Los funcionarios que más cobran por “su” trabajo en el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Baja California, son precisamente los que contrataron “asesores” para que les hagan la chamba. El director general, Víctor Manuel López Magallón y su mega sueldo de 3 mil 240 pesos diarios. Más de 97 mil pesos al mes y 1 millón 116 mil pesos al año, tiene bajo su ala Eloísa Rodríguez Miranda, quien cobra mil 399 pesos por día, poco más de medio millón de pesos al año. La secretaria fedataria Graciela Amezola Canseco y sus 58 mil pesos mensuales (700 mil pesos al año), tienen tres subalternos, uno incluso es asesor/notificador, todos a razón de 708 mil pesos anuales. Los cuatro asesores mencionados, más Carlos Romero, que tiene la misma función en la coordinación jurídica, cobran un total de 1 millón 554 mil 600 pesos al año, por hacerle el trabajo de sus jefes que, vaya, fueron electos entre los ciudadanos y por los diputados, para cumplir con esa labor, que pagan por no hacer.
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