No cabe duda, amigos, que para dimensionar la vida y lo que uno, su familia y la sociedad hemos hecho, los tragos amargos parecieran ser definitivos. Hoy nuestro mundo familiar está trastocado, lleno de cenizas, escombro, miedo, impotencia, frustración, lágrimas, desesperanza, decepción y así puedo llenar páginas con nuestro sentir, ¿y? Preguntar por ejemplo de qué vale que la familia Rodríguez Bórquez sean trabajadores a más no poder, para qué les inculcamos a nuestros hijos el respeto, la legalidad, la humildad hacia los demás, valores morales, patriotismo, etcétera, si pareciera que eso no vale nada, ni siquiera el ejemplo de Don Mario Rodríguez, un hombre honrado, justo, que ha trabajado desde niño y nunca ha acumulado riqueza por ser humano y anteponer a los demás por encima del interés propio. ¿Eso no vale nada? ¿Cualquier pelafustán puede acabar con las fuentes de trabajo que por más de treinta años han mantenido familias y beneficiado a Tijuana y Rosarito? ¿La salud de Don Mario minada por tanto esfuerzo y pago de impuestos? Todo lo anterior es poco y estoy acudiendo a Ustedes mis amigos de los medios masivos de comunicación y personalidades tijuanenses de diversos perfiles, porque nuestras vidas están en peligro, hay alguien sin rostro que nos quiere exterminar, ya nos amputó dos negocios, los más grandes, antiguos e importantes, pero el riesgo está latente, no hay resultados de investigación alguna en Rosarito, ni en Tijuana. Cada minuto que pasa sin novedad es un minuto ganado a estas mentes perversas, pero no podemos seguir así, es un verdadero infierno. Por favor, ayúdennos a levantar la voz y pedir justicia. ¡Gracias por su atención y solidaridad, están en mi corazón! ¡Muchísimas gracias! Reyna Soledad y familia reynasoledad@ymail.com