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miércoles, septiembre 18, 2024
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Las mentiras de Campbell

Autoridades no detuvieron a ladrón que después, presuntamente asesinó a menor de 2 años Cuando el 13 de febrero de 2012, la propietaria de una joyería en Ensenada reconoció en medios de comunicación a Cristian Ulises Campbell Padilla, presunto asesino de la niña Ariadne Esmeralda Hernández, de 2 años de edad, pasó por su mente que esa historia pudo haber sido distinta si la autoridad hubiera actuado en su contra meses atrás. A inicios de 2011, Campbell (en ese entonces de 19 años) había sido denunciado por esta señora, tras no haber devuelto joyería con valor de 56 mil 620 pesos que le había sido entregada para su venta. A pesar de las declaraciones de testigos, de haber sido descubierto con el botín y de que aceptó el robo ante las autoridades, el caso hasta la fecha sigue sin resolverse. Es el expediente 591/11/300/AP, iniciado el 26 de febrero de 2011. Para la dueña de las joyas robadas, a quien llamaremos “Lorena”, el proceso ha sido frustrante al grado del hartazgo. Las joyas que pudieron ser recuperadas, quedaron en manos de la Policía Municipal en la Estación Oriente, y nunca se las devolvieron. Decepcionada por la burocracia gubernamental, simplemente dejó de insistir, y ante las evidencias y diversas declaraciones, expresó molesta: “¿Qué les pasa?, ¿qué más pruebas quieren?”. Las bailarinas engañadas Roberto Ignacio Castro Gálvez, agente del Ministerio Público y Tomás Alberto Torres Gracieux, secretario de Acuerdos, fueron los primeros en conocer los detalles del caso. De acuerdo a lo declarado por Lorena, el 16 de febrero de 2011 su hermano le recomendó a Campbell, quien era su yerno, para que vendiera joyería. Ese mismo día Lorena le entregó a Campbell, en presencia de su hermano, una maleta con diversos anillos de plata, relojes, esclavas, cadenas, rosarios, juegos de aretes y dijes. Sin embargo, nunca se reportó de vuelta. Intentando localizarlo por varios días, el 25 de febrero (según refiere el expediente) habló a un teléfono anotado en la copia de la licencia de conducir de Campbell. Le contestó quien dijo ser su ex esposa, pero no lo localizó. Luego, acompañada de policías municipales, visitó la casa de su mamá y tampoco estaba ahí. Después, supo que Campbell acudiría ese mismo día al bar Hot Fox, un céntrico table-dance ubicado en la esquina de Avenida Ruiz y Calle Segunda, donde al parecer llegaría a recoger a una de las bailarinas del lugar, con quien “andaba”. Dispuesta a enfrentar a Campbell, Lorena se plantó afuera del sitio toda la noche, hasta que a las 2:30 horas del 26 de febrero, lo vio llegar, “pero el guardia de seguridad le hizo señas de que lo andaban buscando”, se dio media vuelta y empezó a caminar. “Lo seguí en mi vehículo mientras que yo le llamaba a la patrulla, y en la calle Segunda, entre Miramar y Gastélum (a una cuadra de distancia), lo detuvo la Policía Municipal, previa persecución, ya que corrió, pero lo agarraron”, narró Lorena ante los agentes. “Le encontraron joyería de mi propiedad, después de la detención fuimos al bar Hot Fox, los policías se entrevistaron con las bailarinas y dos de ellas tenían joyería de la que yo le di a Cristian para vender, motivo por el cual también se llevaron detenidas a las dos bailarinas y al guardia del bar”, agregó. La mañana del 26 de febrero, Castro Gálvez citó a comparecer a los cuatro detenidos. Poco después del mediodía, el primero en declarar fue Campbell, a quien se asignó a Roberto Arturo Ramos Enríquez  como abogado de oficio. Al inicio de su declaración, Campbell admitió: “Sí son ciertos los hechos denunciados”. Luego narró: “Empecé a vender la joyería por el fraccionamiento Valle Dorado, pues llegaba de casa en casa, pero no recuerdo a qué domicilios iba, yo no llevaba un control sobre las ventas que iba realizando, por lo tanto, yo no entregaba notas y/o recibos a los clientes por la venta de la joyería… También vendí mercancía a gente de la zona del bajío que no recuerdo ni quién era, y como necesitaba dinero, fui disponiendo del dinero para uso personal, pues tenía muchos gastos. Hace como tres días aproximadamente yo le regalé a mi pareja sentimental, Jazmín González Tinajero, una cadena de plata, y a otra