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jueves, septiembre 19, 2024
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Mujer policía hostigada en CERESO

El caso está en manos de la PGJE La petición de respeto a sus derechos fundamentales, hecha por Leticia Santiago Gómez, policía estatal y custodia penitenciaria, no ha hecho eco en ninguna instancia. La agente parece estar sola. Santiago ha denunciado ante diversos organismos gubernamentales lo que considera abusos en su contra por parte de autoridades del Centro de Readaptación Social (CERESO) en Ensenada, en represalia por demandar sus derechos. El problema inició en enero de 2012, cuando la oficial, quien ha laborado durante más de cuatro años en el CERESO local, se mantenía como celadora en la sección de mujeres y recibió una notificación de cambio de adscripción al CERESO de “El Hongo”, ubicado en el Kilómetro 94 de la carretera libre Mexicali-Tecate. El cambio representaba dos grandes problemas para Leticia. Por un lado, uno de sus hijos, de 2 años de edad, está bajo sus cuidados en Ensenada y realiza visitas frecuentes al médico debido a cuestiones de salud. Por el otro, justo había ingresado en 2012 a estudiar la Licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), de hecho, es posiblemente la única custodia que se encuentra realizando estudios en la Máxima Casa de Estudios, con matrícula 332586. De acuerdo a Santiago, para evitar ser trasladada a “El Hongo” y ante la negativa por parte de sus superiores de mantenerla en Ensenada, interpuso un amparo en contra de la orden, a través del abogado Guillermo Sam Rodríguez, logrando detener un acto en el que a su parecer, no estaban considerando su situación real. Refiere no haber sido la única custodia que se encontraba en esa situación, también María Soto Ramírez (quien renunciaría tiempo después) y Lorena Rivera Díaz, sus compañeras de trabajo, se vieron en necesidad de tramitar un amparo por motivos particulares en las mismas fechas. El asunto hubiera terminado en este punto, sin embargo, Santiago dice que las cosas empeoraron. Luego de que la restituyeron en su cargo, tras proceder el amparo en la Tercera Sala del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, el 9 de febrero José Francisco Jiménez Gómez, director de Centros de Readaptación Social del Gobierno del Estado, entregó un oficio donde se permitía el regreso de la afectada al CERESO de Ensenada, sin embargo, se le negó la entrada. Leticia Santiago Gómez explicó que fue hasta el 28 de febrero cuando finalmente las autoridades locales le permitieron volver a su trabajo. Posteriormente comenzarían a complicarse las cosas. A su regreso fue retirada de sus tareas habituales, que habían sido el cuidado y rondines en las celdas de mujeres, y enviada a cuidar la puerta del estacionamiento exterior del CERESO. Con una supervisión estricta, y que formaría parte de sus denuncias, no se le permitía resguardarse del Sol o de la lluvia, debía permanecer la jornada de pie en el sitio de acceso, aun teniendo a unos 10 metros de distancia una carpa donde podía resguardarse de las inclemencias del tiempo que con los días comenzó a afectarla físicamente. El rostro de Leticia evidencia los estragos, su piel está reseca y tiene paño en pómulos y nariz, se observan también algunas manchas en su piel, y sus manos se ven cenizas y resquebrajadas. La constante exposición al Sol y al polvo que levanta el viento o los vehículos es incuestionable, en particular debido a que la zona a su cargo ni siquiera está pavimentada. “¡Yo no era así, mi piel no era tan oscura!”, decía Santiago a ZETA con un ligero tono de desesperación, mientras se tocaba con la yema de los dedos de ambas manos los costados de su rostro durante la entrevista. Ese parecía ser el primero de varios castigos que recibiría. En los meses siguientes, Leticia comenzó a recibir incompleto su sueldo, aseguró que la primera semana de marzo y la primera semana de abril no recibió el pago que le corresponde, y fue hasta que solicitó una explicación que le devolvieron solo parte de su salario, mostrando copia de sus recibos de pago con cifras dispares. Mientras permanecía asignada a la puerta del estacionamiento, le retiraron su equipo de radiocomunicación, el arma de cargo y la protección corporal que regularmente portaba, pese a que explica que por Ley los necesita. Después ocurriría otro incidente en mayo. Leticia Santiago asegura que en un acto irregular, fue revisada y tocada en diversas partes del cuerpo por un oficial hombre, ante una supuesta sospecha del director del CERESO de Ensenada, Sergio Ortiz Lara, de que portaba un teléfono celular. Luego afirmó haber sido constantemente insultada y presionada por Ortiz Lara, sometida a burlas por la revisión que le hicieron, “ni que estuvieras tan buena”, le decían. Afirma que sus compañeros del Centro de Readaptación Social están de testigos. Gritos e insultos constantes que terminaban en ocasiones con un “si no te gusta renuncia”, la llevaron a denunciar a sus propios jefes por hostigamiento sexual ante la Agencia del Ministerio Público Investigadora de Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar, bajo Averiguación Previa 2500/12/311/AP. Incluso, interpuso una queja ante la Subprocuraduría de los Derechos Humanos en Ensenada por la misma situación, temiendo represalias. Ésta quedó registrada el 10 de julio de 2012, bajo número de asunto 829 y fue atendida por Óscar Solís. ZETA intentó dar seguimiento al caso en la PDH ante el nuevo titular, José Arturo Ruíz, quien aseguró desde la semana pasada revisar el asunto, sin que se conozca alguna determinación o posicionamiento del organismo hasta la fecha. Extraoficialmente, ZETA conoció de la negativa inicial en la PDH Ensenada para integrar la queja de Santiago, incluso que le fue recomendado que acudiera a la PGJE; sin embargo, en una revisión, la oficina de la Procuraduría de los Derechos Humanos de Tijuana recibió el caso de la custodia. Inició la apertura de la queja y actualmente el caso se encuentra en integración, recabando informes y reportes tanto de la afectada como de las instituciones. El 19 de julio, Santiago envió una carta a Jiménez Gómez pidiendo ser cambiada al Consejo para Menores en Ensenada, “ya que he tenido problemas derivados de un amparo promovido por un cambio de adscripción al ‘Hongo’”, explicaba entre otras cosas. Este Semanario habló con Jiménez respecto al caso de Santiago, y lo referido por el titular de los CERESO fue que era ella quien se encontraba en problemas, dado que las autoridades del CERESO en Ensenada le han levantado distintas actas administrativas por omisión de sus tareas, como quedarse dormida en el puesto de vigilancia y moverse sin permiso, entre otros señalamientos. Sobre el tema de la denuncia por hostigamiento sexual, afirmó que quien determinará lo que pase, será la Procuraduría General de Justicia del Estado, ya que el caso se lleva en esa instancia; y agregó que a pesar de que existen múltiples quejas entre los oficiales que laboran bajo su cargo, es el primer caso que conoce donde es denunciado formalmente el titular del CERESO local, Sergio Ortiz Lara. Al no conocerse mayores avances sobre las denuncias de Leticia Santiago, la mujer policía, madre de familia y estudiante universitaria, está a merced de los procesos legales, mientras tanto seguirá de pie, a la intemperie, pues a su decir, “la necesidad” es más fuerte que su deseo de renunciar ante los atropellos narrados.

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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