Peligro bajo suelo

Hundimientos en Mexicali En enero de 2012, los vecinos de la colonia Burócrata cercanos a la confluencia de Plateros y calle “J” en Mexicali, notaron una baja en la presión del agua potable, avisaron de inmediato a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM). La paraestatal acudió a revisar la falla, cuando un trabajador de la dependencia maniobraba un trascabo sobre el área, de repente el suelo se hundió y máquina y chofer quedaron en medio de un gran hoyo, abierto en medio del cruce de las calles. Empleados de la dependencia trabajaron varios días para tapar el hueco, rellenaron con tierra y sobre ésta se puso nuevo pavimento. Recientemente, tras las leves lluvias de lunes 30 y martes 31 de julio de 2012, exactamente en el mismo lugar la tierra se volvió a abrir, resurgiendo el hueco. Pero no fue la zona más afectada: A unos tres kilómetros hacia el Oriente, en plena colonia Cuauhtémoc –entre Río Culiacán y Mocorito– los residentes del área escucharon un estruendo. Era la noche del lunes 30 y la pertinaz lluvia había iniciado apenas esa tarde. Los que viven exactamente en esa cuadra, entre la calle Uruguay y Calzada Cuauhtémoc se asomaron a la parte trasera de sus lotes, solo para descubrir un enorme socavón de casi 20 metros de largo, unos seis de ancho y varios de profundidad. El hoyanco se había “tragado” a un auto enterito. A la mañana siguiente otro hoyo surgió en el suelo, esta vez en cuadras más al norte de la misma Colonia Cuauhtémoc. La zona de afectación En toda esa parte y a lo largo de siete kilómetros que –inician en el Periférico Oriente y culminan en el Río Nuevo– corre lo que han llamado el Dren 134, un canal originalmente agrícola que se convirtió en pluvial y que en la práctica recibe además aguas de drenajes doméstico y comercial. Fue construido hace 40 años, su caduca y original estructura de cemento se encuentra evidentemente deteriorada, aunque en algunos pequeños tramos ya ha sido reemplazada por tubos PVC y polietileno. Este dren en mal estado que abarca una amplia zona de Mexicali: “Es un peligro muy grande para la ciudadanía, como se ha visto los carros pueden irse hacia abajo”, comenta José Carlos Robles, Subdirector de Obras de la CESPM. Y no es la única zona con infraestructura subterránea en esas condiciones. En julio del 2010 un gran hoyanco también se produjo en la Calle Monclova –atrás del campus de la UABC– y otra zona la constituye la parte aledaña al Río Nuevo, conocida como Agualeguas y El Vidrio, donde se presentaron inundaciones en diciembre pasado, igual que en abril del 2010 tras el sismo de 7.2 grados que pegó en Mexicali y el Valle. Toda esa área, según los especialistas también está en riesgo permanente de hundimiento. Para los funcionarios del área de servicios públicos y protección civil, las lluvias no son el único factor que potencia el peligro de desmoronamientos en una amplia zona de la capital bajacaliforniana. El otro tiene que ver con las constantes sacudidas de la tierra y la evidente sismicidad que afecta a la región cachanilla y coloca a cientos de familias en situación de alta vulnerabilidad. Estos dos factores naturales sumados a los asentamientos irregulares no planeados acrecientan en peligro en la capital. Sin dinero y sin “responsables” Para buscar una solución viable, el principal problema es el dinero, en la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali han calculado que reponer completamente el dren costaría cerca de 250 millones de pesos. De ahí deriva un segundo conflicto. Además es necesario superar una complicación técnica, ni en 1979 cuando se expidió la ley de Comisiones Estatales de servicios Públicos del Estado de Baja California ni en los años subsecuentes se incluyó el tema de los pluviales. Su construcción o mantenimiento quedó fuera de normatividad como un hueco legal. Pese a que fue el Gobierno del Estado el que lo construyó, según Miguel González Barriga, la entidad no es responsable de su mantenimiento. Esta situación ilógica, que permitió al estado constructor evadir el compromiso, se debe a que la obligación no se consignó oficialmente en ningún ordenamiento. A lo largo de 33 años, ningún gobernador, alcalde o diputado ha propuesto alguna reforma para resolver esta inconsistencia. Sobre las rodillas y sin facultades u obligaciones legales, en Tijuana, Ensenada, Tecate y Rosarito, los ayuntamientos han asumido parte de la problemática, Mientras en Mexicali, la CESPM se ha hecho cargo, por lo menos los últimos siete años.    