suficientes. “Hacer un nuevo CERESO es deseable, es un tema de recursos y no lo hay, la federación en caso de que construyera uno sería federal y no es nuestro interés tener un reclusorio federal”, argumentó de La Peña Angulo. Actualmente son 870 internos dentro del CERESO de La Paz y su capacidad es para menos de 600. Por turno son alrededor de 40 custodios los que ingresan al penal. Autoridades estatales no descartan que dentro del penal pudiera haber privilegios, destacaron que en otros centros se han localizado custodios que han ingresado droga para los internos como son el caso de Comondú y Los Cabos. Por otro lado, la SSP del estado inició las pruebas de un sistema electrónico inhibidor de llamadas de teléfonos celulares al interior del Centro de Reinserción Social. El objetivo primordial es que los internos no puedan realizar llamadas desde el interior del CERESO, al exterior, que en su mayoría son de extorsión o para fines propios de la delincuencia. “Una tecnología muy avanzada brasileña que se está haciendo del sistema penitenciario a nivel nacional, es un proyecto piloto para instalar esta tecnología y poder inhibir las llamadas de celulares que pudieran salir del CERESO La Paz”, comentó Álvaro de La Peña Angulo. Ante la gran problemática que se vive en los penales y la responsabilidad legal que tienen las entidades por instalar sistemas de inhibición en estos centros, se presentó esta propuesta en todos los CERESOS del país. “No hay línea, no es posible que un celular pueda hacer una llamada telefónica en todo lo que es la periferia del CERESO, lo que son las bardas perimetrales hacia adentro, no es posible, y destacando algo, esta tecnología no afecta a las oficinas y las viviendas que están alrededor del CERESO”, aseguró de La Peña Angulo. El CERESO de La Paz fue elegido para realizar las primeras pruebas de este programa, El sistema, valuado en 12 millones de pesos, pretende evitar que bandas de delincuentes utilicen teléfonos celulares para la realización de actos de violencia generalizados, que en ocasiones terminan en amotinamientos y fugas masivas.
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