Si temes vivir tu vida por temor a defenderla, no la tendrás como tuya, porque no sabes cuidarla. Prefieres llorar a oscuras que encender las luminarias para iluminar el rumbo, porque no quieres ser visto o por no ser descubierto si vives de las mentiras; con tus brújulas dañadas tu sendero es inseguro. Toma el timón y el rumbo y motiva a tus remeros, dirige tú mismo el libro que se escribe de los pueblos. El siglo en que nos movemos exige buenos cerebros y crear un ambiente sano para seguir produciendo lo que necesita el mundo y nosotros como humanos; un sistema necesario para reconstruirlo todo. Construyamos en lo propio recibiendo como premio las enseñanzas del tiempo como parte de este pueblo. Vicente Martínez Méndez Tijuana, B. C.