Adela Navarro B. y/o César René Blanco V. Sres. Codirectores del semanario ZETA Apreciables Codirectores: Los que solemos enviar escritos a la redacción de ZETA sabemos que el semanario se abroga el derecho de publicarlos o no y está bien. Bajo esta premisa, luego de algún tiempo sin hacerlo, les hago llegar lo siguiente. El jueves 30 de agosto estuve atento al desarrollo de la sesión del Tribunal Electoral del Poder judicial de la federación en la que se analizó y revisó la solicitud presentada por el Movimiento Progresista pidiendo la invalidez de la elección presidencial, aduciendo que no fue libre, limpia ni equitativa. Luego de larguísimas y exhaustivas consideraciones, el Tribunal resolvió que no había lugar a considerar sustentada la petición de la parte demandante en virtud de que los argumentos para ello se estimaron insuficientes fundando sus resoluciones en el principio jurídico de que “quien acusa tiene que probar” y en este caso las “cargas de prueba” fueron infundadas e insuficientes y por lo tanto no fue procedente la invalidez de la elección presidencial. Al término de la sesión, el Presidente del Tribunal citó a los magistrados para el día siguiente (agosto 31) a iniciar los trabajos del cómputo de las casillas. Así el viernes 31, habiendo recontado más del 55 por ciento de las casillas se ratificó la validez de la elección en general y adelantándose a lo dispuesto por la ley de que a más tardar el 6 de septiembre se daría a conocer el Presidente de la República, lo hicieron ese mismo día por la tarde, entregándole al Licenciado Enrique Peña Nieto, candidato de la coalición Compromiso por México, su constancia de mayoría y por lo tanto lo declararon Presidente de México. La reacción del candidato del movimiento progresista Andrés Manuel López Obrador no se hizo esperar. En conferencia de prensa del mismo día 31 dijo no aceptar el fallo del Tribunal aduciendo que ésta era una institución secuestrada por los delincuentes de “cuello blanco”. Dijo que no podría traicionar la confianza de todos los mexicanos y que se declaraba en defensa de los derechos individuales de ellos. Convocó a sus seguidores a una reunión de masas para el día 9 de septiembre a las 11 de la mañana en el Zócalo en la que se definirán los pasos a seguir. No se descarta la posibilidad de que convoque a sus seguidores, además de a la desobediencia civil, a algún tipo de actos que pudieran ser enmarcados como disturbios sociales de naturaleza violenta; tal como lo gritaban los seguidores en las afueras del tribunal: “Imposición, revolución. Imposición, revolución”. El discurso recurrente de Andrés Manuel ha sido declararse otra vez víctima de un fraude y sosteniendo la premisa de que “la mayoría del pueblo mexicano” quiere –y por ello votó– un cambio verdadero, que es el que él representa. En este sentido vale la pena analizar lo siguiente. Según sabemos, fuimos más de 50 millones de ciudadanos los que acudimos a emitir nuestro sufragio, lo cual constituyó un hecho histórico. De estos 50 millones 35 no votaron por López Obrador, o sea la mayoría de los mexicanos que cruzaron las boletas electorales lo hicieron en contra del proyecto de nación que proponía el político tabasqueño. Malo es este hombre para las matemáticas, pues de qué manera 35 es más que 50. Ahora, ahí lo tenemos en actitud de no respetar a los que no votaron por él como tampoco respetó su compromiso de hombre al haber firmado el Acuerdo de Civilidad Política de acatar el resultado de los comicios. Concluyo remitiéndome a la expresión “vox populi, vox Dei”, por la que nadie duda de que el PRI haya hecho compra de votos. La cuestión es que no se les pudo comprobar. Y ello me hace recordar algo que oí o supe hace ya muchos años respecto a los priistas en el sentido de que “los acusan de rateros, no de pendejos”. <p>Muchas gracias, Señores Codirectores. José Carlos de la Trinidad Tijuana, B. C. Estimado señor José Carlos de la Trinidad: Todas las cartas que llegan a ZETA se publican conforme a su arribo a Redacción siempre y cuando cumplan con los requisitos solicitados: firma con nombre y apellido, así como una credencial con fotografía. El Consejo Editorial no influye en la publicación de denuncias públicas mientras los autores tomen responsabilidad de sus comentarios y opiniones. Atentamente La Co-Dirección Adela Navarro Bello César René Blanco Villalón