Cuando, siendo enlace de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Jesús Quiñónez Márquez fue aprehendido por autoridades de los Estados Unidos como parte de una red de delincuencia organizada al servicio del Cártel Arellano Félix, el procurador Rommel Moreno nadó de muertito. Después declararía a ZETA que él no conocía a Quiñónez, pero ese no fue el único caso de funcionarios de esa dependencia ligados al crimen organizado, investigados o dados de baja. Ahora aparece otro elemento del procurador con un pasado lleno de irregularidades. El director de Averiguaciones Previas y antes titular de Asuntos Internos, Sergio Lagunas Molina, no solo ha destacado por arremeter contra policías ministeriales que casualmente han detenido a fayuqueros. También hace unos días favoreció a un magistrado que cayó en el alcoholímetro al ordenar su inmediata libertad. En el expediente de Lagunas que se encuentra en el Sistema Nacional de Seguridad, aparece que ha sido objeto de tres órdenes de aprehensión. Una de ellas en 1998 por fraude. Aunque las ordenanzas aparecen como inactivas, eso crearía al funcionario un antecedente para no ser contratado como tal, pero es evidente que cuenta con el padrinazgo del gobierno de José Guadalupe Osuna Millán, o mínimo, del procurador Rommel Moreno, para continuar en la Dirección de Averiguaciones Previas. Es eso, o que al rato resulte que como a Jesús Quiñónez, tampoco lo conocía.