De policías irritados a descoordinación total en el ayuntamiento Desde diciembre del 2010 a la fecha, los equívocos del alcalde ensenadense Enrique Pelayo han derivado en conflictos políticos, diplomáticos, electorales, financieros, legislativos, urbanos, comerciales, de comunicación, territoriales, de transparencia, empresariales, sindicales, de seguridad, vaya pues, en prácticamente todos los sectores en los que decide intervenir. El más reciente fue el zafarrancho del 6 de agosto a plena luz del día, entre vendedores ambulantes, e inspectores y policías municipales en la Playa Municipal, con saldo de algunos comerciantes con moretones, y un policía agredido según versión de las autoridades, por uno de los vendedores con un arma punzocortante, posiblemente un pica-hielo, que le provocó una herida de 5 centímetros en la espalda. El problema sacó a relucir la habitual manera de reaccionar del servidor público, quien se vio presionado por los vendedores que se manifestaron días después en la Casa Municipal, encabezados por el líder social Ramiro Orea, de quien refiere es su amigo, el mismo que le apoyó con grupos de manifestantes para mantener el cierre de operaciones de la empresa Energía Costa Azul, filial de Sempra Energy. Pelayo les ofreció públicamente una disculpa, pagarles sus celulares supuestamente perdidos en el pleito, sus productos dañados, y les adelantó que Luis Alberto Tolosa Espinoza dejaría de ser Director de Policía y Tránsito Municipal, pues venían acumulándose fallas en la corporación y así lo hizo. Todo ello sin conocer los pormenores de lo ocurrido en el pleito, donde inspectores municipales intentaban retirar a los vendedores de una zona restringida, y quienes solicitaron la ayuda de la policía municipal ante la negativa de los comerciantes que argumentaban contar con permisos del gobierno federal para trabajar en la zona. Las declaraciones de Pelayo calaron hondo entre los agentes de la Secretaría de Seguridad Pública. No solo no defendió el actuar de los policías e inspectores, basado en el uso legal de la fuerza pública para hacer cumplir justamente un reglamento municipal, que el propio director de Comercio, Alcoholes y Espectáculos Públicos del municipio, Rodolfo Mellado Pérez, mostró, junto a otros documentos que dejan claras las facultades que tiene el gobierno local para restringir el ambulantaje en la playa. Pelayo también adelantó al grupo de Orea la posible remoción de otros agentes involucrados, y para el disgusto de los policías, nunca hizo referencia sobre el elemento agredido y hospitalizado. El sustituto de Tolosa Espinoza, hasta el martes 14 de agosto Coordinador de Gabinete, Alfredo Rosales Green, luego de tomar protesta como Director de Policía y Tránsito, admitió sin decir nombres que existe un resentimiento entre los policías sobre lo ocurrido el 6 de agosto y es uno de los principales temas que se requiere atender. Rosales necesita calmar los ánimos en una corporación que no fue defendida por Pelayo. A la par de los conflictos con los vendedores ambulantes, en una confusa rueda de prensa encabezada por el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Ensenada, Alfredo Rico Bravo y el Recaudador de Rentas Municipal, Jorge Manuel Labastida Bonifant, el viernes 10 de agosto, se puso en evidencia la falta de coordinación entre el Alcalde y su gabinete. El tema era el anuncio del arranque de un programa de cobro a propietarios de comercios con anuncios espectaculares en el municipio. El problema es que no se podían poner de acuerdo con el Recaudador, sobre cuáles letreros cobrarían y cuáles no. Por un lado, Rico aseguraba que Pelayo había acordado con los comerciantes no cobrar los letreros de negocios establecidos y aplicar este programa solo a quienes rentan bardas o cuentan con espectaculares. Por otro lado, Labastida con cara de extrañeza le recalcaba que el cobro es parejo a establecidos y a los de espectaculares, armándose un intercambio de argumentos entre ambos personajes en plena conferencia. Los problemas de comunicación salen a relucir constantemente. Por si esto fuera poco, a lo largo de la gestión los proyectos se anuncian pero no se hacen, y cuando se ejecutan todo queda a medias sin justificaciones claras. Así ha sido en la aplicación de las obras del Ramo 33; en el destino del recurso del préstamo de 200 millones de pesos; en los millonarios apoyos a los bomberos; en los supuestos cobros por postes a la Comisión Federal de Electricidad; cobro por caseta telefónica a Teléfonos del Noroeste (empresa que contrató el Ayuntamiento para realizar una modernización catastral); cobro por maquinita a los casinos; en la prometida venta de cerca de 200 terrenos para pagar las deudas municipales; en la modernización y reestructuración del servicio de transporte público; en la reconstrucción del puente de la Avenida Reforma y Esmeralda; en la construcción del paso a desnivel de Avenida Reforma y Delante; en remover funcionarios de primer nivel bajo el argumento de ahorro de recursos y después contratar a otros en el mismo puesto; en la defensa del territorio de Ensenada ante Playas de Rosarito; en el embellecimiento de la Playa Municipal; en el abatimiento de la pobreza en San Quintín para que se olvidaran sus residentes de querer municipalizarse; en fin, todas promesas incumplidas de Pelayo. Aunado a ello, el inflamable alcalde ha movido constantemente su gabinete sin empacho, frenando el trabajo en las dependencias en lo que se adaptan los funcionarios al nuevo encargo. Apenas