Pero como no es su obligación, los recursos para cumplirla, tampoco están en su presupuesto. Tales condiciones, provocaron que fueran los empresarios cachanillas quienes enviaran una propuesta al Congreso para modificar la Ley proponiendo que la CESPM se haga cargo del rubro del pluvial. “Nuestro posicionamiento es que no tenemos ningún inconveniente, siempre y cuando se garantice el recurso”, refirió el titular de la comisión, Miguel González Barriga. ”Los abogados nos dicen que la costumbre engendra derecho y el derecho engendra Ley”, comentó el funcionario, quien añadió que en el caso de Mexicali, un tiempo fue el Estado el involucrado en la parte del sistema pluvial. “Aquí se aplica el aforismo, lo del agua al agua, si se recibe un peso ese peso debe invertirse en obras de agua potable y alcantarillado sanitario”, insistió el titular de la Cespm y reafirma que, de asumir formalmente la Cespm la parte de los pluviales debe modificarse la ley y otorgársele presupuesto para ese fin. Incertidumbre y más riesgos Los ciudadanos afectados opinan: “Lo que pasa es que no lo reparan (la red y el problema) nada más le arreglan pedacitos”, expuso desde un negocio de planchado en la colonia Burócrata, Gabriela Estrada: “A la gente le da miedo cruzar por ahí, ya no quieren cruzar por la calle, así como está no necesita que sea un transporte pesado sino que con el hueco cualquier carro se puede ir”, refirió la mujer, quien espera que el tramo de tubería en Plateros y J sea repuesto antes de que se presente una desgracia. A unos metros, en la siguiente esquina vive Guillermo Álvarez –un ingeniero civil ya retirado–, quien comenta cómo la mayoría de las alcantarillas están tapadas, llenas de azolve, de escombros, de basura. El profesional explicó que, al estar tapadas las alcantarillas, el agua se trasmina, busca cauce y hunde la tierra, aparte que la tubería es ya muy vieja. Y cuestionó el evidente desinterés de los vecinos porque a la última reunión de residentes programada para tratar el tema, solo acudieron media docena de ellos. El deterioro de la tubería que ya cumplió su vida útil, fue lo que originó el colapso ahí en la colonia Cuauhtémoc, sostuvo el titular en Mexicali de la Unidad Municipal de Protección Civil, René Rosado, quien menciona que la lluvia no es el único riesgo –le suma los temblores– y que además hay otra zona en la ciudad sumamente vulnerable, la aledaña al Río Nuevo. El capitán Rosado recordó que durante las recientes lluvias de julio, el pronóstico de clima advertía una precipitación cercana a los 50 milímetros por metro cuadrado, pero los datos de Conagua fueron muy por debajo de esa cifra, apenas 18 milímetros por metro cuadrado. “No llovió tanto”, por lo que consideró que la precipitación pluvial no fue directamente la causante del colapso en esa parte de la tubería. “Lo que sabemos es que el dren conduce aguas negras de los domicilios particulares a lo largo de su trayecto, de todas las colonias que están conectadas con el Dren 134, pero también contiene las interconexiones de las bocas de tormenta de las principales vialidades de la ciudad”, comenta René Rosado, pero amplía en cuanto a las lluvias: “Estamos viviendo una condición desde años atrás, que es la consecuencia directa de los cambios climáticos. Antes las lluvias eran continuas y su presentación era moderada, ahora hay una ausencia de lluvia en el municipio durante los últimos años, y cuando tenemos lluvia se ha presentado en una forma muy agresiva”, dijo Rosado. Recordó el 8 de septiembre de 2011 cuando la precipitación fue de .38 milímetros, los que equivalen a 38 litros de agua por metro cuadrado, lo que provocó un impacto negativo en buena parte de la ciudad, sobre todo en las colonias aledañas al