Eduardo quería desesperadamente tener relaciones con Pamela, una muchacha súper guapetona. El problema es que ella tenía novio. Un día, “Eddie” se sintió tan frustrado que se acercó a Pamela y de plano le hizo una propuesta que ella no podría rechazar: — Yo sé que tienes novio y que debes estar muy feliz, pero la verdad, me muero de ganas de estar contigo aunque sea una vez. Te doy 500 pesos si me dejas hacerte el amor… Pamela vio a Eduardo de pies a cabeza, reflexionó y luego respondió tajante: “¡No!”. El hombre insistió: — Lo haré súper rápido. Mira, yo te tiro el dinero al piso, tú te agachas y habré terminado en cuanto lo recojas. Pamela lo piensa por un momento y le dice que lo consultará con su novio Freddy. Al rato le habla a éste y le explica la situación. “Pídele mil pesos y recoge el dinero lo más rápido que puedas. Ni siquiera le dará tiempo de bajarse los pantalones”, le aconsejó Freddy. Pamela acepta la proposición. Pasa media hora y el novio está esperando la llamada de su chica. Después de 45 minutos, ya desesperado, Freddy llama a la joven y le pregunta qué pasó, a lo que ella, aún con la respiración muy agitada, alcanza a responder: “Aquí me tiene todavía, ¡el muy maldito me tiró puras monedas de 10 pesos!”. Autor: Un economista.
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