Anticipan próximo aumento al precio del producto básico Tortilleros de Baja California advirtieron encontrarse ante una crisis generalizada del sector y un inminente incremento en el precio de la tortilla para las próximas semanas. Cierre de tortillerías artesanales, mayores costos de operación (gas, luz, agua y transporte), prácticas desleales que aseguran realizan personas que revenden en colonias populares, tortillas sin garantías de higiene, subsidios a cadenas de supermercados que ofrecen tortillas de baja calidad, y escasos apoyos a los tortilleros artesanales por parte del gobierno, se cuentan entre sus problemas. El panorama negativo que enfrentan se agudizó tras el reciente aumento en el precio del maíz registrado en la bolsa de Chicago, provocado luego de una sequía en zonas de producción de este grano, en los Estados Unidos. Al 29 de junio de 2012, las estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) sobre la situación del maíz en su territorio, apuntaba a un desabasto de alrededor de 45 millones 722 mil 160 toneladas de grano, lo que impactará precios y consumo a nivel mundial. A la par (con información avalada por la Junta de Perspectivas Agrícolas Mundiales –WAOB, con siglas en inglés), las cifras estimadas de producción de maíz en México no mejoraron con relación al ciclo anterior, i.e. 2010/11. La producción de maíz en nuestro país durante el ciclo 2010/11 fue de 21.01 millones de toneladas métricas (Tm); mientras las estimaciones para el cierre de 2011/12 es de 19 millones de Tm. Las importaciones de maíz subieron de 8.26 millones de Tm en 2010/11, a 10.50 millones de Tm en 2011/12 y las exportaciones bajaron de 0.09 a 0.01 millones de Tm respectivamente. De mantenerse este escenario, la estimación a corto plazo de los tortilleros sobre el precio del kilo de tortillas en el Estado, que pudiera comenzar a registrase a mediados de agosto o principios de septiembre, es el siguiente: en Ensenada podría subir a 18 pesos; en Tijuana a 19 pesos; y en Mexicali a 20 pesos. Según explicó Joel Serafín Muñoz, coordinador y representante de microempresarios de la industria de la masa y la tortilla en Ensenada, sin apoyos y/o subsidios gubernamentales que regulen el precio de la tortilla, los tortilleros, al menos en Baja California, mueven sus precios junto con el mercado. “La tortilla hace 10 años valía 5 pesos…. comprábamos en ese entonces el maíz alrededor de 2 mil 100 pesos (la tonelada)… cuando bajaba la época fuerte… a mil 900. Los insumos en aquel entonces no eran tan caros… dábamos un precio económico a la gente inclusive las cadenas trasnacionales no eran competencia para las tortillerías, regularmente una tortillería hacía alrededor de 10 sacos, ¡estamos hablando de media tonelada diaria! Pasando alrededor del 2006, 2007, se retiran los apoyos del campo, se paralizaron los apoyos y empezó el incremento del maíz, de repente de 2 mil 100, empezamos a comprar maíz a 3 mil 300, y para ese entonces todas las tortillerías comenzaron a meter un precio a 8 ó 9 pesos”, dijo Serafín. En 2011, los tortilleros enfrentaron otro incremento en la tonelada de maíz, de 3 mil 300 pesos a 6 mil 500 por tonelada. Los precios entonces subieron de 8 hasta 13 pesos en algunos sitios por un solo kilo de tortillas. Declaraciones, en esas fechas, de autoridades gubernamentales solicitando fueran denunciadas ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) las tortillerías que vendieran el kilo a más de 9 ó 10 pesos, generaron descontento entre los tortilleros, quienes aseguran hasta la fecha, que sin apoyo gubernamental el precio de la tortilla está sujeto a la ley de oferta y demanda. En palabras llanas, el precio de la tortilla no está regulado en Baja California. En 2012, tanto en Estados Unidos como en México, los precios del maíz comienzan a subir, el 23 de julio los tortilleros en Baja California, de acuerdo a Joel Serafín, obtenían a 4 mil 450 pesos, precio productor, la