C. Ing. Miguel Ángel Cubillas Oficina de Fraccionamientos, Palacio Municipal Playas de Rosarito, B.C. El suscrito, Rodolfo Marroquín Martínez, vengo a proporcionar a esa dependencia, documentos que son probatorios del gran fraude que se cometió en contra de los que compramos unidades habitacionales en el lugar denominado Portal del Mar, kilómetro 38 continuo al arroyo “El Morro” de este municipio. Hace aproximadamente 22 años compré el condominio número B113, pero resulta que el régimen de condominio extinguió a los quince años, virtud a que el banco, léase <em>Banca Cremi, desapareció y su director fue a dar a Australia. Posteriormente se dizque formó un segundo régimen, ahora un dizque fideicomiso en el Banco del Atlántico… que también desapareció y nos dejó a los condóminos originales en el limbo. En resumen, el suscrito tiene la friolera de 25 años habitando dicho lugar, pero los propietarios que quedamos terminamos cayendo en manos de la Constructora Regional Mexicana, S.A., que ilegalmente se ostenta como dizque propietaria de todo el predio y por ende donde fue construido Portal del Mar. Valga decir que el Ayuntamiento de Playas de Rosarito no recibe prediales de parte de los que vivimos en Portal del Mar desde hace añísimos. No he logrado conseguir, en Catastro Municipal de Playas de Rosarito, el nombre de algún tercero, quien sin tener derecho alguno, se haya despachado con la cuchara grande y pretenda declararse propietario de mi apartamento y quizás propietario de todo el fraccionamiento. Corremos el riesgo que sin más, nos desalojen. Lo que queda de Portal del Mar bien vale, aun, más del millón de dólares. Las ambiciones están desbocadas. Ojalá pronto se declare a Portal del Mar como fraccionamiento, ya que como se indica anteriormente, no somos ni condóminos ni fideicomitentes, puesto que tales regímenes, por razón del tiempo se extinguieron para todo efecto legal. Cabe mencionar que las señoras María Teresa Torres y Alicia Hernández Ávila adquirieron sus unidades mediante traspasos de quienes le vieron las orejas al lobo y vendieron; ellas también están en peligro de perder su patrimonio. Entre los socios originales, los banqueros y la Constructora Regional Mexicana, S.A. se encargaron de que desaparecieran tres millones de dólares y nunca se terminó el fraccionamiento como verá usted. De los contratos que anexamos, ver fe de hechos suscrita por el C. Lic. Rafael Angulo, corredor público, que muestra que nunca se terminó de construir el fraccionamiento… nos dejaron chiflando en la loma. Atentamente, Rodolfo Marroquín M. Playas de Rosarito, B.C.
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