Río Nuevo como Agualeguas y El Vidrio donde hubo viviendas totalmente inundadas. En cuanto a la sismicidad como factor de mayor riesgo en las zonas habitacionales construidas como invasiones en las inmediaciones del dren el director de protección civil expuso. “La recomendación a los habitantes de esa zona, que han cumplido en la parte de la Ley que habla de la zona de amortiguamiento –los obligatorios 15 metros de derecho de vía– yo los invitaría a que lo pongan en la balanza de la reflexión. Las personas que están habitando a lo largo del margen del Dren 134 son vulnerables a que un riesgo geológico vuelva a manifestarse y la consecuencia que puede llegar a presentarse”. En cuanto a las zonas aledañas al Río Nuevo solicitó: “Hay que recodar la gráfica de la historia, esas familias están habitando un sitio que desde el principio es considerada como una zona de riesgo. No hay que olvidar que están en los márgenes de un río y que al final la naturaleza va a cobrar lo suyo”, comenta a manera de advertencia el jefe de Protección Civil en Mexicali.  Requiere inversión millonaria El problema más grande en la capital bajacaliforniana es que el mantenimiento del dren que da servicio a un amplio sector de la comunidad que existe desde hace más de 40 años –por increíble que parezca– no es responsabilidad de nadie. Lo construyó el estado, y la comisión de servicios se ha hecho cargo, pero, asegura su titular Miguel González Barriga, sin tener la responsabilidad legal y menos los recursos para hacerlo “es un hueco que existe”, reconoció el funcionario. González calculó un monto cercano a los ocho mil millones de pesos necesario para atender la problemática del agua, drenaje sanitario, pluvial, drenes, y toda la infraestructura en Mexicali. Actualmente, la cobertura pluvial es del 60 por ciento. “Y en las zonas donde no se cuenta con pluvial la situación se pone crítica”, refiere el titular de la paraestatal del agua. A pesar de no ser su responsabilidad establecida en papel, la comisión de servicios ha invertido cerca de 150 millones de pesos durante los últimos siete años. Esto, porque de no hacerlo seguramente se afectaría la red de alcantarillado sanitario ya existente, detalló González Barriga. El funcionario ejemplificó con lo sucedido en el Dren 134 y el socavón de 18 metros que se hizo en el subsuelo donde la reposición de ese tramo de 110 metros le costará a la CESPM cerca de 2 millones 100 mil pesos. De acuerdo a los datos aportados por González, ese dren mide cerca de 8 kilómetros y cruza por zonas densamente pobladas y atiende una población calculada en un cuarto de millón de personas que habitan zonas como Alamitos, San Gabriel Pro Hogar, Cuauhtémoc, Sonora, Jardines del Valle Los Pinos, Nueva, Burócratas, Nacozari, Industrial, Jabonera, Pasadina y las Primera y Segunda Sección de la Zona Centro. Todas áreas en riesgo permanente. Fue construido entre 1971 y 1976 como un cajón de concreto de 2 por 2 metros y recibe 8.95 metros cúbicos de agua por segundo. Teóricamente debería de recibir solo agua de lluvia, pero en zonas donde no había punto de conexión del drenaje sanitario, éste también fue adherido al 134. “En la mayoría de los casos se trata de descargas de tipo doméstico que por alguna causa y en algún tiempo determinado se permitió que se hicieran ese tipo de conexiones”, expuso el funcionario, quien recordó que en algunas partes el material de encementado del dren está evidentemente deteriorado. “Ya cumplió con la vida útil”, comentó. De acuerdo a los cálculos del equipo técnico de la CESPM, reponer los aproximadamente 8 kilómetros del dren 134 significaría un costo cercano a los 250 millones de pesos o en su caso, realizar algunas de las reparaciones principales lo estiman en 97 millones de pesos. Reparar solo el tramo más conflictivo implicará un gasto de 1 millón 300 mil pesos. “Sin embargo la tarifa de agua no contempla un componente para el pluvial, nada más es agua y el drenaje sanitario”, no hay dinero en el presupuesto para utilizarse con ese fin, manifestó el funcionario, por lo que la autoridad está buscando fondos para atender esta problemática.