tonelada de maíz en Sinaloa. Con los gastos de traslado a Ensenada la cifra llegaba a 5 mil 200 ó 5 mil 300 pesos por tonelada. El 25 de julio, Sinaloa estaba vendiendo a 4 mil 600 pesos la tonelada, precio productor. Un incremento de 150 pesos en tan solo dos días. Y ninguna tendencia parece ir hacia la baja. El lunes 30 de julio, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, anunciaba su preocupación por la situación de sequía y eventual desabasto de granos en Estados Unidos. Mediante un comunicado de prensa Yong Kim dijo: “No podemos permitir que el aumento a corto plazo del precio de los alimentos tenga consecuencias perjudiciales a largo plazo para los más pobres y vulnerables del mundo”. El Banco Mundial dio a conocer que el precio del maíz se ha incrementado más de un 45 por ciento desde medianos de junio. La tortilla cara no es la única preocupación de los tortilleros en Baja California, ya que existe, de acuerdo a Antonio Rodríguez, industrial y distribuidor de maíz en Tijuana, competencia desleal de vendedores en colonias populares que ofrecen el kilo a precios que rondan los 8 pesos. Rodríguez asegura que detrás de ese precio existe una serie de irregularidades como evasión de controles de higiene, del pago de impuestos, del pago de seguros médicos a empleados, y una dudosa calidad de la tortilla, que no está siendo vigilada. “Tú no sabes si el muchacho que anda vendiendo en la calle, tú como consumidor, no sabes si el que trae la tortilla afuera trae buena tortilla. Usan a veces agua de la llave, por no pagar los altos costos del agua purificada…. el costo del agua hace 5 años tú pagabas 60 ó 70 pesos, ahorita una casa paga arriba de 200 pesos, un negocio… entre 4 mil y 5 mil pesos, eso se lo tienes que incrementar a la tortilla”, asegura. “Los gastos de luz también son altos”, asegura Rodríguez, “sin embargo las personas que andan vendiendo la tortilla en la calle a 8 pesos carecen de una tortilla artesanal bien hecha… (sin embargo) si yo paso por tu negocio y tú das a 12 pesos y pasa el carrito por mi casa y me lo da a 8 ¿a quién le compro?”, afirma. Y es que los industriales establecidos, aseguran que la tortilla de los vendedores de colonias, se endurece de un día para otro, se vuelve grumosa y se desmorona en las manos; inclusive, se enlama de un día para otro por la baja calidad de higiene. Por reducir costos, explica Joel Serafín, “no utilizan cal viva”, que en el proceso de la elaboración de la tortilla tradicional con nixtamal, elimina la mayoría de las bacterias presentes en el grano y le da una mejor consistencia. “Agarran nada más harina la revuelven con agua y ya”, afirma. “La calidad se nota”, dicen los tortilleros artesanales, “Hay muchos negocios de pequeños comerciantes que se dedican a vender tortillas pero no son tortilleros, por ejemplo el Calimax, Soriana, Comercial Mexicana, hacen una tortilla ¡horrible!, sin embargo la dan a 8 pesos”, explica Rodríguez. Y agrega “si yo voy, me compro un carrito, le digo que quiero 300 kilos, me los da a 7 pesos el amigo y yo lo doy a 10, ya le gano 3 pesos”. “Se supone que la tortilla es para consumo humano y es un artículo de primera necesidad, sin embargo yo creo que aquí al gobierno…. les hace falta que regularicen a las tortillerías, que entren todas en un solo aro, de otra manera las tortillerías están cerrando”, argumenta. Los tortilleros han manifestado a autoridades estatales como la Secretaría de Fomento Agropecuario (SEFOA), su temor de ser desplazados por las prácticas desleales de venta de tortilla “legal” pero mala. Y es que al menos en Ensenada, advierte Joel Serafín, las ventas se vinieron abajo en casi un 70 por ciento. De media tonelada que vendían los industriales locales, redujeron su producción a 3 sacos diarios. En 2011 el sector en Ensenada vivió el cierre de varias tortillerías, hubo recortes de gastos y “empezaron a tronar primeramente del lado sur del municipio, ahí en San