Desde que se proyectó el Centro Metropolitano de Convenciones (CMC) en 2008, se tornó en un tema polémico, ya que a diversos empresarios y comerciantes les disgustaba la idea de que se edificara fuera de una zona céntrica de la ciudad. Sin embargo, los trabajos se iniciaron en un terreno del Ejido Mazatlán, sobre el corredor turístico Tijuana-Rosarito-Ensenada, que después resultó en litigio. Luego de varios arreglos con los propietarios de la tierra, se llegó a un acuerdo y el problema se resolvió, ya que el título del terreno está a nombre del gobierno del estado. Se trata de diez hectáreas donadas por parte del Ejido Mazatlán. El Centro Metropolitano de Convenciones fue identificado como proyecto emblemático dentro del Plan Estratégico de Tijuana a partir del año 2000, designando a Gabriel Camarena como presidente del consejo del CMC. Las dimensiones del proyecto, de 18 mil 600 metros cuadrados, contará con 9 mil 220 metros cuadrados libres de columnas y una altura de 15 metros, subdivisible en cuatro salones con capacidad de hasta seis mil stands de 3×3 metros y 5 mil personas; además de 900 cajones de estacionamiento al aire libre, aunque el proyecto general es de 3 mil al término de la segunda y tercera fases, las cuales dependerán de la demanda y desarrollo de eventos. Asimismo, abarca un bowl room de 3 mil 900 metros cuadrados, salones ejecutivos en el edificio de negocios, terraza y jardín exterior para eventos, auditorio, áreas administrativas y comercial. El CMC podrá albergar expos industriales, ya que el piso soportará grandes dimensiones al no contar con estacionamiento subterráneo. En 2014 se tiene contemplada la construcción de un ball room que servirá como salón de conferencias, congresos y bodas, en tanto que la segunda fase de construcción proyecta otro complejo similar conjunto, que iniciaría en 2015, según los eventos que comience a albergar el recinto para entonces, así como la edificación de un área comercial con oficinas y hoteles cercanos a la zona, entre éstos un Hyatt en 2013. La inversión estimada para la primera etapa, que culminará en el primer trimestre de 2013, es de 560 millones de pesos. “Al proyecto se le han realizado adecuaciones, debido a la funcionalidad del Centro del Convenciones, así como por cuestiones económicas y por las recomendaciones de nuestro asesor, SMG World”, abundó Gabriel Camarena. A la fecha, el gobierno del estado, los ayuntamientos de Tijuana, Rosarito y Tecate; los consejos de Desarrollo Económico de Tijuana, Rosarito y Tecate; el Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana y Rosarito; los consejos coordinadores empresariales de Tijuana, Rosarito y Tecate; así como el Fideicomiso de Promoción Turística, entidades que tienen injerencia en el proyecto, han desembolsado recursos para que, finalmente, la región cuente con su propio Centro de Convenciones.