este miércoles 15 de agosto, Pelayo nombró como Coordinador de Gabinete a “su amiga”, Sonia Blancket López, a quien le tomó protesta por tercera ocasión. Blancket se inició en la administración de Pelayo como directora de Relaciones Públicas, luego fue Secretaria de Desarrollo Social y ahora es Coordinadora de Gabinete, sin que se le conozca mayor mérito en el ámbito gubernamental, que una especial amistad con el Alcalde. Al ser cuestionada por la prensa local sobre sus planes con el nuevo encargo, Blancket solo pudo decir, que se reunirá con el gabinete para ver cómo están las cosas. Y Pelayo ante la designación de Blancket, que dijo era “una sorpresita” que tenía para todos, dio tres razones: 1) por su experiencia en la actual administración; 2) por el ambiente que reina en la administración; 3) porque el puesto estaba disponible. A Pelayo se le preguntó quién quedará al frente de la Secretaría de Desarrollo Social. Sonriendo, el alcalde dijo que no había decidido y que para la próxima semana lo anunciaría, lo que significa varios días más de parálisis municipal en una dependencia clave para el funcionamiento del Ramo 33 y el apoyo a grupos vulnerables. Las decisiones de Pelayo también son llevadas al ámbito del Cabildo, donde regidores de oposición, de su propio partido y la prensa, han visto agresivas reacciones a cuestionamientos, estrepitosas clausuras de sesión, y un evidente desinterés a temas que los regidores plantean como urgentes, como peticiones de informes de directores o secretarios de la administración municipal ante el Cabildo, que son atendidos meses después. Los funcionarios van cuando quieren, a final de cuentas el Alcalde no los castiga. Los informes obligados por ley que deben presentar las dependencias tampoco se realizan ni a regidores ni a la comunidad, de hecho el XX Ayuntamiento resultó ser el sujeto obligado más incumplido ante la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Estado, de acuerdo al último reporte del Instituto de Transparencia, encabezado por Adrián Alcalá Méndez. Durante una presentación ante el grupo Madrugadores, el 6 de agosto, Alcalá refirió que la mayor parte de las observaciones hechas al gobierno de Pelayo están enfocadas a su página de Internet, la peor de todas. De hecho, los problemas de falta de transparencia derivaron en una acción de Sindicatura Municipal, suspendiendo por tres días sin sueldo a Miguel Ángel Ley Álvarez, Secretario del Ayuntamiento, por retrasar la entrega de información en el caso de Óscar Soto Brito, quien pidió un reporte de la aplicación del recurso del Ramo 33, que por cierto, no le ha sido entregado en forma y hay más denuncias pendientes. A pesar de las observaciones y de la evidencia pública sobre las omisiones de Pelayo. El ayuntamiento sigue sin transparentar su página de Internet, sin informar sobre la situación financiera, sobre el pasivo creciente, sobre los sueldos y nombres de sus empleados, sobre los resultados de las dependencias, etcétera. Las locuras del munícipe se sostienen sin consecuencias, con un silencio no solo de regidores, sino del propio gobernador del Estado, José Guadalupe Osuna Millán, quien visita tras visita al puerto se limita a agradecer la hospitalidad de su amigo Pelayo, y no evidencia el caos en el que está sumida la administración local, donde se mantiene a oscuras el movimiento del dinero. Durante los primeros meses de 2012, un conocido empresario de Ensenada aseguró a ZETA que el Presidente Municipal de Ensenada en reuniones privadas, se jactaba de haber enviado mucho dinero en apoyo para la campaña del ahora Presidente de la República, Enrique Peña Nieto. Dinero público. ¿Y cómo podemos comprobarlo?, se le preguntó, “es muy difícil, si tuviéramos los elementos, ya lo hubiéramos denunciado nosotros”, respondió, quedando el asunto en mero rumor. Para abonar al tema, desde la llegada de Pelayo a la administración municipal, la rendición de cuentas, particularmente en cuestiones de dinero, ha sido limitada, sin detalles y a pesar de que regidores de oposición han hecho evidente la situación, no pasa nada. Mientras Pelayo consume tiempo en enredos ante vendedores ambulantes, el 14 de agosto el Congreso del Estado, aprobó el plebiscito para la consulta sobre la municipalización de San Quintín que se realizará en este municipio, tema sobre el cual el alcalde ensenadense se ha transformado en un mero espectador. Munícipe tapa un hoyo y hace otro El alcalde Enrique Pelayo Torres tomó protesta el jueves 16 de agosto, a las 14:00 horas y en su oficina, a Marco Antonio Novelo Osuna como nuevo secretario de Desarrollo Social del gobierno municipal, dejando ahora acéfala la Secretaría de Turismo municipal. Con esta acción, Pelayo Torres quita a uno de los pocos funcionarios de primer nivel que no había generado conflictos al interior de su dependencia, siendo Novelo quien solucionó hasta con dinero propio, problemas como el cierre de la ruta principal de la Baja 500 por la comunidad Pai Pai, que se retiró escasos minutos antes de que pasara la primera motocicleta; además de que mantenía varios proyectos como el traslado en embarcaciones medianas de turistas al puerto ensenadense, o las demandas al gobierno federal para permitir el ingreso de vehículos pequeños con turistas estadounidenses. A Novelo no le quedó más que asumir el cargo y prometer trabajar lo mejor posible. No obstante, en lo que Pelayo designa al nuevo titular en turismo y se habitúan los funcionarios, es posible existan más atrasos en dicho sector.