Quintín empezaron a tronar tortillerías evidentemente porque tenían más gasto y más costo por el flete… el lado de lo que es Maneadero, El Zorrillo también empezaron a cerrar tortillerías”, dijo Serafín. El representante de los tortilleros locales, explicó que la tortillería “El Molino”, con décadas en operación cerró sus puertas, luego de que era una de las pocas que producían regularmente hasta 22 sacos de maíz. No obstante, la solicitud de créditos y endeudamientos la llevaron a la quiebra. Tortillería “Valle Verde”, que manejaba de 15 a 16 sacos diarios, de larga tradición, cerró sus puertas. Tortillería “Gerónimo” y Tortillería “El Valle” en la zona de Maneadero parte alta también cerraron, entre otras, y con el cierre de las tortillerías también se termina el trabajo para decenas de familias. Gobierno no teme aumento Pese a las preocupaciones de los industriales de la masa y la tortilla, en el Gobierno del Estado el escenario del alza al maíz es visto con otra perspectiva. De acuerdo a Guadalupe Villalobos Guerrero, director de desarrollo empresarial del campo de la SEFOA, el gobierno estatal no estima que vaya a presentarse un incremento en los precios de este alimento básico directo a los consumidores. “El abasto está garantizado… (en) México la industria tortillera consume el maíz blanco. En Estados Unidos se siembra el maíz amarillo en un noventa y tantos por ciento, el maíz blanco es poco lo que se siembra allá en Estados Unidos… sí es una inquietud de la industria tortillera de que puedan incrementar los precios en México pero también déjame decirte que el precio que se proyectaba en noviembre, diciembre… decíamos que iban a andar en las pretensiones de los productores de Sinaloa eran 5 mil pesos (por tonelada), llegó a estar el precio a 4 mil 100, 4 mil pesos la tonelada ahí en Sinaloa y esto fue un área de oportunidad para ellos, SEDECO (Secretaría de Desarrollo Económico del Estado) apoyó con créditos para que pudieran abastecer ahí sus inventarios”, detalló Villalobos. Para la SEFOA, el aumento en el costo del maíz procedente de Sinaloa ya se tenía contemplado, de acuerdo a sus estimaciones de noviembre-diciembre 2011. Con datos de la dependencia estatal, el consumo de maíz para tortilla en Baja California es de 20 mil toneladas anuales. La producción promedio anual en Sinaloa es de 5 millones de toneladas anuales, excepto este año, que estarán produciendo un total de 2 millones y media toneladas. Respecto a las importaciones hechas por México desde EE.UU. Villalobos explicó que es básicamente para uso pecuario y no consumo humano. “Por eso estamos diciendo que está garantizado el abasto porque en la agricultura se estructuró con una modalidad que se llama agricultura por contrato y ASERCA (Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria) que depende de SAGARPA (Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación), le va a dar preferencia a todo el maíz que se produzca en México va a ser primero para proteger el consumo humano”, dijo, agregando que la industria pecuaria será entonces la que busque resolver el asunto de su materia prima. Luego de su explicación, el funcionario de la SEFOA dejó la puerta abierta sobre lo que pudiera pasar con los costos del maíz en los próximos días, “el mercado es muy caprichoso lo que te estoy hablando… puedo voltear a la computadora… y suba 10, 20 dólares en un momento pero también lo puede bajar, aquí lo que vamos a estar muy atentos de que no le falte materia prima a la industria y no se especule, que sea el precio justo para los tortilleros, para la gente que está en la comercialización de este producto… que no se aproveche una situación de pánico…”, indicó. Pánico o no, organismos a nivel nacional como el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) han estado asesorándose al respecto. En su última reunión mensual programada el 26 de julio de 2012, tuvieron entre sus principales invitados a Juan