Fiesta urbana con ritmo

Agasajados por el calor de los tijuanenses, en su mayoría féminas, el dúo de reggaetoneros abrió el telón pocos minutos después de las nueve de la noche del sábado 20 de octubre para contagiar con repetitivos beats característicos de la fusión del reggae, cumbia, salsa, hip-hop y raggamuffin, haciendo vibrar a una Monumental Plaza de Toros cubierta a un 30 por ciento de su capacidad. Casi tres años después de su primer presentación en la frontera (11 de diciembre de 2009), Wisin & Yandel aparecieron en la ciudad en medio de la promoción de su novena placa discográfica, “Líderes”, título con el que hacen alusión a su posición en la escena musical del reggaetón, de la que en Tijuana demostraron estar muy lejos, al apenas convocar a unas 5 mil personas, de las que habría que descontar las que asistieron con boleto de cortesía. Fue en 2009 cuando el fenómeno del “Doble U y Yandel” logró que 18 mil personas agendaran aquella presentación, y estimularan a la metrópoli bajacaliforniana a extasiarse con dosis de bailes sensuales y movimientos sugerentes por doquier; sin embargo, ese liderazgo se perdió (quizá las dos suspensiones afectaron a la convocatoria), o la falta de compromiso del dueto para promocionarse en la región. Cual sea el caso, dejaron de ser un atractivo económico para los promotores de conciertos. Wisin saltó primero al templete de hierro digitalizado, envuelto en luces y tres pantallas de led dibujándolo todo; le siguió Yandel, y con él, un grupo de siete mujeres semi- descubiertas, bailando incesantemente, al mismo tiempo que en la fotografía se colaba el ondear de tres banderas: Puerto Rico, Venezuela y Colombia, caricaturizando la euforia de un montón de jovencitas que como un karaoke, acompañaron de inicio a fin a los protagonistas de la noche. La “Tía Juana” hizo su fiesta urbana y reggaetonera. Detrás del micrófono un par de hombres con anteojos negros, cadenas, jeans ajustados y calzado informal; uno con voz más grave que el otro insertando versos y rimas, y el otro balanceando los cánticos con tonos agudos, suaves, balados pero de estrofas certeras, registrándose en cientos de celulares que iluminaban el graderío como las estrellas en una noche despejada. El suave rocío del cielo cesó, y el concierto fue dedicado a las mujeres hermosas. A la velada se incrustaron “Zun Zun”, “Anoche Soñé Contigo” y “Peligro”, en las que destacó la presencia de músicos en vivo y los ponediscos, quienes instrumentaron cada pieza del llamado “Dúo Dinámico” que luego de interpretar “Rakata”, invitara a las jovencitas a tener una “Noche de Sexo”. “Queremos que canten bien fuerte para que se escuche de aquí hasta Puerto Rico”, expresaron los isleños, quienes hablaron sobre su concierto en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, enfatizando que Tijuana es hasta ahora el lugar donde mejor recibimiento habían tenido, situación que arrancó el festejo de los fronterizos justo en la introducción del tema “Abusadora”. Después de lo bailable, el romanticismo se apoderó arriba y debajo del escenario con la interpretación de “No me Digas que No”, que hiciera famosa el cantante Enrique Iglesias, con la que Yandel regaló a Wisin y viceversa, entre las inquietas mujercitas que vestidas de múltiples formas provocativas, adornaron la noche del 20 de octubre, fecha en la que se reflejó el declive que ha tomado el reggaetón en la región. “Enamorado”, “Sexy Movimiento” y “Besos Mojados”, fueron algunos de los otros temas que tomaron vida en medio de una tenue brisa esparcida a derredor, plasmada con la luz de un faro a medio funcionar, anclado junto a la barda metálica que marca el inicio o final de Latinoamérica, a la que le cantaron este par de nuevos religiosos, quienes ofrecieron un collage de instantes sexies, arrancaron suspiros, provocaron el estallido de fuegos artificiales y la calentura de las solteras que avivaron a gritos el debut de un nuevo reggaetonero con el que Wisin & Yandel se hacen acompañar.