El miércoles 1 de agosto, Jaime Fortunato González Cota acudió a revisar su predio, identificado como Lote 102 de la calle San Carlos en Fraccionamiento Hacienda Agua Caliente, pero tremenda sorpresa se llevó cuando un guardia de seguridad recién instalado en la puerta de acceso, le negó la entrada. Como ya lo ha denunciado con anterioridad, el afectado es víctima de los atropellos de Rafael Carrillo, quien a través del referido fraccionamiento, invadió el predio en primera instancia, y ahora despoja al legítimo propietario. Para comprobarlo, el apoderado legal del fraccionamiento Plazas mostró al guardia el deslinde catastral del lote, así como los registros de pago de Impuesto Predial a su nombre, lo cual de nada sirvió, puesto que el encargado de seguridad le respondió que “tenía órdenes de solamente permitir el acceso a las dos familias que habitan las casas ubicadas sobre la calle”. A decir de González Cota, el guardia portaba un uniforme con el logotipo de Hacienda Agua Caliente, por lo que en próximos días denunciará penalmente a la compañía por el delito de despojo. A pesar de negarle la entrada, el propietario permaneció durante dos horas en el sitio, para regresar la mañana siguiente y saber qué ocurriría con la situación, pero recibió como respuesta del guardia que “un notario se presentaría”, mas no se le indicó el motivo. Sin acceso a su propiedad, González Cota acudió a instancias municipales para reclamar el hecho, a pesar que desde hace más de un año, la Dirección de Administración Urbana reconoció mediante una misiva la invasión y urbanización del lote por parte de Hacienda Agua Caliente. Ante la situación, autoridades municipales le indicaron que denunciara penalmente, al tratarse de un delito. Incluso, el afectado relató que el Departamento de Obras de Urbanización del Ayuntamiento envió a dos inspectores ante la presencia no autorizada de maquinaria pesada en el lote, horas antes de que ocurrieran los hechos. Los vehículos se retiraron y las obras se suspendieron, pero a su regreso, la puerta de acceso había sido cerrada. “Necesitamos que el Municipio haga su parte, si Rafael Carrillo o su empresa infringieron la Ley, penalmente que procedan las acciones correspondientes”, dijo el denunciante, para rematar: “¿Qué más necesita el Municipio para proceder en contra de los responsables?, si ya me despojaron de mi propiedad con tanta arbitrariedad”.