Antonio Hinojosa, Consultor Sénior de Administración de Riesgos de la empresa FCStone, especializada justamente en asesorar sobre el comportamiento de estos mercados. La conferencia de Hinojosa se tituló: “Las Perspectivas de los Commodities Agropecuarios y el Impacto de la Sequía en los Precios”. Y existen dudas entre legisladores sobre la realidad en la disponibilidad y consumo local de maíz. Tan solo el pasado 16 de mayo el diputado federal del Partido de la Revolución Democrática Israel Madrigal Ceja, propuso un punto de acuerdo en el Congreso, que fue turnado a comisiones, para “…exhortar al Poder Ejecutivo Federal, a través de las Secretarías de Economía y de Agricultura; Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, para que sustenten ante esta Soberanía las razones para autorizar cupos de importación de maíz blanco sin aranceles, habiendo disponibilidad del grano en el país”. De acuerdo a la bancada perredista, el gobierno federal autorizó en este año “cupos de importación de maíz blanco a compañías transnacionales provenientes de Sudáfrica” sin aranceles y “… se han autorizado importaciones del grano de Estados Unidos, siendo que existe disponibilidad del mismo a nivel nacional, lo que hace innecesaria su importación…”. Las compañías mencionadas por el PRD son Cargill y Archer Daniels Midland (ADM), que durante el primer trimestre de 2012 “importaron 255 mil toneladas de maíz blanco de Sudáfrica y 255 mil de Estados Unidos, a un precio estimado de 4 mil 900 pesos por tonelada”, según el boletín 1647 del PRD. Sin saber hacia dónde voltear, para los industriales de la masa y la tortilla en Baja California, la incertidumbre y la amenaza de la supervivencia de las tradicionales y artesanales tortillerías en las colonias es una realidad. Pese a los llamados de calma de las autoridades, el comportamiento del mercado y por ende del precio del kilo de tortilla en cualquier ciudad del Estado ya es un albur. Preocupación por el precio de la harina En algunas regiones de México, como Tamaulipas y Sinaloa, industriales de la masa y la tortilla se han inconformado públicamente por supuestas alzas a los precios de la harina de maíz, con precios entre 8 mil 500 y 10 mil pesos por tonelada, según reportaron medios de comunicación de aquellas entidades. En su último informe, del 1 de agosto 2012, la Secretaría de Economía dio a conocer los precios por bolsa (con 10 paquetes de 1 kilo) de harina de maíz en diversos estados del país, mostrando poca variación. En lo que respecta a Maseca, principal productor de harina, los precios reportados en Tijuana desde el 20 de junio hasta el 1 de agosto, se han mantenido en 110 pesos por bolsa. Junto a Zacatecas, Baja California ocupa el tercer lugar entre los estados donde la harina Maseca es más cara. Baja California Sur es el estado que paga más por esa harina, con un precio De 117.53 pesos por bolsa al 1 de agosto. No obstante, si se comparan los precios del mismo producto con el año 2007, la diferencia es marcada, pues en Tijuana la bolsa de Maseca costaba 58.50 pesos, y en BCS, 63 pesos. Los precios de la harina de maíz impactan en la elaboración de tortillas en las tortillerías no artesanales, que representan un mercado creciente, al igual que el aumento registrado en la producción de harina durante los últimos años en México. La producción de harina de maíz llegó a su récord en 2009, con 2 millones 312 mil 696 toneladas producidas; en 2007 fueron 2 millones 154 mil 291 toneladas. Para 2010, la producción bajó a 2 millones 286 mil 424 toneladas. De acuerdo a la Secretaría de Economía, la industria harinera de maíz en México está concentrada en pocas empresas. En orden de importancia, destacan Grupo Industrial Maseca, que participa con el 71.2 por ciento del mercado seguido de MINSA (23.54 por ciento), Harimasa (1.4 por ciento), Cargill de México (1.3 por ciento), Molinos Anáhuac (1.1 por ciento) y Productos Manuel José (0.2 por ciento).