amiga que se llama Josefina Bermúdez Talavera, también le regalé una cadena de plata. Ellas trabajan en el bar Hot Fox… ellas no sabían que la joyería no era mía”. Las joyas no devueltas Luego, vino la declaración del guardia del lugar, Rodrigo Viera Herrera, quien aseguró que Campbell había trabajado como mesero en el bar Hot Fox hacía unos tres meses. Después de haber sido enterado por Lorena horas antes, junto con el gerente del bar sobre la situación de las joyas, al ver llegar al detenido, declaró haberle dicho: “Oye Cristian, esas madres que andas ofreciendo eran robadas”. Luego comentó: “Noté que se puso muy nervioso, me contestó algo entre dientes, sin entender qué me decía, y después de esto se dio la vuelta y empezó a caminar hacia fuera del bar, pero rápidamente yo no lo seguí, lo que hice fue cerrar las puertas, ya que era la hora para cerrar. “Días antes el Cristian había andado ofreciendo las joyas en el bar, diciendo que había comprado las joyas por mayoreo. Al momento que detuvieron al Cristian, la Policía le aseguró como cuatro bolsitas con joyería, yo las vi cuando tenían la joyería en la barandilla”, agregó. En la declaración de Jazmín González, quien tenía una “relación sentimental” con Campbell Padilla, ésta confirmó haber recibido como regalo una pulsera de plata, un dije de plata, dos cadenas de plata para el cuello, una con una luna y otra con dos dijes, una tortuga y un corazón; dos anillos de plata, uno con una piedra color azul, y el otro con dos flores y una piedra negra. “Cristian me dijo que esas joyas él las iba a pagar con su trabajo, pero en ningún momento me dijo que fueran o robados o que indebidamente había dispuesto de ellas”, explicó. La otra bailarina, Josefina Bermúdez, confirmó haber recibido como regalo de Campbell, una cadena de plata en las mismas condiciones, sin conocer su origen. Luego de la recolección de todos los testimonios, el caso quedó congelado, y ninguna de las joyas confiscadas fueron devueltas a Lorena. Cuando conoció el caso de la menor Ariadne en febrero de 2012, Lorena refiere haber acudido ante las autoridades para intentar apoyar con información, “a ver en qué podía ayudar”, y hacerles ver, dijo, las “cosas que se pueden evitar simplemente si hicieran su trabajo”. Las autoridades, aseguró Lorena, comenzaron a solicitarle de nueva cuenta documentación que ya había mostrado durante el desahogo de su caso, por lo que decidió dejar de dar vueltas. “Los mandé al diablo porque yo ya le había llevado unas notas, había comprobado que la mercancía era mía, él (Campbell) se declaró confeso y bla bla bla bla bla, y luego el que está ahorita checando los casos, el que los determina ya, fue el que tomó la declaración y fue el que estaba cuando pasó eso, entonces dije yo ‘¡no, ya váyanse mucho a la fregada, me tienen bien harta!’. No se hizo nada a final de cuentas”, comentó a ZETA. “Yo les di todo lo que ellos ocupaban para hacer algo, son puras vueltas que uno está dando… yo pienso que te hacen que te hartes para que ya no les estés molestando, porque pues tampoco uno puede pasársela ahí todo el tiempo. Si lo agarraron fue porque yo agarré al tipo y lo estuve cazando, y lo dejaron ir”, explicó. “(Campbell) Sin empacho dijo que sí, que se le había hecho fácil llevarse mis cosas, y que las vendió y que las regaló… no tuvo menor vergüenza decir ‘sabes qué, no’, o arrepentimiento, se estaba hasta riendo cuando le estaban tomando la declaración, así como bien fregón… y pues sí, bien fregón porque desgraciadamente ese tipo de gente, las autoridades que nos representan hacen que se salgan con la suya porque lo dejaron salir, ya no dijeron nada hasta que lo agarraron ahora con la niña”, precisó Lorena. El juicio de Cristian Ulises Campbell Padilla por el caso Ariadne se encuentra aún en proceso en el Juzgado Primero de lo Penal en Ensenada. En lo que se refiere a la parte acusadora, es decir, en defensa de la familia de la menor asesinada, funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado a cargo del caso, se negaron a brindar información sobre los antecedentes que pudiera tener el acusado, como fue el robo de las joyas. Lo único dicho: Campbell no ha sido declarado culpable y el proceso está en curso.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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